sábado, 30 de enero de 2010

La subasta nuclear

Al margen de las machaconas cifras negativas que sitúan a España en una situación económica cada día más preocupante, la errática y desconcertante gestión del Ejecutivo de Zapatero va más allá de la crisis financiera y muestra cada dos por tres signos de ser ya una seña de identidad del Gobierno más desprestigiado de la etapa democrática que se inició con la muerte de Franco.
El ejemplo más reciente lo hemos vivido con estupefacción en estos últimos días a propósito del periodo abierto para la presentación de solicitudes para albergar el futuro gran almacén central de residuos nucleares del país. Han sido jornadas en las que hemos contemplado el enfrentamiento entre municipios, de éstos con sus comunidades autónomas y de los principales responsables de las mismas con el propio Gobierno de la nación, y todo ello por encima de la gresca de las siglas políticas: populares contra socialistas, populares contra populares y socialistas contra socialistas. Barones del PSOE no han tenido pelos en la lengua para plantarse ante el equipo de Zapatero, dentro del PP sus ediles desafían las orientaciones de sus dirigentes regionales o nacionales. En fin, una batalla, por el momento sólo dialéctica, que ha mantenido un espectáculo lamentable y, lo que es más sorprendente, para quedarse con las basuras de las centrales nucleares. Claro que no se trata de que los alcaldes quieran esos residuos para sus territorios, sino de las promesas de ayudas millonarias y de empleo que el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa para aquellos que acepten cargar con el muerto; unas promesas, por cierto, nunca cuantificadas con rigor y siempre ofrecidas de palabra.
De esta manera, lo que representa un tema de vital importancia para el conjunto del país, se ha visto, por obra y gracia, de unos planteamientos inaceptables, convertido en una verdadera subasta en la que han llegado a la recta final al menos una docena de municipios, algunos a última hora, con nocturnidad y alevosía, sin consultar siquiera a los principales interesados, los ciudadanos. Veremos ahora, con esa lista de esperanzados receptores de Mr. Marshall, como resuelve la puja el Ejecutivo que, si bien dispone de muchas más alternativas de las que el más optimista de sus miembros hubiera podido esperar, tendrá que optar y tomar una decisiçon, una decisión que, al margen de la polémica nacional y partidista, creará un profundo malestar y reacciones en contra del resto de los aspirantes.
La fórmula, creo, no se sostiene por mucha democracia que se le quiera echar al asunto. Parece que lo lógico es que un tema de Estado no se deje al juego de las necesidades de muchos pequeños municipios que, en plena crisis económica, ven cómo les ponen delante un 'pastel' capaz a priori de resolver sus principales problemas financieros. Mejor hubiera sido que, como en tantas otras cosas, una decisión de tal calado se hubiera afrontado desde arriba y con la búsqueda del consenso entre los grandes partidos -ya sabemos que esos acuerdos hoy en día cuestan más que un viaje turístico a la Luna- y los colectivos sociales especializados en temas medioambientales. De esta forma, con voluntad y esfuerzo, se hubiera podido alcanzar un acuerdo que, si bien nunca iba a contentar a todos, tendría un apoyo sólido, toda vez que los grupos ecologistas e Izquierda Unida ya han aceptado que el almacén nuclear tiene que existir, aunque no dónde. De esta manera su hubiera evitado el 'show' de los 'paisanos' de una docena de pequeñas localidades dispuestos a recoger la 'mierda' y enfrentarse en muchos casos a sus propios partidos, a cambio de dar una aire de esperanza económica a sus vecinos. Pero tales planteamientos serían un milagro en la permanente improvisación de un Gobierno que ha preferido jugar a la subasta porque les resulta, en principio, más fácil que ejercer una verdadera gestión propia de un poder ejecutivo estatal.

lunes, 25 de enero de 2010

Voracidad recaudatoria

A estas alturas de la película ya nadie duda de que las administraciones públicas locales y autonómicas están pasando tan mal la crisis económica -en lo que a sus funciones de gestoras públicas se refiere, no tanto en las seguridades remunerativas de quienes las representan políticamente- como buena parte de los mortales. "No hay un duro" es la frase más repetida por el funcionariado, aunque sea siempre en voz baja no vaya a ser que se molesten los 'jefes'.
El principal problema, y para esto no hace falta ir a estudiar a Harvard, es que los ingresos se reducen progresivamente ante la falta de cotizantes activos y para ello hay que recurrir a nuevas fórmulas recaudatorias. Parece claro que en el tema de los impuestos ya no se puede tirar más del 'tetu de la vaca' y por eso hay que aguzar el ingenio para buscar otras fuentes de recaudación que el Estado tampoco está en condiciones de facilitar.
En el caso concreto del Ayuntamiento e Gijón, sus responsables ya han anunciado que este año habrá congelación de impuestos, tasas y precios públicos, excepción hecha del Impuesto de Bienes Inmuebles -lo que vulgarmente siempre conocimos como Contribución-, que tendrá una subida de un nueve por ciento, aunque bien defendida por el previo 'catastrazo' que ha dado lugar a la subida de valores de los citados bienes. Y como el responsable económico del equipo municipal no está dispuesto a emular al 'sheriff' de Sherwood para salir lanza en ristre a esquilmar a los ciudadanos, se han buscado -como siempre ocurre en épocas de vacas flacas- al ingenio para enontrar recursos como sea.
La última idea genial es el establecimiento de sanciones a aquellos gijoneses que no arrojen sus basuras a los contenedores en el periodo establecido para ello, de nueve a once de la noche, una práctica que si bien tiene una base indiscutible de civismo, hasta la fecha se la han pasado por la entrepierna usuarios y autoridades. Sin entrar a considerar que un horario tan estricto es el mejor para una gran mayoría, pero prácticamente imposible de cumplir para quienes desempeñan algunas profesiones, parece obvio que la medida tiene como objetivo principal el recaudatorio. Y para ello, se ha creado la figura del inspector cívico, por el momento cuatro personas que se encargarán de perseguir por Gijón a quienes circulen con sus residuos orgánicos con objetivos de deshacerse subrepticiamente de ellos fuera del horario establecido.
Dejando de lado qué van a hacer sólo cuatro personas en una ciudad del tamaño de la nuestra, parece obvio que investirles de la autoridad precisa para ejercer sus funciones va a exigir algo más que un papel con la firma de un papel oficial del concejal de turno. ¿Cómo van a obligar al infractor a identificarse y a pagar la multa? ¿Irán acompañados por un agente de la Policía Local, como tuvo que hacerse con la polémica de las sanciones de la ORA? Sinceramente, me parece que la nueva fuente recaudatoria tiene poca consistencia y dice poco de sus promotores, sobre todo si se tiene en cuente precisamente el antecedente de la medida sobre pago de aparcamiento en las calles a la que antes me refería. Claro que siempre hay alguien que se asusta ante la 'autoridad' y paga. Serán pocos, pero menos da una piedra.

