Anda revuelto el gallinero de la política asturiana estos días a raíz del viaje que en la próxima primavera va a realizar el Gobierno del Principado a varios países hispanoamericanos. Aunque la cita electoral más cercana -autonómicas y municipales- se encuentra todavía a más de un año de distancia, los aparatos de los prinicpales partidos políticos llevan ya tiempo en plena actividad y, aunque oficialmente repiten hasta la saciedad que "no hay nada" por el momento y el famoso "no toca", los trabajos para la definición del cartel electoral y las estrategias políticas van cobrando poco a poco forma en la 'clandestinidad', porque nadie quiere dejar las cosas para los últimos meses. De los candidatos ya he comentado en alguna ocasión "el estado de la cuestión" a estas alturas, pero a la estrategia electoral no he aludido hasta la fecha.
Sabemos que, a nivel nacional, Rajoy y su equipo, que tienen la cita con las urnas un año después, trabajan a destajo para buscar aquellos asuntos que puedan tener más calado en la ciudadanía en su labor de presentar la mala gestión del Gobierno de Zapatero y, aunque la crisis es un filón suficiente, el miedo a que las cosas puedan cambiar y simplemente la recuperación dé muestras de aparecer , ha llevado a los populares a diseñar otros frentes relevantes que capitalizar que no me voy a parar ahora a reseñar porque están estos días en todos los medios de comunicación.
En Asturias, con la cita con las urnas más cerca, parece lógico que, desgaste natural del Ejecutivo de Areces al margen, también Ovidio Sánchez y los suyos vayan rastreando nichos de deméritos socialistas con los que fijar su propio escenario para optar a gobernar otra vez en el Principado después de muchos años. Parece obvio, en este sentido, que los golpes hay que darlos en las partes más sensibles del 'cuerpo' del rival, es decir, aquellos aspectos que llegan con más facilidad y más irritan al votante. En ese camino, el mencionado viaje institucional cuando estamos en el 'pozo' económico parece un bocado más que apetecible para iniciar una ofensiva. El primer embite lo ha protagonizado José Agustín Cuervas-Mons y ha logrado con bastante facilidad apuntarse los titulares. Toda parece indicar que a quien es uno de los peones de Gabino de Lorenzo en el Parlamento regional se le ha ido un poco el tema de las manos y no midió suficientemente el alcance de su ataque, y no lo hizo porque en la expedición a Hispanoamérica tienen un destacado protagonismo los empresarios, un colectivo que, con algunas excepciones suele estar mucho más próximo al PP que al PSOE. Hay que aclarar para los qe desconocen la historia de estas iniciativas viajeras que, si bien se iniciaron con los primeros gobiernos autonómicos con un carácter marcadamente institucional, al margen de que algún representante empresarial figurase siempre en el listado de invitados. Con el tiempo, este colectivo fue ampliando su nómina y se dio también entrada habitual a los sindicatos. Alguna que otra crítica aparte -eran tiempos de 'vacas gordas'- se decidió cambiar aquella carácter inicial por el de "misiones comerciales", reforzando a nivel oficial el carácter de buscar oportunidades económicas para la economía asturiana que debían tener esos periplos por el mundo.
Nadie duda a estas alturas que ese aspecto comercial forma parte real de la presencia asturiana por esos mundos de dios, aunque también es cierto que, para quienes conocen el alcance real de los programas habituales, discursos aparte y las muchas fotografías de reuniones y más reuniones no ocultan que este tipo de iniciativas tienen -hay que decirlo con claridad- poco de pan y mucho de circo. Ahora estamos en épocas de 'vacas flacas', pero no sólo en Asturias, ni siquiera en España, sino en la mayor parte del mundo mundial, y poner a priori en valor un viaje como el previsto para la primavera invita cuando menos a la desconfianza. La gran patronal, representada por FADE, ha puesto el grito en el cielo por las críticas del PP, pero no han entrado en detalles sobre la necesidad de a sus misiones comerciales bajo el paraguas protectos del Gobierno de Areces, máxime cuando en muchos de los casos trabajan sobre terreno ya pisado anteriormente. Igual que se habla cada día más de que cada palo aguante por su vela, no parece haber razón alguna para pensar que en un libre mercado los 'grandes patronos' no puedan buscarse la vida solitos. Por cierto, los ataques de los populares han tenido contestación contundente de los empresarios, pero no recuerdo haber leído nada al respecto de los responsables de los grandes sindicatos, progresivamente y en silencio reducidos de la nómina de invitados en las últimas convocatorias. ¿Qué dicen del gasto de esos cientos de millones de euros quienes son los testigos más directos de la difícil sitiuación laboral de Asturias? Me gustaría oirles.
Parece obvio que no considero oportuno en estos momentos el planteamiento de este próximo viaje institucional o misión comercial de Areces. Otra cosa bien distinta es -y con ello vuelvo al origen de este comentario- cómo ha planteado su estrategia el partido Popular. Si Cuervas-Mons hubiera errado efectivamente en el alcance de su embestida inicial, habría caminos colaterales por los que salirse del lío. Pero no, una vez originado éste, el propio Ovidio Sánchez -buen seguidor del estilo Rajoy de apartarse discretamente de las llamas y dejar que otros se 'calienten'- ha entrado directamente al trapo y ha echado más leña al fuego, incluso con frases tan desafortunadas como la referencia a ese otro tipo de "relaciones gratificantes", ajenas a las institucionales o comerciales, que. según él, podrían llevar a la misión asturiana a incluir Cuba en su programa. Con este tipo de declaraciones -basadas en presuntos excesos de algunos miembros de la delegación asturiana en anteriores visitas a la isla caribeña-. buscando claramente la ofensa sin citar hechos ni nombres, el prsidente de los populares asturianos no ha hecho sino emponzoñar más el asunto. ¿Será que efectivamente estamos ya ante el inicio de una estrategia de marcado carácter electoral, aquellas que, generalmente, suelen saltarse los límites de la cortesía exigida y abren la vía al "todo vale"?
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