Somos legión quienes nos preguntamos qué le ha ocurrido al actual alcalde de Oviedo desde que su hasta entonces jefe de filas, Gabino de Lorenzo, le cedió el bastón de mando en el Consistorio de la capital. Son ya bastantes meses los transcurridos desde entonces y durante ese tiempo José Agustín Iglesias Caunedo no ha dejado de asombrarnos con una imagen de concordia y diálogo muy alejada de su antecesor, más chocante si cabe por la fama de 'broncas' que ha perseguido en su carrera política al vigente regidor ovetense.
Podíamos pensar que la nueva aritmética municipal era argumento más que suficiente para ese giro copernicano de los populares de la capital, pero para ello habría que dejar de lado que con esas mismas cifras De Lorenzo mantuvo su estilo y soberbia por encima de cualquier otra estrategia. Las actitudes y las declaraciones de Caunedo semana tras semana, incluyendo "negar al padre", eran elementos añadidos para apuntar a una 'conversión' del político ovetense.
En ello estábamos cuando desde las 'cuevas' del Partido Popular asturiano suenan insistentes rumores de que el alcalde de la capital se ha embarcado con habilidad en esa campaña de lavado de cara fundamentalmente con un secreto y firme objetivo: ser el próximo líder de los populares en el Principado, disputando el puesto a la actual presidenta, Mercedes Fernández.
De las mismas fuentes se desprende que Caunedo no está solo, ni mucho menos, en la tarea; que cuenta con un importante apoyo de sectores influyentes de Génova y, por supuesto, que también estaría entre sus valedores más próximos el propio De Lorenzo, a quien a estas alturas muchos estamos convencidos de que su 'retiro' a la Delegación de Gobierno y el fulgurante ascenso de 'Cherines' no ha sentado todo lo bien que cabría esperar. La reiterada apuesta de Rajoy por la gijonesa en el último año ha mermado el protagonismo de uno de los políticos asturianos que más lo necesita para seguir siendo él mismo. Y desde su 'reserva' de la plaza de España podría estar cocinando las acciones encaminadas a cortar la carrera de su compañera de partido. No hay que olvidar que ese inmueble siempre ha sido, desde su aparentemente modesta influencia, el marco perfecto para cualquier tipo de 'conspiración' que es o haya sido en este territorio.
La solución, en cualquier caso, está a la vuelta de la esquina, en ese congreso regional previsto para el otoño, aunque todavía sin fecha. Ello si los protagonistas de la 'asonada' interna no logran arañar algo más de tiempo y consiguen aplazar el conclave a fechas posteriores. El tiempo correría a su favor.
Parecen lógicas las aspiraciones de Caunedo, considerando la pesada herencia que le ha supuesto el Ayuntamiento capitalino. No en vano, además, encabeza la agrupación local del PP más influyente, por obra y gracia del mayor conspirador de la política asturiana, ahora aparcado en la Delegación de Gobierno, en un desempeño exento de lucimiento personal y protagonismo, y aparentemente con poco poder de influencia. O no. Por eso se presenta interesante ese congreso regional. Porque, a pesar de la dedocrática designación de Rajoy en favor de Mercedes Fernández, no parece que las agrupaciones locales de la zona de influencia de Oviedo, por supuesto la de Gijón, y posiblemente la de Avilés, no demuestran entusiasmo alguno por confirmarla. Ver, veremos.
ResponderEliminarraitanucu
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