martes, 27 de noviembre de 2012

Eufemismos

Al final hemos conocido el primer documento fiable (recalco lo de primero) sobre la gestión del Niemeyer y lo único que viene a confirmar es que, al margen de las palabras, aquello era una casa de... de campeonato, con un equipo que actuaba a sus anchas y gestionaba con prodigalidad para sus objetivos el dinero público. En fin, que lo del chiringuito estaba más que justificado.

Y es que, según va pasando el tiempo, algunas de aquellas 'tropelías' y 'ataques a Asturias' del Gobierno de Cascos se va comprobando que tenían una justificación, al margen de las equivocadas formas elegidas en algunos casos. Ahora habrá que preguntar también qué piensan en estos momentos todos aquellos de la pancarta y la reivindicación de algunos de los gestores que produjeron estos agujeros oficialmente detectados.

Ahora a la actual consejera de Cultura le ha tocado dar la cara y nos sale con aquello de 'mala gestión'. Vamos, señora González, a dejarnos de eufemismos y llamar a las cosas por su nombre. Habrá que hablar de corrupción, de malversación de fondos públicos y ponerle a todo esto nombres y apellidos, además, por supuesto, de exigir responsabilidades, políticas y penales. Lo demás es marear la perdiz.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Peras y manzanas

El tiempo está demostrando que los problemas que se intuían en el horizonte cuando Javier Fernández conformó las alianzas que le permitieron acceder a la Presidencia del Principado no eran simplemente augurios. Tras el traspié que supuso la primera intentona de sacar adelante la ley de medidas urgentes pareció venir la calma de la mano de un acuerdo con sus socios "preferentes", acuerdo logrado a base de aparcar -como suele suceder- los puntos conflictivos.

Pero la siguiente parada del sinuoso trayecto en la gestión de la Asturias actual es mucho más problemática, como ya ha empezado a ponerse de manifiesto. Aunar las voluntades de los susodichos socios en lo que al proyecto presupuestario se refiere es harina de otro costal. Vamos, que aquello de sumar peras y manzanas sigue presumiéndose imposible, aunque algunos tengan la evidencia de que en política hasta esos 'milagros' pueden producirse.

Ahora hay que ponerse a trabajar ya con un proyecto político y en el mismo tienen mal encaje los polos opuestos. El debate sobre la presión fiscal ha dejado patente, por si a alguno se le había pasado por alto, que conjugar los posicionamientos de Izquierda Unida y de Unión, Progreso y Democracia en unas cuentas generales va más de allá de un 'puestín' o de dos o tres asesores. Podría decirse que sumar veintitrés votos ya sería de por sí complicado solamente con la coalición de izquierda, pero cuando al guiso se le añade el sufragio decisivo de los de Rosa Díez la empresa se antoja de titanes.

Sobre la posición de IU hay que señalar que el aumento de impuestos ya se ha tocado en la normativa aprobada esta misma semana para atajar el déficit y que Asturias figura en el 'top' de las comunidades en lo que a presión fiscal se refiere. Seguir insistiendo machaconamente en esa vía es demasiado peligroso por muy selectivas que se quieran hacer las medidas. ¡Claro que la coalición orientará sus políticas hacia el objetivo de recaudar de los que más tienen! Lo llevan en su programa. Y también en sus genes. Y como principio es de justicia. El riesgo es que, cuando los protagonistas de esas políticas puedan sentirse más exprimidos de la cuenta seguramente no tendrán ningún problema para recurrir a lo que el presidente de la patronal asturiana ha denominado de forma muy acertada "deslocalización fiscal". O sea que, a la gallina hay que pedirle que dé huevos, pero no matarla.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Memoria selectiva

Saben quienes conocen mi trayectoria profesional que nunca he sido amigo de enfangarme en trifulcas partidistas o en localismos improductivos. Nunca he practicado la separación de lo correcto y lo incorrecto entre izquierdas y derechas, ni he visto en el que pensaba diferente de mí al adversario aferrándome en la defensa de quien coincidia con mis principios. Jamás he encasillado a un compañero de profesión como enemigo por desarrollar su trabajo en un medio ajeno a aquél que me daba de comer. Por eso siempre me ha parecido reprobable ese periodismo de trincheras al que, a partir de los años ochenta o noventa, nos acostumbró la prensa nacional y que, afortunadamente, tuvimos la fortuna en Asturias de ser ajenos hasta unos lustros más tarde.

Por estos mismos planteamientos me disgusta expresamente que 'La Nueva España', dentro de su legítima 'guerra' con el partido de Francisco Álvarez-Cascos, haya venido introduciendo en algunas ocasiones dentro de su argumentario a 'El Comercio'. Y lo ha vuelto a hacer hoy mismo, a propósito de la publicidad con la que el Ayuntamiento de Gijón, con alcaldesa de Foro Asturias Ciudadanos, se supone que premió a "un diario local".

