miércoles, 2 de febrero de 2011

La otra foto de Las Azores

Hace unos años, la foto que se hicieron en las islas Azores los entonces presidentes de Estados Unidos, George W. Bush; del Reino Unido, Tony Blair, y de España, José María Aznar, reflejo de un "gran acuerdo" internacional sobre la intervención armada en Irak, dio la vuelta al mundo y se convirtio en icono de los opositores a cualquier conflicto bélico y símbolo de una de las grandes equivocaciones del siglo. Con mayor o menor intensidad, los tres han tenido que cargar justificadamente el resto de sus días con esa imagen y lo que representó.

Ayer hablaba de paralelismos y hoy nuevamente la visión de la foto del presidente del Gobierno, los líderes de los dos principales sindicatos y de la patronal, en una soledad sólo rota por la ingente presencia de medios de comunicación para inmortalizar el momento, firmando el "Acuerdo social y económico para el crecimiento, el empleo y la garantía de las pensiones" me ha traído no sé por qué a la memoria aquella fotografía de los líderes de la todavía muchos años después interminable guerra de Irak.

Los periódicos más afectos al 'régimen' ya lo han calificado de histórico y lo han comparado con los Pactos de La Moncloa. Si no fuera por su previsible verdadero alcance sería motivo para la risa. El citado 'acuerdo social' no hace sino certificar la responsabilidad de sus firmantes en lo que podría denominarse meter a los españoles en un conflicto de previsiones incalculables, el de la senda progresiva y sin vuelta atrás del recorte social, con el colofón del certificado de defunción del Estado del Bienestar, bandera del partido que sostiene al Ejecutivo.

Quién se puede creer que estos 'líderes sociales' van a ser capaz de devolver a España al crecimiento (los últimos datos oficiales establecen una nueva bajada del PIB y un crecimiento del IPC, mientras que los salarios se congelan, cuando no se pierden con los expedientes de regulación de empleo o los cierres patronales); por el empleo (también aquí los números más recientes sitúan a España con cuatro millones trescientos mil parados, lo que significa, según las mismas fuentes oficiales, un tercio del desempleo en la Zona Euro), y la garantía de las pensiones (con unas condiciones nuevas de endurecimiento salvaje que ponen la deseperanza en el ánimo de los jóvenes y de los que no lo son tanto). Todos habremos oído decir en estos días, tras establecerse los más de 38 años de cotización a la Seguridad Social para poder jubilarse y cobrar pensión a los 65 y no llegar a esa nueva meta establecida en el acuerdo social de los 67, que quién va a ser el guapo capaz de alcanzarlos, salvo las generaciones que están a punto de retirarse, si las nuevas no tienen la opción en la mayoría de los casos de tener un trabajo y los más afortunados van pasando de unas prácticas o de la condición de becarios a contratos temporales, al paro, otra vez al contrato basura,...

No hay derecho a hablar en estos momentos a los españoles de estos conceptos y de acuerdos históricos. Quizá para muchos, como para mí, la imagen de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno; Joan Rosell, con idéntico rango en la CEOE; Jesús Terciado, de la CEPYME; Cándido Méndez, secretario general de la UGT, e Ignacio Fernández Toxo, de Comisiones Obreras, juntando sus manos y formalizando el reinado de los recortes sociales les pueda parecer indignante y nos evoque aquel gran error de las Azores. Ahora, el error está en casa y los rostros de esos personajes van a ser recordados también y, desgraciadamente para todos, no para bien. ¡Ojalá me equivoque, por el futuro de todos!

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón, Marcelo. Ya estamos de fotitos históricas hasta el gorro. Lo que hacen falta son decisiones políticas históricas,no histéricas. Esta no es laq foto de las Azores es la que nos deja en manos de los azares del mercado.

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