viernes, 15 de enero de 2010

La fuerza del Norte

El cambio de gobierno en el País vasco ya hacía presagiar que iba a tener consecuencias colaterales que traspasan las fronteras de Euskadi. En el plano institucional, y por lo que a Asturias se refiere, la reunión que hoy mantuvieron Patxi López y Vicente Álvarez Areces rompe una inercia de desencuentros protagonizada, fundamentalmente, por el agocentrismo aislacionista del Partido Nacionalista Vasco, que ha dirigido hasta el pasado año los destinos de esa comunidad autónoma.
La foto de los mandatarios asturiano y vasco de hoy tiene en este sentido un significado de apertura de nuevos horizontes a la necesaria defensa de los intereses comunes de unas autonomías, las de la Cornisa Cantábrica, que, aunque siempre debieron marcha unidas en el objetivo de unos intereses compartidos, casi nunca lo hicieron, hecho lamentablemente justificado en el baile de siglas diferenciadas que han gobernado en cada una de ellas desde la construcción del Estado autonómico.
Del acuerdo conjunto alcanzado ayer por López y Areces destaca el objetivo de lograr "un espacio económico integrado" para el desarrollo de unos territorios a los que, ahora que se estila tanto, podría por muchas razones otorgársele esa categoría de Euroregión. Sin embargo, más allá de las palabras y las fotos oficiales, la realidad invita a ser desconfiado sobre un frente común de defensa integrado por País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Si la perdida del poder de los nacionalistas en la primera de esas comunidades puede significar un rayo de esperanza, la dirección con mayoría absoluta de los destinos de Galicia por parte del PP o la presencia al otro lado de la frontera asturiana de un personaje tan 'simpaticón' como imprevisible como es el regionalista Revilla no ayudan a recuperar la confianza en esa hipotética unión que debería orientar todos los pasos de esa macroregión.
Y si la diferencia de siglas políticas son siempre un impedimento en el actual Estado de las autonomías, nada hace pensar que una hipotética coincidencia en el conjunto del Norte en un futuro más o menos cercano cambiaría las cosas. Valga como muestra el hecho de que quienes hoy se reunieron y gobiernan ambos bajo las siglas del PSOE han dejado claro un aspecto muy concreto, pero también relevante y significativo, la abierta discrepancia sobre la línea de alta velocidad a través de la Cornisa. Mientras López ofrece su apoyo al proyecto 'transversal', Areces mantiene su rechazo a los mismos y una apuesta por la alta velocidad radial, o sea a través de Madrid.
Se trata sólo de un ejemplo -aunque no baladí-, pero basta para mostrarse escépticos respecto a la posibilidad de que algún día la unión de intereses pueda convertir en realidad la fuerza de la apuesta del Norte por un futuro realista para esas cuatro autonomías.

1 comentario:

  1. Vista la deriva que ha tomado el denominado "Estado Autonómico", es más que dudoso el entendimiento en pos de intereses comunes. El ejemplo del AVE del Cantábrico es palmario (para vergüenza de los asturianos que tragamos con semejante historieta), como acertadamente recuerda nuestro periodista en la reserva.

    De todas formas, a la hora de acuerdos vecinales, la prioridad debería ser -sin menosprecio para los demás- con Castilla-León, una Comunidad con la que tenemos vínculos históricos, así como raices comunes, y que, en poco tiempo, tendrá nuevas vías de comunicación que favorecerán un mayor intercambio socio-económico. No obstante, bien está que nuestros representantes se sienten a dialogar (es un alivio ver a Patxi López ejerciendo; algún día habrá que agradecerselo al "malvado" PP).

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