Desde mi actual situación 'en la reserva' no estoy en condiciones de verificar si tal favoritismo es real ni los límites hasta los que haya podido llegar. No voy a entrar en polémicas por ello. Lo que si me sorprende es que los responsables del "periódico líder", como gustan autodenominarse con prodigalidad, se hagan cruces y piden responsabilidades -eso sí, a través del Principado- en un ejercicio de memoria selectiva que excluye los innumerables años en los que el Consistorio ovetense, regido de forma absolutista por Gabino de Lorenzo, descargó sin tapujos toda su inversión publicitaria en el peródico capitalino.

Tampoco esta actitud es nueva. A raíz de la susodicha 'guerra a muerte' con Álvarez-Cascos durante el periodo en que éste fue presidente del Principado, 'La Nueva España' paseó su condición de víctima por todos los foros y recabó el amparo de colectivos y asociaciones profesionales. También entonces pasó prácticamente por alto -una frase perdida en un texto aquí o allá- que esa misma situación la había vivido años antes y por mor de la misma persona, aunque entonces en otras responsabilidades, el "diario local" de referencia, sin que por aquel entonces el 'asalto' a un medio de comunicación mereciera la atención de la 'competencia'. Claro que ésta obtuvo excelentes resultados de aquella campaña, logrando romper los estrechos márgenes de expansión territorial a los que en esta región habíamos llegado.

martes, 20 de noviembre de 2012

¡No escarmientan!

"La ciudadanía espera de los políticos una actitud moral ejemplar en tiempos de obligada austeridad". La frase es del diputado socialista por Guipúzcoa Odón Elorza y la pronunció hace unos meses, poco después de hacerse público que varias decenas de diputados con una o varias viviendas en Madrid cobraban una dieta de 1.823 euros en concepto de alojamiento y manutención. La alfombra la levantó Unión, Progreso y Democracia, que anunció su intención de poner el grito en el cielo para exponer ante los ojos de todos los españoles tamaña felonía.

Ahora, cuando están ya prácticamente listos para su aprobación definitiva los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio próximo, hemos podido conocer que estas partidas permanecen íntegras y que sus señorías seguirán disfrutando de este escandaloso privilegio -uno entre otros muchos- al menos por otro año más.

A los chicos de Rosa Díez parece que les ha pasado el 'afoguín' de entonces y no han recordado cumplir su compromiso de presentar una enmienda al respecto en el trámite parlamentario de las Cuentas. O no se les ha olvidado, pero han preferido dejarlo para otra ocasión, "cuando se aborde la reforma del reglamento de las Cortes", o sea cuando llueva para arriba.

El caso es que, a pesar de algunas prédicas surgidas de las filas propias, los dos partidos mayoritarios, y los minoritarios que están 'al machito' siempre que se puede, han preferido recurrir a la demagogia, la misma que esgrimieron cuando se denunció este 'atraco', y pasar la página para ver si el tema se olvidaba pronto.

O sea que sus señorías van a seguir cobrando por un alojamiento o unas dietas que no gastan -bueno, no las gastan en los fines para las que están concebidas-, podrán seguir disfrutando gratis de la más alta tecnología sin cargo a sus elevados sueldos -incluso algunos permitirse ser despistados y perder los aparatos con sorprendente descuido-, mantener la posibilidad de viajar en primera clase siempre que quieran y no tener que mezclarse con la 'chusma' que vamos en turista, ... En fin, sin renunciar ni a uno solo de los apartados de su amplio bagaje de casta selecta.

Y luego todavía son muchos de estos 'señoritos' los que se escandalizan cuando se da a conocer el cabreo generalizado de la ciudadanía con su comportamiento y, llegado el caso, con su propia existencia. ¡Es que no escarmintan!

lunes, 19 de noviembre de 2012

Pactos multidireccionales

Tiene razón la líder del Partido Popular al quejarse por ser, como el marido engañado, la última en enterarse de la propuesta de su 'desavenida' pareja, Foro, para solicitar la comparecencia en la Junta General del presidente asturiano. Pero también debería abandonar su sorpresa por el hecho de que este asunto -como tantos otros- lleguen precocinados a la Junta de Portavoces de la Cámara. A fin de cuentas ésta es moneda de uso común desde hace muchos años. Los actuales políticos no quieren dejar nada al albur y se aseguran antes de llegar a la reunión de que cuentan con los apoyos necesarios para garantizarse el camino para lograr sus objetivos puntuales.

En lo que concierne a la queja de Mercedes Fernández, su lamento, sin embargo, no debería ser ajeno al pasado más reciente, donde sus correligionarios llegaban con frecuencia a los órganos parlamentarios con un antinatural emplazamiento codo con codo con sus 'rivales' socialistas. Más allá de la manía persecutoria del señor Álvarez-Cascos cuando era presidente, lo cierto es que PP y PSOE encontraron una inusual coincidencia a la hora de sacar de quicio al anterior presidente asturiano.

