domingo, 3 de junio de 2012

Sin control

¿Quién nos iba a decir allá por los primeros meses de 2008, cuando los síntomas eran diáfanos y los reconocimientos esquivos, que íbamos a llegar a esto? ¿Cómo podíamos imaginar entonces que la crisis -el entonces presidente Zapatero utilizó por primera vez el término el 8 de julio de ese mismo año-, que tenía fecha de caducidad más o menos corta, según los diferentes opinadores, amenaza con ser indefinida y cada dia que amanece no sólo nos niega un rayo de esperanza, sino que nos oculta un poco más el sol?

El lenguaje político de entonces pretendía neutralizar la realidad negándose a nombrarla, recurría a todo tipo de eufemismos para enmascarar la verdad con una terminología rebuscada. Ahora, la situación es mucho peor y la realidad ha superado negativamente las predicciones más pesimistas. La economía española es un barco a la deriva y sus gobernantes ya no son capaces de manejarla, han perdido absolutamente el control, pese a lo cual siguen aquella misma táctica cosmética de ocultar bajo rebuscadas palabras los rasgos más oscuros de nuestra situación actual.

Decíamos de José Luis Rodríguez Zapatero y sus gobiernos que transmitían con sus medidas una imagen de improvisación permanente, más guiadas por los embates puntuales de la recesión que por una política global encaminada a paliarla. Ahora, sus sucesores, con un escenario aún peor, han elegido el mismo guión y su gestión ya es incapaz de ofrecer la mínima confianza, tanto hacia sus conciudadanos como hacia el exterior. En sólo cinco meses han abocado las esperanzas de una mayoría amplia de votantes a la más triste de las depresiones. Y, por mucho que se esfuercen en conjugar la riqueza del lenguaje español, ya no son capaces de estimular en el depauperado cuerpo social un poco de aliento, fruto de esos vaivenes con que nos machacan un día sí y otro también, aunque las medidas siempre se manifiesten insuficientes para las exigencias de los "Mercados".

Pero todo engaño tiene su final. Y en este caso parece que está próximo. El punto y aparte, que no punto final, parece estar en la intervención, la particular palabra maldita para el equipo de Rajoy, que se desgañita negando la mayor de una deriva que parece inevitable. Hoy mismo un portavoz del partido que sustenta al Ejecutivo mayoritario ha manifestado que, si hubiera intervención, tampoco sería el "apocalipsis". Es sólo el principio. Habra que ponerse a cubierto.

1 comentario:

  1. Exactamente, la intervencion acecha y cuando el rio suena....
    Rajoy desde que gano las elecciones ha faltado a la verdad, o sea, nos ha engañado muchas veces haciendonos creer que los recortes serian leves.
    Las cuentas que dejo Zapatero y las que dejo Esperanza Aguirre, Camps, Matas o el tripartito catalan hacen que nuestro deficit haya aumentado hasta lograr que la fatidica intervencion se otee en el horizonte como algo ya muy factible.
    La corrupcion y el tener tantas guerras abiertas contra todos a la vez solo hacen que crear en nosotros y en el exterior una imagen de angustia diaria y permanente.
    Muchos ya creemos que no se puede destruir todo lo ganado solo para justificar unas cuentas ante Alemania o ante el FMI. No todo vale. No se peuden destruir empleos si con eso se ahorra dinero y no se puede dar lo poco que se tiene a organizaciones privadas ruinosas mientras los albergues y los comedores sociales no dan a basto.
    No todo vale. Pero a nuestra derecha en general le da igual y seguiran votandose en el Congreso unos a otros los recortes y apoyandose mutuamente sean Foro, PP o CIU, todos son lo mismo, solo cambian las siglas.

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