Licencia para 'matar'

Tenían razón los compañeros de radio y televisión anoche cuando anunciaron que la expulsión de Cristiano Ronaldo en el encuentro de ayer en el Bernabeu frente al Málaga iba a ser motivo de discusión para toda la semana. Y lo está siendo, pero en modo alguno por el 'rigor' de la medida adoptada por el arbitro del partido o por las dudas sobre lo que de punible pudiera haber en la acción del 'crack' portugués. La controversia viene porque la tarjeta roja la ha recibido precisamente el goleador madridista.
Cristiano calificó hoy de "vergüenza" su expulsión y aseguró que en ningún otro lugar del mundo su codazo -que acabó con la nariz rota del malaguista Mtilinga- hubiera acabado en expulsión. Sus argumentos vienen a abundar en las justificaciones que ayer daba el director deportivo de la Casa Blanca, Jorge Valdano, sobre los marcajes feroces que sufre su jugador y que le llevan a defenderse, aunque sin intención de hacer daño al contrario. Encuentro lógico que en un terreno como el futbolístico y con la polaridad Madrid-Barça se encuentren argumentos prácticamente para cualquier cosa, pero no parece de recibo que el futbolista y sus 'jefes' se empeñen en establecer una especie de categorías en las que en el pico superior de la piramide estarían Ronaldo, Messi o Villa, por decir algunos nombres propios, y que deberían merecer, por su calidad, un trato diferente por parte de los colegiados al que recibe cualquier 'tuercebotas' cuando se le ocurre responder 'soltando el remo' a un agarrón del contrario. Ya lo comentaba ayer un cronista de Canal+: ¿Se hubiera montado tal escándalo si la misma jugada la hubiera protagonizado, por ejemplo, Guti -que, por cierto ayer jugó, goles aparte, extraordinariamente mejor que su compañero portugués y que no es santo de mi devoción- para no salirnos del mismo Real Madrid? (Estamos hablando de un futbolista temperamental, bastante dado a ese tipo de reacciones cuando le 'acarician'). Ya no voy a mencionar si el agresor fuera cualquier delantero del Tenerife, Valladolid o Sporting, porponer ejemplos de equipos 'no tan importantes' para el título.
La acción de Ronaldo es merecedora de la cartulina roja y, por tanto, de la expulsión, se pongan como se pongan el propio afectado y sus defensores 'blancos'. Buscar argumentos que establezcan que una agresión -creo que nadie duda que lo fue, aunque no tuviera (hasta ahí podíamos llegar) la intención de 'partirle la cara' a su rival- no es igual si la comete un 'galáctico' sea del Madrid o del Barcelona que uno de los cientos de profesionales que militan en equipos más modestos de la Primera División producen sonrojo y deberían ser, si me apuran, estudiadas por el Comité de Competición por la filosofía 'xenófoba' que encierran.
En el fútbol, señores, no se le puede dar a nadie 'licencia para matar' por muchos millones que haya costado su contratación o por el espectáculo que pueda dar en el campo, cosa que en el caso que nos ocupa nadie pone en duda.

sábado, 23 de enero de 2010

El cine nos olvida

El fin de semana pasado estrenaban en las pantallas de las pincipales ciudades españolas la película "La cinta blanca", del controvertido cineasta belga Michael Haneke, un filme avalado por la Palma de Oro del Festival de Cannes del pasado año. El realizador de "Funny Games" o "La pianista", por citar sólo dos ejemplos, es de esos que obligan a cualquier buen aficionado a acudir a ver sus obras, aunque puedan entusiasmar o irritar, según los casos. Al abrir el viernes día 15 -día del estreno nacional- la cartelera local de Gijón me encontré con la desagradable sorpresa de que no figuraba por ninguna parte, ampliada al comprobar que tampoco la cadena de cines de Oviedo, que en otras ocasiones recoge este tipo de películas menos comerciales, la hacía figurar en ninguna de sus salas. "Bueno", pensé, será para la semana próxima. Pero tampoco ha sido así, y ello pese a que de por medio "La cinta blanca" había recibido el Globo de Oro que concede la crítica extranjera en Estados Unidos a la mejor película del mercado foraneo.
No es la primera, ni será la última ocasión en que el otro cine, el que no tiene gafas de 3-D, o actores de relumbrón, o muchos millones en efectos especiales se nos escamotea en ciudades de tradición cinematográfica como Gijón. Podría dar casi un ejemplo semanal, pero tampoco se puede pedir todo y hay que tener en cuenta que ese otro cine al que me refería cubre los necesarios beneficios de cualquier negocio que se precio, en este caso la exhibición. No obstante, creo haber comentado en alguna otra ocasión que no sería ninguna mala idea que los responsables locales del sector se permitieran en sus multisalas reservar una de ellas a modo de 'ghetto' para los que no precisan a Tom Cruise o Leonardo di Caprio en la cabecera del cartel para pagar religiosamente su entrada. El propio Festival de Cine local da una pauta de la existencia de un público específico capaz de, si no dar sabrosos beneficios, compensar el gasto de exhibición de este tipo de títulos. Sólo falta la voluntad al menos de dar la oportunidad de probarlo.
Ante esta tesitura, la única salida que nos queda a los aficionados a este otro cine menos 'comercial' es arriesgarnos a sortear los toletes de la comisaria Sinde y recurrir al 'top manta' -que tampoco suele apostar por este estilo de cine- o a la descarga clandestina con nocturnidad y alevosía de internet. De no ser así, todavía nos queda una remota esperanaa de poder ver la película de Haneke en pantalla grande: que le den, como todas las predicciones apuntan, el Oscar a la mejor película de habla no inglesa dentro de unas semanas. Quizá este último reclamo -con el galardón de Cannes y el Globo de Oro citados- permita que allá por el mes de marzo tengamos la oportunidad de conocer un filme elogiado por buena parte de la crítica sin necesidad de viajar a alguna capital más o menos cercana de Asturias. En cualquier caso, Asturias seguira seguramente quedando fuera de las fronteras del buen cine.