Y del pasado, al futuro, aunque éste ya no pueda concretarse nada más que en tranquilas apreciaciones. ¿Está 'Cherines' segura de que en los meses próximos no podría ser el sostén del grupo gobernante en asunto tan relevante como los Presupuestos Generales del Principado para el ejercicio económico de 2013?

En fin, que los lamentos van por barrios y que, como siempre ocurre, al margen de las soflamas derecha-izquierda, la política puede hacer extraños compañeros de cama, algo por lo que ninguno, ni ella misma, debería arrojar la primera piedra. Los pactos se han producido, se producen y se produciran en múltiples direcciones. Y si no que se lo pregunten a ese 'ovni' que se presenta bajo las siglas de UPyD.

Como colofón que incide aún más en lo antedicho, vease ese otro 'entendimiento' entre los dos grupos 'mayoritarios' para votar a toda prisa el nombramiento de los nuevos integrantes del Consejo de Administración de la RTPA. Resultaría gracioso, si no fuera tan sangrante, que los protagonistas del primer -recalco lo de primer- intento de demolición de la radiotelevisión pública se afanen ahora en mantener como sea a un consejo con su amplísimo e innecesario número de componentes. Claro que no debemos olvidar que este tipo de organismos aligeran cada día las particulares 'oficinas del paro' de los partidos políticos.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Montaraces o sumisos

Algunos ya lo avisamos hace tiempo. Tras los primeros compases de gestión orientados casi exclusivamente a lograr 'la pacificación' en el Principado, el actual presidente -ya experto en estas tareas dentro de su propio partido- se ve enfrentado cada día que pasa con su propia imagen que, como un espejo, la arroja la visión poco tranquilizadora de que, más allá de los 'follones', el gobierno exige unas aptitudes especiales para sacar adelante los problemas de Asturias. Vamos, que criticar a otros cuando lo hacen es mucho más fácil que gobernar.

Ya desde la sesión de investidura se vio -aunque algunos prefirieran ignorarlo- que los apoyos logrados por Javier Fernández eran bastante precarios, tanto porque en los tiempos que corren Izquierda Unida ya no se 'compra' con dos plazas en el Consejo de Gobierno como por la ampliación necesaria del pacto a un nuevo partido inclasificable e impredecible a falta de un referente ideológico cual es Unión, Progreso y Democracia. Y a ello hay que añadir que ambas fuerzas políticas mezclan peor que el agua y el aceite, como se va poniendo de manifiesto a medida que discurren las semanas (por si a alguien le quedaba alguna duda).

Pues bien, dentro de esta dinámica, el presidente del Principado asiste temeroso a la inminente prueba del algodón que será el debate y aprobación, si procede, de los Presupuestos Generales de la comunidad autónoma para el próximo ejercicio. Este importantísimo trámite será el verdadero hito para demostrar si cuenta con apoyos parlamentarios "estables" o si, por el contrario, su precaria mayoría se sostiene sobre un peligroso desequilibrio.

De la consideración que para el señor Fernández tiene este envite da fe su reciente retirada de la ley de ajustes para cumplir el objetivo de déficit, forzada por la para algunos sorpresiva propuesta de Izquierda Unida, "socio preferente" del Ejecutivo, de enmendar a la totalidad dicha normativa. El presidente del Principado tenía, al menos aparentemente, amplias posibilidades de alcanzar el apoyo del Partido Popular, dado que la letra y la música de ese texto la escribieron en su versión original Mariano Rajoy y su equipo. Pero, claro, los tiempos de las alianzas PP-PSOE se acabaron desde el mismo momento en que el líder socialista accedió a la Presidencia de la comunidad autónoma.

Al margen de los problemas que dicha paralización de la ley para atajar el déficit pueda deparar (su espacio de aplicación no es el futuro, sino que está concebida para atajar los problemas arrastrados del pasado inmediato y los que se siguen planteando al día de hoy), al margen de esos problemas -digo- la experiencia debería servir al presidente del Principado para ser consciente de que el logro de una mayoría suficiente para sacar adelante los Presupuestos para 2013 podría ser una repetición del actual escenario. Me atrevería a decir que -salvando las distancias- el reciente traspié es una maqueta a escala del 'campo de batalla' que tendrá que afrontar dentro de algo más de un mes.

