Como antes nadie consiguió sacarle una sola frase precisa (las interpretaciones son otra cosa) sobre la decisión de presentarse como cabeza de lista del PP a las elecciones autonómicas, Cascos recorre ahora los concejos del Principado recibiendo el apoyo de cientos de militantes y simpatizantes y repitiendo las mismas frases de unidad y trabajo para responder ahora a la misma pregunta, aunque al margen de las siglas de su partido de toda la vida, sin dar un 'sí' o un 'no'. Podría pensarse que, como dijo esta misma semana en televisión, la decisión de ser cartel electoral está al cincuenta por ciento, pero lo cierto es que cada día que pasa parece más obvio que el ex ministro disputará las autonómicas con su propia alternativa.
Y es que, mientras los ya nominados de los dos grandes partidos políticos han acelerado su campaña, Cascos ha puesto en marcha la calculadora y, consciente de que presentarse no es hacerlo a la ligera y que es preciso contar con un partido detrás (principal dificultad, decía yo hace unos días) y que esté organizado. Con respecto a esta última parte, aunque pueda parecer que su plataforma solamente está recogiendo apoyos de aluvión, no hay que olvidar que el veterano político asturiano no improvisa casi nunca y durante los últimos meses -esos mismos en los que ha reconocido que ya sabía que Rajoy no iba a apoyarle- ha puesto en marcha una auténtica estructura, con equipo ideológico y organizativo incluidos, que trabajan más o menos en silencio, mientras la lista de adeptos sigue creciendo con su firma estampada en en dicha plataforma. Por tanto, el partido no está hecho, porque luego hay que recomponer la estructura interna y colocar a cada cual en su sitio, otra de las difíciles tareas que le esperan en las próximas semanas, pero no parece que ese vaya a ser un problema precisamente. Llegado el momento, los mimbres serán más que suficientes.
Las bajas en el PP son una sangría diaria y multitud de no afiliados que esperaban una alternativa a los dos grandes partidos también se acercan a engrosar las filas. Incluso desde algunas fuerzas minoritarias del centr0-derecha, dispuestas desde hace meses a disputar un escaño en el Parlamento autonómico, ya ha empezado un trasvase hacia su plataforma electoral.
Hay un aspecto interesante en este proceso actual y que podríamos resumir en que Cascos no quiere'romper' las últimas amarras con el PP. Sus intervenciones sobre sus ex compañeros, lejos de responder a su fama de 'doberman' se han hecho sosegadas, sin renunciar a la crítica directa a determinadas personas. La explicación podría estar en que, si efectivamente el ex presidente del Gobierno se presente a los comicios municipales y autonómicos, parece difícil que pueda ganarlos en las actuales condiciones, pero sí es muy probable que entre sus representantes institucionales y los del PP sumen mayorías en la Junta General y en muchos grandes consistorios. LLegados a este punto, el nuevo partido estaría en condiciones de decidir y, aunque fuera con menos escaños que sus ex compañeros, el ex ministro contaría con los suficientes para poder tener la última palabra a la hora de impedir a los socialistas seguir gobernando en Asturias. No hay que olvidar que aquí mismo al lado, en Cantabria, un señor apellidado Revilla lleva de presidente dos legislaturas con menos representantes que las demás fuerzas políticas de la vecina comunidad.
Parece obvio que el modelo de Cascos no es el de Revilla, sino más bien, como ha dicho algunas veces a sus allegados, el de Unión del Pueblo Navarro, capaz de entenderse, primero, con el PP para acabar sustituyéndole y representándole en su territorio concreto.
El caso, como decía al principio, es que Cascos tiene puesta en marcha la máquina de calcuular y cada día hace los deberes, que sus hombres trabajan -como él mismo dice- a tres turnos diarios y que en el seno del PP hay un profundo malestar por el desarrollo y desenlace del conflicto interno de los últimos meses. Comentan algunas fuentes internas que, al paso actual, el Partido Popular puede perder en Asturias, antes de cerrar candidaturas, hasta un tercio de su militancia.
Por el momento, las huestes de Cascos hacen las mencionadas cuentas y ya trabajan sobre la base de seis diputados regionales, cifra que confían en elevar, incluso, hasta diez en las próximas semanas. Y es que nadie niega la importancia vital de contar con una organización que sustente la nueva fuerza política -base fundamental en estos momentos-, pero la voz definitiva la tiene el electorado y fuera de los escasos niveles de militancia de este país existen miles de ciudadanos que quieren un cambio y, lo más importante, los hay y muchos en la derecha, pero en voz baja -de momento- también en el centro y en la izquierda -sí, en la izquierda- y todos ellos piensan que el revulsivo necesario pasa por alguien capaz de inspirar confianza, y Cascos, para todos ellos, lo hace.
yo soy votante de izquierdas y desde luego pienso votar al Sr. Cascos, único capaz de sacar a nuestra tierra adelante. Sólo se centran en votantes del P.P., pero en la izquierda hay mucho descontento y Cascos al menos tiene un curriculum político y de hechos que le avalan como un candidato solvente y respetado.
ResponderEliminarcascos es un trabajador incansable,preparado para liderar el cambio en asturias,yo le dare mi voto y mi familia tambien,lo hemos decidido juntos 6 votos mas,para salir de atraso de los socialistas y los acomodados del pp
ResponderEliminarBuena entrada, Marcelino. Cascos ha generado entusiasmo en la derecha y en la izquierda. Su carácter fuerte está en el polo opuesto al desprestigiado "Talante", y curiosamente esto ha pasado a ser un activo. Otro aspecto a su favor es su fama de trabajador y de ser el que más ha hecho por Asturias desde el gobierno central. Creo que muchos le elegirán también por eliminación, por castigar a los de siempre. Desde luego yo estoy entusiasmado con que presente un buen equipo y no dudaré en votarle.
ResponderEliminarUN INDEPENDIENTE SIEMPRE POPDRA EXIGIR MAS QUE LOS DEL PP PSOE,SI GANA EL PP EN ESPAÑA, ESTOS CALLARIAN A TODO COMO HAN HECHO LOS SOCIALISTAS.
ResponderEliminarFIJAROS LO QUE CONSIGUE EL REVILLA
En mi familia, que yo sepa, ya somos 8 los que le votaremos. En nuestra patria chica necesitamos esperanza, arrojo y ganas de cambiar esto.Reformar, esta es la cuestión y no enconarnos en ideas arcaicas y estereotipadas de Izquierdas y Derechas, sino en un Liberalismo democratico que le de mas peso a las personas que al poder instiucional basada en la dedocracia
ResponderEliminarMás que las palabras, lo que llevará a muchísima gente ajena a fidelidades o servidumbres de tipo ideológico a votar a Cascos son sus hechos.
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