El escándalo de los viajes

Anda revuelto el gallinero de la política asturiana estos días a raíz del viaje que en la próxima primavera va a realizar el Gobierno del Principado a varios países hispanoamericanos. Aunque la cita electoral más cercana -autonómicas y municipales- se encuentra todavía a más de un año de distancia, los aparatos de los prinicpales partidos políticos llevan ya tiempo en plena actividad y, aunque oficialmente repiten hasta la saciedad que "no hay nada" por el momento y el famoso "no toca", los trabajos para la definición del cartel electoral y las estrategias políticas van cobrando poco a poco forma en la 'clandestinidad', porque nadie quiere dejar las cosas para los últimos meses. De los candidatos ya he comentado en alguna ocasión "el estado de la cuestión" a estas alturas, pero a la estrategia electoral no he aludido hasta la fecha.
Sabemos que, a nivel nacional, Rajoy y su equipo, que tienen la cita con las urnas un año después, trabajan a destajo para buscar aquellos asuntos que puedan tener más calado en la ciudadanía en su labor de presentar la mala gestión del Gobierno de Zapatero y, aunque la crisis es un filón suficiente, el miedo a que las cosas puedan cambiar y simplemente la recuperación dé muestras de aparecer , ha llevado a los populares a diseñar otros frentes relevantes que capitalizar que no me voy a parar ahora a reseñar porque están estos días en todos los medios de comunicación.
En Asturias, con la cita con las urnas más cerca, parece lógico que, desgaste natural del Ejecutivo de Areces al margen, también Ovidio Sánchez y los suyos vayan rastreando nichos de deméritos socialistas con los que fijar su propio escenario para optar a gobernar otra vez en el Principado después de muchos años. Parece obvio, en este sentido, que los golpes hay que darlos en las partes más sensibles del 'cuerpo' del rival, es decir, aquellos aspectos que llegan con más facilidad y más irritan al votante. En ese camino, el mencionado viaje institucional cuando estamos en el 'pozo' económico parece un bocado más que apetecible para iniciar una ofensiva. El primer embite lo ha protagonizado José Agustín Cuervas-Mons y ha logrado con bastante facilidad apuntarse los titulares. Toda parece indicar que a quien es uno de los peones de Gabino de Lorenzo en el Parlamento regional se le ha ido un poco el tema de las manos y no midió suficientemente el alcance de su ataque, y no lo hizo porque en la expedición a Hispanoamérica tienen un destacado protagonismo los empresarios, un colectivo que, con algunas excepciones suele estar mucho más próximo al PP que al PSOE. Hay que aclarar para los qe desconocen la historia de estas iniciativas viajeras que, si bien se iniciaron con los primeros gobiernos autonómicos con un carácter marcadamente institucional, al margen de que algún representante empresarial figurase siempre en el listado de invitados. Con el tiempo, este colectivo fue ampliando su nómina y se dio también entrada habitual a los sindicatos. Alguna que otra crítica aparte -eran tiempos de 'vacas gordas'- se decidió cambiar aquella carácter inicial por el de "misiones comerciales", reforzando a nivel oficial el carácter de buscar oportunidades económicas para la economía asturiana que debían tener esos periplos por el mundo.
Nadie duda a estas alturas que ese aspecto comercial forma parte real de la presencia asturiana por esos mundos de dios, aunque también es cierto que, para quienes conocen el alcance real de los programas habituales, discursos aparte y las muchas fotografías de reuniones y más reuniones no ocultan que este tipo de iniciativas tienen -hay que decirlo con claridad- poco de pan y mucho de circo. Ahora estamos en épocas de 'vacas flacas', pero no sólo en Asturias, ni siquiera en España, sino en la mayor parte del mundo mundial, y poner a priori en valor un viaje como el previsto para la primavera invita cuando menos a la desconfianza. La gran patronal, representada por FADE, ha puesto el grito en el cielo por las críticas del PP, pero no han entrado en detalles sobre la necesidad de a sus misiones comerciales bajo el paraguas protectos del Gobierno de Areces, máxime cuando en muchos de los casos trabajan sobre terreno ya pisado anteriormente. Igual que se habla cada día más de que cada palo aguante por su vela, no parece haber razón alguna para pensar que en un libre mercado los 'grandes patronos' no puedan buscarse la vida solitos. Por cierto, los ataques de los populares han tenido contestación contundente de los empresarios, pero no recuerdo haber leído nada al respecto de los responsables de los grandes sindicatos, progresivamente y en silencio reducidos de la nómina de invitados en las últimas convocatorias. ¿Qué dicen del gasto de esos cientos de millones de euros quienes son los testigos más directos de la difícil sitiuación laboral de Asturias? Me gustaría oirles.
Parece obvio que no considero oportuno en estos momentos el planteamiento de este próximo viaje institucional o misión comercial de Areces. Otra cosa bien distinta es -y con ello vuelvo al origen de este comentario- cómo ha planteado su estrategia el partido Popular. Si Cuervas-Mons hubiera errado efectivamente en el alcance de su embestida inicial, habría caminos colaterales por los que salirse del lío. Pero no, una vez originado éste, el propio Ovidio Sánchez -buen seguidor del estilo Rajoy de apartarse discretamente de las llamas y dejar que otros se 'calienten'- ha entrado directamente al trapo y ha echado más leña al fuego, incluso con frases tan desafortunadas como la referencia a ese otro tipo de "relaciones gratificantes", ajenas a las institucionales o comerciales, que. según él, podrían llevar a la misión asturiana a incluir Cuba en su programa. Con este tipo de declaraciones -basadas en presuntos excesos de algunos miembros de la delegación asturiana en anteriores visitas a la isla caribeña-. buscando claramente la ofensa sin citar hechos ni nombres, el prsidente de los populares asturianos no ha hecho sino emponzoñar más el asunto. ¿Será que efectivamente estamos ya ante el inicio de una estrategia de marcado carácter electoral, aquellas que, generalmente, suelen saltarse los límites de la cortesía exigida y abren la vía al "todo vale"?

