jueves, 9 de abril de 2015

El laboratorio asturiano

Ya no cabe duda de que, si la política asturiana se caracterizaba, tras el proceso de construcción de la autonomía, por su condición de previsible y aburrida, las cosas han empezado a ser bien diferentes. Nada que ver con aquellos 'contubernios' de raparto del poder entre los dos grandes partidos tradicionales, con uno en el Ejecutivo autónomico y el otro en una placentera oposición; o, al revés, en el caso de la capital del Principado.

A mí, personalmente, se me antoja que nuestro escenario regional se está convirtiendo en un verdadero laboratorio donde la evolución de las relaciones de fuerzas en el ámbito nacional encuentran el tubo de ensayo perfecto para experimentar nuevas fórmulas y combinaciones.
La más evidente, y ya contrastada, de esas pruebas ha sido y es el nuevo marco de relaciones establecidas en el último año y medio entre socialistas y populares, con los acuerdos sobre presupuestos -sobre todo-, las modificaciones en el consejo de administración de la RTPA, o algunas otras normas sacadas adelante cn los votos de ambas fuerzas políticas, algo inimaginable hace tan sólo unos pocos años.

Creo haber comentado anteriormente el carácter 'celular' de esa nueva entente, con signos incontestables de poder convertirse en un referente para otros ámbitos institucionales si, como apuntan los sondeos, el derrumbe de PSOE y PP limitase sus opciones de gobierno a un apoyo mutuo, algo que ya ha salido a relucir, aunque veladamente, en palabras de algunos dirigentes estatales, a raíz de los resultados de las autonómicas andaluzas.

Ahora, Asturias se ha convertido en una nueva 'probeta' en la que poner a prueba el desconcierto que esos mismos comicios en la comunidad del Sur han sembrado en el seno de Unión, Progreso y Democracia, con la rebelión de numerosas direcciones territoriales y el enrocamiento de la líder nacional al negarse en redondo a dar pasos adelante para que algo cambie en la vida interna del partido.

El hasta ahora candidato autonómico electo de la formación magenta, Ignacio Prendes, ha decidido dar el paso adelante de iniciar conversaciones con Ciudadanos, algo que -por otra parte- siempre ha defendido públicamente y que se ha mostrado como la vía única para construir una alternativa de centro-derecha en el espacio manifiestamente abandonado por el partido de Mariano Rajoy.

La respuesta de su jefa nacional de filas, Rosa Díez, no se ha hecho esperar y se ha plasmado en la 'carta de despido' para el citado Prendes y buena parte de la dirección regional de UPyD.

Esos movimientos han puesto de relieve algo que ya se sabía: que los hombres y mujeres de Díez y de Albert Rivera en el Principado ya tenían avanzado el proceso para la integración con vistas a los comicios de mayo.

Aplicando la lógica, Ciudadanos sigue, a día de hoy, sin apenas estructura orgánica y sin candidatos, algo que, aunque nada más que sea por sus ocho años de andadura, puede aportar como 'dote' el partido magenta. El camino esta expedito. Y no hay que olvidar que el propio Nacho Prendes, que accedió hace cuatro años a un escaño de la Junta General como auténtico principiante, puede aportar ahora ese periodo de amplia experiencia, especialmente tras haber mantenido durante algo más de un año un pacto de legislatura con los socialistas.

Pero, que nadie se crea que las cosas van a ser tan fáciles. El partido de Rivera va hacia arriba y el de Díez cuesta abajo. Por ello, los hasta ahora representantes de este último deben medir bien sus exigencias a la hora de encontrar un punto de coincidencia. De la misma manera, en Ciudadanos deberían ser generosos a la hora de 'repartir', ya que, al menos en el Principado, precisan de algo más que la imagen sólida de un líder estatal. Porque, unos y otros, no deberían olvidar ese otro componente específico de la política asturiana en el mismo espectro político, una fuerza exclusivamente regional llamada Foro Asturias Ciudadanos.

1 comentario:

  1. Pues sí, la cosa se pone interesante. Aunque el gran pacto no es descartable (de hecho yo creo que se va a producir en algunas instituciones de ámbito nacional), aquí en Asturias las cosas han cambiado sensiblemente. Desde su aparición, eran todos contra la "bestia negra" invasora (Foro Asturias Ciudadanos); pero ocurre que han surgido nuevos "invasores", y esta circunstancia rompe los "equilibrios" (contubernios) escenificados recientemente, lo que puede dar mucho juego. Evidentemente el juego se rompería si PSOE y PP sumaran 23 o más diputados, lo que revitalizaría el 'pacto del duernu'. Pero el hartazgo del sufrido personal, y de los sondeos de opinión, apuntan hacia una fragmentación más acusada y, consecuentemente, a una representación más diversificada. Hay quien dice que ello produciría una situación de ingobernabilidad: los que ahora resultan beneficiados y desean que nada cambie. Pero no nos dejemos seducir por el discurso apocalíptico: llega savia nueva a las instituciones (que falta les hacía); y además no debemos olvidar que los "campeonísimos" del diálogo y la negociación conseguirán mantener una nutrida representación gracias a su potente red clientelar y al cultivado y abonado voto rogado. A ver si los "nuevos", más avisados, logran aparcar la política trapacera y del trile, y asoma la política de verdad.

    Mención aparte para UPyD, partido al que su obcecada y ensimismada dirección (es mi opinión) está abocando a la descomposición. Una pena.

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