viernes, 22 de enero de 2010

Air Europa debe garantizar la continuidad

El marco de FITUR ha servido al Gobierno del Principado para concretar algo de lo que venía hablando hace tiempo pero se estaba haciendo esperar ya demasiado, hasta el extremo de llegar a hacernos desconfiar de que podría hacerse realidad. Según lo anunciado ayer, el aeropuerto de Asturias contará desde junio próximo con tres enlaces diarios nuevos con Madrid que operará Air Europa. Aunque algunos de los detalles de fechas, horas y precios no se han concretado, todo parece indicar que los planes de la compañía aérea pueden ser satisfactorios para acabar con el abusivo monopolio actual de Iberia -con los precios más caros del Norte- y ofrecer, a la vez, alguna alternativa aérea a las escasa existentes con la capital de España.
La noticia -como digo- es buena y lo que sería necesario a partir de ahora es que el proyecto se presente a los usuarios no solamente con precios competitivos, sino con vocación de continuidad. Desgraciadamente, en esta comunidad tenemos una de las historias más descorazonadoras en lo que a servicios aéreos se refiere, con negativas experiencias que van desde los proyectos de corto recorrido abortados a los pocos meses -o años- de su puesta en funcionamiento con excusas de difícil credibilidad al absoluto fracaso de la puesta en marcha de una operadora con capital asturiano, Air Asturias, que ocupó más tinta en los periódicos que los nulos servicios que a la hora de la verdad llegó a ofrecer, sin olvidar la historia de los principios de la diversificación, con el inicio de las compañías de bajo coste, momento en que el Gobierno del Principado, en una campaña sin precedentes que capitaneó la consejera Ana Rosa Migoya, se empeñó en rechazar la oferta de Ryan Air, que ya operaba en Santander y que sigue operando a día de hoy con notables resultados. No hace falta recordar palabras oficiales de los miembros del Ejecutivo autonómico en las que se aseguraba que los vuelos baratos sólo iban a servir para traer a Asturias a mochileros que en nada iban a contribuir a mejorar nuestro PIB. Podría seguir hablando de las múltiples experiencias que, por culpa de unos o de otros -ahora ya da igual-, fueron quedando como cadáveres en el camino de la historia del Aeropuerto de Asturias.
Por eso, lo que ahora nos interesa a todos es que el proyecto de Air Europa se ponga en marcha, ofrezca condiciones satisfactorias en las relaciones servicio/precio y, sobre todo, que, si los usuarios responden, se consolide como una oferta de continuidad más allá de periodos más o menos temporales acordes con épocas del año más favorables a su utilización.
La confirmación del proyecto de Air Europa bajo esas premisas servirá también para bajarles algo los humos a los responsables de Renfe -o de Adif, que tanto da que da lo mismo- quienes, tras la borrachera de un éxito que seguramente en ningún momento pensaron al poner en marcha los servicios de Alvia, ahora han subido casi por sorpresa las tarifas y los precios -lo habían anunciado para más adelante y en esta tribuna ya hice un comentario- y se niegan a poner en funcionamiento nuevos servicios argumentando que los cuatro diarios en ambos sentidos con Madrid son suficientes para cubrir la demanda. Un simple ejemplo: los dos trenes que ayer salieron de Gijón a las 10.25 de la mañana y a las dos de la tarde no disponían el día anterior de una sola plaza libre, y eso que no estamos en periodos de mocvimientos masivos por vacaciones u otros menesteres que invitan a pensan en una multiplicación generalizada del número de usuarios.
El éxito del Alvia, comodidades del tren aparte, eran su supremacía sobre cualquier otro medio en precio -con Iberia- o en tiempo -con ALSA- amén de su historial de cumplimiento horario muy alejado del viejo tópico de los retrasos de cualquier servicio ferroviario que se precie. Lo decía días atrás: se puede acabar mal por problemas de carácter económico o de gestión, se puede uno -ya lo sabemos- morir de éxito. los responsables de ADIF deberían recapacitar y pensar que parte de su éxito se lo han servido en bandeja los competidores. Si alguno de estos empieza a ofrecer condiciones más favorables el ferrocarril entre Asturias y Madrid podría sufrir un retroceso respecto a dos años de creciente incremento de viajeros y, por tanto de resultados contables. Sería una pena que no supieran adaptarse a la competencia.

martes, 19 de enero de 2010

El más fácil todavía

Mientras PSOE y PP se entretienen en estas fechas en la búsqueda de un pacto nacional -¿por qué será que cada vez que oigo este término me entran escalofríos- por la Educación, uno no deja de sorprenderse día a día de los derroteros por los que desde hace años avanza el sector. Atrás quedaron las sucesivas medidas 'encaminadas' a combatir el fracaso escolar, un conjunto de iniciativas que, en líneas generales, han llevado al común sentido general de la ciudadanía de que la forma más rápida de obtener ratios de aprobados es rebajar el nivel educativo, suprimir el obstáculo de los suspensos para avanzar en la formación escolar, aumentar los 'derechos' del estudiante en detrimento de su formación final, para obtener así unos resultados que nos sitúen - aunque sea a base de falsear el trayecto- en niveles de los países desarrollados de nuestro entorno.
Por cada una de las medidas de ese compendio puesta en marcha llegábamos al convencimiento de que nuestra capacidad de asombro ya no podía ser superada. La ESO logró convertirse en sinónimo de devaluación de los niveles educativos, en una especie de paso que, dada la obligatoriedad de cursar la Secundaria, había que facilitar aunque para ello hubiera que rebajar las obligaciones a niveles vergonzosos. Aunque sin llegar a esos niveles de depreciación, la tónica siguió para el Bachillerato y en los últimos años a las pruebas de aceso a la Universidad, cada vez menos exigentes, con el consiguiente resultado de superar curso a curso el porcentaje de aprobados hasta rozar niveles 'a la búlgara'. El sentimiento extendido es que vamos camino del hipotético objetivo del aprobado general, algo difícilmente asumible desde la racionalidad, por mucho que los baremos se vayan reduciendo.
Esta política se encontraba, al final, con el grave obstáculo de una Universidad que, con sus más y sus menos, mantenía criterios más conservadores, conscientes sus responsables de que los profesionales que acabaría por preparar estarían en condiciones de salir al mercado con una formación aceptable. Las 'rebajas' de la Secundaria traían como consecuencia los 'tortazos' universitarios, algo que hizo a los responsables políticos plantearse llevar a la institución académica una cierta relajación que se acomodase a los planteamientos a los que se había adaptado a los chavales hasta entrar en esa nueva etapa.
Ese sentimiento no ha calado hasta ahora, en líneas generales, en la Universidad, aunque bien es cierto que, facultades y escuelas aparte, o dejando de lado a profesores inflexibles hasta la obstinación, el espíritu de poner las cosas cada día más fáciles ya pulula por las vetustas aulas, más bien fruto de presiones superiores que de los propios profesores.
En estas circunstancias era de esperar que en algún momento nos encontráramos con un aldabonazo que puede marcar un antes y un después en el marco de las más elementales normas universitarias y ha venido a darlo la Universidad de Sevilla, cuyos responsables, en un reglamento de pomposo y largo nombre que ahora no recuerdo, han elevado a categoría de práctica legal el copiar en los exámenes. El equipo rectoral andaluz ha puesto por escrito que un alumno tiene derecho a completar su examen -¡faltaría más!- y que ningún profesor se lo puede impedir por mucho que copie, intercambie conocimientos con el de al lado, utilice 'chuletas' o lo que sea; menos organizar un escándalo y agredir al profesor todo es válido para completar la demostración por escrito de sus conocimientos. Eso sí, como todo tiene que tener algún límite, ese comportamiento podrá merecer un informe por escrito del profesor correspondiente que evaluará una comisión paritaria de tres alumnos y tres docentes, que disponen de un mes para dar una solución al problema. El reglamento en cuestión tiene una larga serie de 'perlas' que los interesados pueden conocer a través de internet y que no me voy a explayar en exponer aquí. Baste decir que este tipo de barbaridades se comentan por sí solas y que nos ponen en el camino de una educación donde aquel que trate de hacer un esfuerzo probablemente se convierta en el blanco de las mofas de sus compañeros. ¿Para que estudiar si hay un gran interés en que todo el mundo apruebe, aunque sea por procedimientos absolutamente ilegales y fraudulentos? Vamos de una vez por todas a por el aprobado general. ¡Lástima que los responsables políticos no se planteen lograr también otro pleno, el del empleo; por cierto un derecho constitucional y un compromiso programático de las principales fuerzas políticas de este país. Entre tanto, que socialistas y populares gasten sus energías y el dinero de los contribuyentes buscando un pacto que se centre en si se puede ceder -el PP- y aceptar que, si ellos ganan, no se suprime Educación para la Ciudadanía u otras cuestiones más teóricas que prácticas. El único pacto es el de devolver la racionalidad a la educación, base sobre la que se sustenta todo el futuro de un país y recuperar el equilibrio de deberes y derechos de docentes y discentes. Por ahora, la balanza se inclina progresivamente hacia un sobrepeso de crecimiento exponencial de los 'derechos' de los estudiantes, mientras en niveles parecidos se incrementan los 'deberes' de los profesores. Cuando se acaben por perder los papeles de cada cual será demasiado tarde.

sábado, 16 de enero de 2010

Ser rojiblanco, situación de 'alto riesgo'

Indudablemente, no era una buena idea. Me refiero al fichaje por el Sporting del centrocampista ovetense, actualmente en las filas del Celta de Vigo, Michu. El culebrón en que la operación se había convertido ha tenido un final acorde con todo su interminable desarrollo. Después de que esta mañana se daba por hecho que anoche había quedado cerrada la operación, hace escasa horas hemos sabido que el jugador céltico no ha respondido siquiera a las últimas requisitorias del club de Mareo y la transacción se da por abortada definitivamente.
Si en un comentario anterior hacía alusión a los condicionantes que desaconsejaban la operación, dejando al margen los criterios estrictamente deportivos -yo nunca he visto jugar al centrocampista de Oviedo- parece claro que dichos inconvenientes se han visto corroborados por la actitud personal del propio jugador. Sus temores a las reacciones de ambas aficiones, que las ha habido y muchas -los ultras de cada una de ellas se han unido por una sola vez, aunque partiendo de posiciones enfrentadas, naturalmente, en el rechazo a que Michu vista la camiseta rojiblanca- muestran a las claras que, al margen de sus condiciones futbolísticas, hay que tener en consideración la personalidad del protagonista y ésta no indica serenidad ni madurez . Dicen quienes le conocen que el chaval tiene condiciones suficientes para la práctica del balompié pero que es de esos en los que los impulsos pueden más que la cabeza. Vamos, como cuando a Guti se le va la olla y va a cara de perro a por el contrario que le ha dado un 'aviso'; o como el largo enclaustramiento del fenómeno Jesús Navas, que ha precisado de muchos meses de reflexión para aceptar formar parte de la selección y compatibilizarla con su casa, el Sevilla.
Dicen esas mismas personas que si Michu hubiera ingresado en las filas sportinguistas y en el primer partido, o en los dos primeros, le salen mal las cosas o, sobre todo, le silba una parte relevante del público, se acabaron sus habilidades. En fin, que demuestra que la madurez deportiva va muy por delante de la personal.
Al final, la última aportación a sus reticencias han sido la multitud de "amenazas" que ha recibido en las últimas horas si decidía cambiar los aires de Vigo por los de Gijón. Que vestirse de rojiblanco le iba a traer algún problema era obvio, pero ¡vamos, hombre!, que salir a jugar en El Molinón no tiene los riesgos que desde estos días tiene Gaspar Llamazares para desplazarse por culpa de unos ineptos del FBI que han utilizado una foto suya como base para hacer el retrato robot de cómo sería hoy Bin Laden. En fin, que está bien donde está. Cuando racionalice lo de estos días y ponga su mente en claro es posible que pueda demostrar el fútbol que lleva dentro. Si, por el contrario, su raciocinio sigue por los actuales derroteros es muy posible que nunca pueda demostrar si verdaderamente es un futbolista con capacidad para jugar en Primera División y triunfar en otro equipo.

viernes, 15 de enero de 2010

La fuerza del Norte

El cambio de gobierno en el País vasco ya hacía presagiar que iba a tener consecuencias colaterales que traspasan las fronteras de Euskadi. En el plano institucional, y por lo que a Asturias se refiere, la reunión que hoy mantuvieron Patxi López y Vicente Álvarez Areces rompe una inercia de desencuentros protagonizada, fundamentalmente, por el agocentrismo aislacionista del Partido Nacionalista Vasco, que ha dirigido hasta el pasado año los destinos de esa comunidad autónoma.
La foto de los mandatarios asturiano y vasco de hoy tiene en este sentido un significado de apertura de nuevos horizontes a la necesaria defensa de los intereses comunes de unas autonomías, las de la Cornisa Cantábrica, que, aunque siempre debieron marcha unidas en el objetivo de unos intereses compartidos, casi nunca lo hicieron, hecho lamentablemente justificado en el baile de siglas diferenciadas que han gobernado en cada una de ellas desde la construcción del Estado autonómico.
Del acuerdo conjunto alcanzado ayer por López y Areces destaca el objetivo de lograr "un espacio económico integrado" para el desarrollo de unos territorios a los que, ahora que se estila tanto, podría por muchas razones otorgársele esa categoría de Euroregión. Sin embargo, más allá de las palabras y las fotos oficiales, la realidad invita a ser desconfiado sobre un frente común de defensa integrado por País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Si la perdida del poder de los nacionalistas en la primera de esas comunidades puede significar un rayo de esperanza, la dirección con mayoría absoluta de los destinos de Galicia por parte del PP o la presencia al otro lado de la frontera asturiana de un personaje tan 'simpaticón' como imprevisible como es el regionalista Revilla no ayudan a recuperar la confianza en esa hipotética unión que debería orientar todos los pasos de esa macroregión.
Y si la diferencia de siglas políticas son siempre un impedimento en el actual Estado de las autonomías, nada hace pensar que una hipotética coincidencia en el conjunto del Norte en un futuro más o menos cercano cambiaría las cosas. Valga como muestra el hecho de que quienes hoy se reunieron y gobiernan ambos bajo las siglas del PSOE han dejado claro un aspecto muy concreto, pero también relevante y significativo, la abierta discrepancia sobre la línea de alta velocidad a través de la Cornisa. Mientras López ofrece su apoyo al proyecto 'transversal', Areces mantiene su rechazo a los mismos y una apuesta por la alta velocidad radial, o sea a través de Madrid.
Se trata sólo de un ejemplo -aunque no baladí-, pero basta para mostrarse escépticos respecto a la posibilidad de que algún día la unión de intereses pueda convertir en realidad la fuerza de la apuesta del Norte por un futuro realista para esas cuatro autonomías.

Obama bien vale una misa

La frase no es mía; la ha pronunciado hoy la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, pero su aviesa intención refleja un sentir generalizado en el conjunto de la sociedad española tras el anuncio -parece ser que anticipado respecto a la programación del Gobierno- de que el presidente español va a asistir el próximo día 4 de febrero al denominado Desayuno Nacional de Oración, aprovechando su visita oficial a los Estados Unidos para reunirse con Obama. Compromisos de cortesía aparte, no deja de chocar que un mandatario que se empecina en resaltar su laicismo en el día a día, acuda a un acto de marcado carácter religioso -católico, naturalmente- y que organiza una organización norteamericana de ideología ultraconservadora, y lo haga dándole "una relevancia significativa y muy singular", según sus propias palabras, y se manifieste "honrado" por la invitación, en las de su 'número dos', Teresa Fernández de la Vega.
El Gobierno, consciente de que, más allá de la presencia física, el acto tiene un evidente cariz mediático negativo, se ha apresurado a hacer constar que la presencia de Zapatero en el evento responde únicamente a una invitación de Obama y que al mismo ya han asistido otros mandatarios internacionales incluso de otras religiones. También es cierto que el presidente o su equipo de gobierno asiste a funerales de Estado u otro tipo de actos de carácter religioso pese a mantener una guerra subterránea permanente con la jerarquía eclesiástica que va desde el recorte de los mecanismos de ayuda a la financiación hasta los mecanismos legislativos como la reciente ampliación de la ley del aborto.
Sin embargo, parece obvio que la aceptación sin reparos a acudir al acto del día 4 de febrero tiene mucho más que ver con quién es el anfitrión que con un deseo de no ofender a los organizadores. Lo que es prácticamente seguro es que, de "no ser vos quien sois" seguro que la excusas para rechazar la invitación hubieran caído en cascada y el rsultado final sería otro bien diferente. En estos momentos, Zapatero busca desesperadamente la foto con Obama -ya la tuvo el pasado 13 de octubre en la Casa Blanca- pero no era preciso alcanzar ese objetivo en una convocatoria como ese Desayuno Nacional de Oración, ya que el mismo se produce en la misma fecha en la que el presidente español se reunirá con su homólogo estadounidense por motivos mucho más relacionados con el cargo que ambos ocupan y con la política internacional.
Estar permanentemente colocándose al margen de todo lo que tenga que ver con la Iglesia y marcando distancias con sus bases fundamentales y símbolos es consecuente con la declaración de laicismo pleno. Sin embargo, decisiones como la que ahora acaba de tomar hacen dudar de esa coherencia e invitan a los más maliciosos a pensar que en estos momentos lo único que le interesa es seguir los pasos de Obama e ir allí donde éste le conceda el privilegio de su compañía, tapándose la nariz y encerrando temporalmente bajo diez llaves los principios básicos de programa e ideología.
Aunque hubo quien llegó a afirmar que Obama sería el trasunto norteamericano del estilo Zapatero, parece obvio que la realidad sea la inversa y que éste se haya fijado la figura y el estilo del mandatario norteamericano como espejo en el que mirarse cada mañana. Si éste va a ser el camino, bien podría tomar ejemplo de aspectos menos mediáticos y más prácticos, sobre todo en el aspecto económico, como, por ejemplo, el establecimiento de medidas concretas para recuperar las ayudas que el Estado ha facilitado al sector financiero, mucho mejor librado en este largo periodo de recesión y de crisis que el conjunto de empresas y ciudadanos y que, en algunos casos, ya han mostrado síntomas de volver a las andadas con las retribuciones millonarias a sus principales ejecutivos.

jueves, 14 de enero de 2010

¿De verdad lo de Michu es una buena idea?

Siempre me ha divertido alimentar la polémica Gijón-Oviedo y he pasado buenos momentos fomentándola con familiares, anigos y conocidos de la capital. Todo ello, eso sí, dentro de un respeto que no traspase la frontera de la educación, algo que -desgraciadamente- no han hecho quienes debían dar ejemplo: los más altos representantes institucionales o sociales de las dos principales poblaciones asturianas.
Otra cosa bien diferente es todo lo que se relaciona con el fútbol y los equipos representativos de Gijón y de Oviedo. Yo soy de los que casi nunca me he creído esas declaraciones que apuestan por rojiblancos y azulones en la máxima categoría del fútbol nacional. Más bien pienso que, según de que lado sople el viento, afloran las alegrías o penas por los resultados adversos o favorables, respectivamente del contrario.
Como en el aspecto institucional y político, siempre hay algunos protagonistas en esta rivalidad que 'cagan fuera del tiesto', algunas veces con salidas de tono que se pueden pensar, pero nunca expresar en voz alta.
Viene todo esto a cuento por el largo proceso iniciado la pasada semana, a raíz de la marcha del sportinguista Míchel al fútbol inglés, para sustituirle por el ovetense Michu, actualmente militando en las filas del Celta de Vigo. El centrocampista en cuestión tiene un amplio historial de esas manifestaciones antisportinguistas que no viene a cuento recordar, aunque están en la mente de toda la afición gijonesa. Dirán que eso es el pasado, pero el tiempo que se está tomando el muchacho para dar el visto bueno al traspaso, a pesar de la 'bendición' paterna, de que -dicen- cuadriplicaría su ficha y otras ventajas varias, dan que pensar si el tal Michu podría enfundarse la camiseta rojiblanca sin que la cara se le pusiera azul. Comentan. incluso, que tiene miedo a la reacción de los aficionados ovetenses.
Todo esto, en fin, configura un panorama poco alentador para suspirar, como al parecer está haciendo el club rojiblanco, por la llegada del jugador. Todos sabemos que la práctica totalidad de los futbolistas que militan en categoría nacional son profesionales -no mercenarios, en general- y que pueden ofrecer un rendimiento razonable con independencia del color de la elástica que se enfunden. Pero también sabemos que una cosa es seguir jugando al fútbol y otra bien distinta sentir los colores, algo que, a la larga, se deje sentir en el terreno de juego. Algo me dice que el caso de Michu podría ser -y que me perdonen si me equivoco- uno de esos errores provocados por la precipitación en sustituir a un centrocampista que este año -otros no- parecía titular indiscutible.
No entiendo, en fin y para ser más claro, ese deseo de traer a la casa propia a alguien que ni la quiere ni nos quiere, según sus propias palabras. O sea que Michu, de entrada no, aunque sea la modesta opinión de un simple aficionado. Pero no por ser de Oviedo, o del Oviedo, sino por la falta de interés por cambiar de aires y defender unos colores con los que no simpatiza.
Aprovecho la ocasión para enviar mi cordial reconocimiento a Kike Mateo, ya entrenando en Balaídos y moneda de cambio en la teórica 'operación Michu'. Contribuyente básico al equipo que logró hace dos temporadas el ascenso del Sporting a Primera División, creo que no ha tenido la suerte ni las ocasiones suficientes para demostrar que, aunque la plantilla rojiblanca se ha visto enriquecida en los dos últimos años, todavía podría aportar algo más de lo que ha hecho en este periodo. Al margen del lugar al que se vaya, su profesionalidad y entrega quedará en el recuerdo de los verdaderos aficionados.

sábado, 9 de enero de 2010

Objetivo, recuperar a Cascos

El comienzo del nuevo año ha vuelto a poner en primer plano de la actualidad -a falta de temas más atractivos- ese futurible relevante asunto para la política regional que es el retorno a la primera línea de Francisco Álvarez-Cascos. En cuestión de días, sólo por el cambio de guarismo en el calendari, si 2009 no era el año para abordar el proceso para la elección del cartel electoral para las autonómicas del año próximo, unas campanadas nos han metido en el 2010, y éste sí es el de la decisión, aunque haya muchos meses por delante.
2009 acabó con una campaña de peticiones -el líder del PP de Llanes, un grupo de diputados regionales, alguna opinión personal de personas tan bien situadas como el diputado nacional Isidro Fernández Rozada,...- que reclaman el que Cascos vuelva a Asturias y se sitúe como la opción de victoria de los populares para la Presidencia del Principado. También en estas últimas fechas, el presidente regional actual y tres veces aspirante sin éxito a esa plaza, Ovidio Sánchez, y algunos miembros de su 'guardia de corps' han minimizado el tema considerando "chismes" sin mayor relevancia esos movimientos verbales de unos y otros.
En definitiva, que las cosas no han cambiado nada desde la última vez que me referí al marco político actual, poco favorable si se valora el peso real de cada una de esas facciones a facilitar la vuelta de Cascos. Es cierto que el grupo de los 'fans' juega con una carta a favor que, aunque para la cuestión que abordamos tiene poco peso real, no hay que desdeñar con vistas a alguna modificación futura en el escenario: la calle. El reclamo del desembarco del veterano político de la derecha asturiana tiene defensores no sólo en amplias bases de su propio partido, sino también en no menos numerosos sectores de la ciudadanía en general e incluso, aunque estos lo digan de boca para adentro, de representantes de la izquierda regional. Todo ello, sin embargo, de nada valdrá mientras los actuales dirigentes regionales y locales (de Gijón) sigan viendo en el ex ministro de Fomento un serio peligro para sus aspiraciones de seguir como profesionales en la política.
Ovidio Sánchez ha recordado recientemente que el candidato lo decide Génova. Eso también lo sabíamos y para el que tenga el humor de seguir esta tribuna ya conocerá mi criterio de que el actual líder nacional, Mariano Rajoy, no creo que esté entusiasmado con la vuelta de Cascos y mucho menos si es con opciones de convertirse en un 'molesto' barón regional. Dicen algunos amigos del ex vicepresidente que el 'silencioso' presidente del partido tiene que jugar esa carta para optar con bastantes garantías a gobernar en Asturias. Pero, y si es así, ¿por qué ha alentado la tercera intentona de un perdedor nato como Sánchez en la última convocatoria autonómica? Yo soy de los que creo que Rajoy prefiere un Sánchez perdedor a un Cascos ganador. No voy a decir que quiera la derrota, pero no parece que desde que es presidente del partido haya hecho muchos esfuerzos por ganar el Principado, ni de lejos la actitud que sí ha mantenido en otras comunidades.
Y el que esto esté leyendo se dirá:¿para exponer lo de siempre no hacía falta tanto 'rollo' como el desarrollado hasta aquí. Cascos sigue sin decir esta boca es mía y no parece que vaya a cambiar de criterio por el momento, más allá de las segundas y terceras lecturas que sus afines quieran hacer de salmones y 'museles'. Pero sí hay una novedad que me he resistido a exponer hasta ahora y que ha llegado el momento de apuntar. Queda claro que los promotores de la vuelta de Cascos, más allá de lo que pase por los más recónditos rincones de la mente del ex ministro, no están dispuestos a dejar pasar la ocasión -podría no haber ya otra, dado que los años nos van pasando para todos- y han decidido pasar a la acción. Conscientes de que en Asturias hay poco que hacer, aunque parece evidente que se montarán plataformas y recogida de firmas si es preciso, todo apunta a que el objetivo está en la dirección nacional. Por eso, de la manifestación en voz alta de lo que son unos deseos, han decidido pasar a la acción y atacar directamente en el núcleo principal del partido. Si Rajoy no va a dar facilidades también es cierto que no va a oponerse abiertamente si los clamores vienen de otros ámbitos. Por ello, los más fieles 'casquistas' asturianos han decidido pedir ayudas en Madrid y recurrir a quienes pueden por su posición o por lo que representan aún en la estructura nacional influir en las más altas instancias. Los seguidores asturianos del ex presidente han emprendido su propia campaña y están echando mano de algunos de los ex compañeros de Cascos en el Gobierno, incluido el propio ex presidente José María Aznar, algunos ex ministros que entran en Génova todavía como Pedro por su casa, a una incondicional del asturiano, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y, sobre todo, al flamante presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que si bien no es exactamente un amigo de Cascos, podría aprovechar su actual situación para ayudar a un compañero al que admira y respeta.
Ésta sí es una novedad importante que podría cambiar el hasta ahora negativo panorama en el objetivo de recuperar al ex vicepresidente para la política institucional. Atentos a esta estrategia que podría coger con el pie cambiado a los muchos enemigos que el veterano político mantiene en su tierra y que controlan el PP asturiano. Claro que -como ya dije una vez- todo ello podría ser innecesario si el propio interesado abandonara su torre de marfil y, además de aprovechar el trabajo de sus fieles y amigos, se olvidara de la alfombra roja y hablara con claridad a Rajoy: "Mariano, quiero ser presidente de Asturias. ¿Tú que dices?". Pues que va a decir: "P'alante".

miércoles, 6 de enero de 2010

¿Ahora sí vale Solbes?

Hay una máxima generalmente aceptada en política que dice que cuando no sepas como resolver un problema creas una mesa, un grupo de trabajo, una organización o acuñas una llamativa definición orientada a loables objetivos. En eso el presidente Zapatero es un experto y en sus casi seis años de mandato ya tiene unas cuantas creaciones personales. La última ha sido ese 'comité de sabios' orientado a aprovechar la Presidencia española de la UE para 'capitanear' la salida de la crisis económica, un pequeño grupo superselecto que se reune el mismo día en que sabemos que el país que preside el máximo responsable ha conseguido duplicar el paro en dos años y acercarse mucho a esos cuatro millones de desempleados que cuando hace unos cuantos meses alguien vaticinaba esa cifra su equipo le tachaba de irresponsable.
Zapatero está en horas bajas, muy bajas, y necesita nombres y fotos. Primero era la de Obama y con perseverancia la consiguió. Hoy estará en todas las portadas de los periódicos nacionales acompañado de Jacques Delors, Felipe González y Pedro Solbes -con el apéndice de Elena Salgado en una esquina-. Sin embargo, la contemplación de esa imagen provoca el efecto contrario al que se supone busca. Se trata de una foto cargada de frialdad, con unos protagonistas que dan más la impresión de ir cada cual a lo suyo.
Es curioso que el más campechano de todos sea precisamente el ex vicepresidente económico, un Solbes al que ahora recurre para salvar la crisis europea, después de haberle obligado a echarse a un lado porque "no podía" con la española. Mercadotecnia aparte, rechina también un tanto la presencia de González, una persona que no se ha recatado en numerosas ocasiones de cuestionar la forma que tiene Zapatero de gestionar los grandes temas. Al lado de ellos, Delors aparece como la figura capaz de dar lustre a la 'semella'. En definitiva, una nueva operación de imagen que chirría con las cifras oficiales de la economía y las previsiones más optimistas... para España, claro, porque esa Europa a la que vamos a ayudar ya nos lleva muchos cuerpos de ventaja y en bastantes casos ha dejado atrás la oscuridad del túnel del que nuestro país todavía parece lejos de salir.

Areces cambia de registro

El presidente Areces ha logrado crearse a lo largo de su ya larguísima carrera institucional una consolidada imagen de experto orador. Desde los tiempos en que era alcalde de Gijón, la consideración de sólido retórico le ha seguido allá donde cualquier acto justificaba su intervención. Con el paso del tiempo, el veterano mandatario asturiano ha ido enrocando su discurso hasta el extremo de dotarlo de dos características fácilmente contrastables: su longitud y su reiteración. A estas alturas, cuando Areces va a intervenir surgen automáticamente los comentarios en los que entre bromas y en serio se hace alusión al más que probable escenario definido por esas dos premisas. Dicen que el mandatario asturiano no suele dejarse aconsejar y no tiene quien le escriba, y no precisamente por falta de gabinetes, sino por esa seguridad en sí mismo que le lleva a repetir lugares comunes -unas veces más creíbles que otras- y hacerlo a través de un verbo generalmente extenso y cansino.
A eso estamos todos acostumbrados y prácticamente ya ni molesta; Tini es así. Lo que sí choca es que para una vez que se sale del guión lo haga para decir una frase como la pronunciada ayer con motivo de la inauguración del túnel de Rañadoiro y a propósito de la ejecución de la autovía La Espina- Ponferrada, entre Asturias y León. El presidente aseguró que la obra se hará, aunque no cuándo, porque es un compromiso de Fomento y añadió -aquí viene la gorda- que "en política las palabras se cumplen". No sé de donde se ha sacado Areces la frase, pero a la mayoría de los ciudadanos españoles, en general, y asturianos, en particular, les suena a chunga. No es necesario porque hay casos sangrantes que están en la mente de todos, pero podría rellenar decenas de líneas con las promesas incumplidas en política, por los suyos y por los demás. Aunque reiterativo, sería mucho mejor que el presidente asturiano mantuviera su libreto habitual y no se esforzase en eso que le cuesta siempre tanto: dar titulares para los periódicos. A cada uno su papel, porque humoristas sobran, especialmente en la tele.

sábado, 2 de enero de 2010

La economía real está en la barra del bar

Las pasadas Navidades son tiempo propicio para los discursos y los balances del año que se estaba agotando. Días atrás ya comenté en esta tribuna algunos aspectos del mensaje del Rey. Pocas horas después, hizo lo propio, a modo de recopilación del año 2009 y previsiones para el que acaba de comenzar, el presidente del Gobierno. Aunque es verdad que sus exageradas dotes de optimismo no estuvieron esta vez tan presentes en sus palabras a los españoles, Zapatero anunció que empezaremos a ver el fin de la crisis y el inicio de la recuperación para finales de 2010, lo que no es óbice para que el paro vaya a seguir mal y otros indicadores económicos todavía estén lejos de ofrecer un rayo de esperanza.
Partiendo de que la parte positiva de ese discurso no se la tragan ni los adictos al aceite de ricino -la previsiones favorables de este Gobierno, por desgracia, siempre se van posponiendo en el tiempo- creo que sería positivo que el presidente Zapatero , como en una de esas increibles películas norteamericanas, se disfrazara y saliera uno de estos primeros días del año a la calle para escuchar la voz de los verdaderos sufridores de sus "errores" en esta tremenda crisis que -admite- tardó en reconocer. Si como cualquiera de nosotros se da una vuelta estos días por bares y cafeterías, tiendas y mercados, descubrirá que si el CIS dice que tres cuartas partes de los ciudadanos están más preocupados por la situación económica y cómo salir de ella no es una simple cifra o una encuesta, sino la auténtica realidad. Ni las juergas navideñas, ni la vuelta de las competiciones futbolísticas, nada: de lo que habla la gente es de "les perres", del paro... y de los precios. Porque, eso sí, de salir del pozo, por ahora nada de nada, pero las subidas desbordadas de algunos servicios básicos y de los impuestos -a las que no son ajenas administraciones autonómicas y locales- vienen a ser como un plus de peligrosidad para los bolsillos que un asturiano de apellido Campa se ha empeñado hoy en tratar de explicar sin haber convencido a nadie. Las ayudas extraordinarias de los supuestos cercanos años de bonanza han desaparecido, laa pensiones suben unos nueve euros y los sueldos, en la mayoría de los casos, ni eso. Mientras el Ejecutivo nos sigue machacando con aquello de la deflación -que mucha gente no se cree porque va todos los días a la compra- los precios suben y lo hacen, como queda dicho en servicios básicos e impuestos de los que nadie está libre. Así, "campas" aparte, va a ser difícil que pueda reactivarse el consumo y mejorar las cosas. ¡Veremos que nos dicen a medida que vaya pasando el año!
Queda hecha la invitación al señor presidente. Baje de su torre de marfil, olvide por un momento las loas de los 'pelotilleros' que sí tienen asegurada su estabilidad y escuche a la gente de a pie. Tápese los oídos -eso sí- y no tenga muy en cuenta los insultos y blasfemias que tienen su persona como destinatario. Eso no está bien. Pero vea lo que les preocupa y escuche alguna lección de economía real que nunca le aportarán sus más directos colaboradores ni los gurús a los que se les llama expertos.
Como ya queda dicho que esa es una situación de película, luego no se sorprenda, para pasar inmediatamente al menosprecio, de los sondeos que cada vez le restan más apoyos entre los votantes. Por el camino actual, va a ser verdad que se los está poniendo "a huevo" a una oposición que -es verdad- no ha aportado hasta ahora una sola alternativa, limitándose a decir que "hay que hacer otra cosa". es verdad, pero ¿qué cosa? Ellos lo sabrán, pero no nos la dicen. El problema es que, entre tanto, los cinturones ya no van a dar para más agujeros y las perspectivas de futuro nos ponen los pelos de punta tanto con los que están como con los que podrían venir a sustituirlos. Un dolor.