Algo debe imaginarse el señor Fernández cuando empezado a entonar sus 'plegarias' orientadas a pintar un "abismo insondable" en el futuro de Asturias si no logra sacar adelante las Cuentas de la comunidad. Tras su verbo habitualmente altivo se trasluce el temor a tener que enfrentarse con la misma situación que, gracias, entre otros, a él mismo y su partido, hubo de sufrir su predecesor en el cargo. A fin de cuentas, con otros protagonistas, sus apelaciones a la "responsabilidad" son un reflejo de lo ocurrido en el mismo marco hace algo menos de un año.

En todo caso, la actual situación, y la que va a producirse en nada, ponen de relieve, una vez más, que resulta imposible lograr la cuadratura del círculo por muy experto en geometría que se sea. El actual presidente del Principado ha tratado desde el principio, al menos de palabra, de hacer compatible el respeto a las directrices emanadas del Gobierno central con el mantenimiento a ultranza de los principios básicos de la izquierda moderada. Ni tirarse al monte, ni sumisión. Y eso, señor Fernández, los hechos se empeñan tozudamente en mostrarlo imposible.




miércoles, 7 de noviembre de 2012

O te vas o te echamos

No se anda con chiquitas la nueva 'lideresa' del PP asturiano a la hora de acomodar la 'casa común' de los conservadores a su nuevo reinado absolutista. Algunos ya lo habíamos adelantado, pero quizá ni los más lanzados podíamos esperar que pusiera en práctica con tanta celeridad el ejercicio del inmenso poder que la fuerza política a la que representa le ha otorgado. A fin de cuentas ha tenido un buen maestro, el mejor, y aunque ahora reniegue de él, el privilegiado aprendizaje recibido la ha convertido en aventajada alumna.

Porque estaba cantado que su acceso al 'número uno' de los populares de Asturias traería como consecuencia el barrido de todos aquellos que no hubieran estado con ella en estos últimos tiempos de reciclaje. Y si, además, lo de tenerlos en contra se remonta al pasado, con hechos y enfrentamientos concretos y personalizados, mejor aún.

No descubro nada nuevo al constatar la paradoja que representa la actual situación: Mercedes Fernández se dispone a 'liquidar' a la eterna enemiga de su mentor, Francisco Álvarez-Cascos, y precisamente por apoyar en el Ayuntamiento de Gijón al partido de su díscolo modelo de muchos años. Bueno, sólo por eso no. También, y no menos relevante, por haberla situado en el punto de mira de sus propios compañeros al poner en duda su gestión como delegada del Gobierno en la trama asturiana de los atentados del 11-M, argumento para zancadillear su acceso -eran otros tiempos- a una plaza en la Sindicatura de Cuentas. Como su maestro, ella no olvida nunca. Aunque haya pasado mucha agua bajo los puentes.

Decía que sorprende la celeridad y los métodos expeditivos empleados por la señora Fernández para quitar de enmedio a la presidenta de su propio partido en Gijón. Pilar Fernández Pardo tiene que pagar por el pasado, aunque para la ocasión se recurra a argumentos del presente, cuales son la ausencia de avales a su candidatura presidencial en el municipio para el congreso del pasado fin de semana. Cómo si eso fuera un apoyo solido en una situación normal.

Al final, nada se pone por delante en la hoja de ruta de 'Cherines'. Y ahora toca Gijón. Y, si puede ser hoy, mejor que mañana. ¿Para qué esperar? La última 'perla' ha sido la de afirmar que espera "un paso atrás" de 'Pilipé', lo que se traduce en un paladino "O te vas tú o te echo yo".

jueves, 1 de noviembre de 2012

En venta 'El espíritu de Gijón'

En las próximas horas el Partido Popular va a proceder a celebrar su congreso en Asturias y, con él, a oficializar de una vez por todas la defunción del 'gabinovidismo' imperante durante muchos años y que tanto daño ha hecho a las fuerzas conservadoras en el Principado. Desde que Mariano Rajoy apostó para afrontar esa nueva etapa por Mercedes Fernández, ésta ha ido progresivamente haciéndose con los resortes de todo el aparato, hasta el extremo de que no resulta descabellado afirmar que nadie antes que ella ha dispuesto en las filas conservadoras del poder y la capacidad de decisión que ahora atesora.

Desde su apresurado 'desembarco' para las elecciones legislativas del pasado año, 'Cherines' ha desarrollado una calculada estrategia mediante la que ha sumado retos con nuevas responsabilidades, hasta verse investida finalmente con el manto del reinado absolutista. Se podría decir que le dieron plenos poderes y que los ha aprovechado. Primero, fue una amplia disponibilidad de manos libres para designar a quienes la acompañarían en aquellas cita con las urnas; las mismas que tuvo luego para integrar las listas de los comicios autonómicos de la pasada primavera. Ni que decir tiene -también- que en la organización territorial del partido nadie ha osado mover un papel sin el permiso de la nueva 'lideresa'. Todo esto va a tener este fin de semana su solemne ceremonia de coronación.

Hace bastantes meses escribía en esta misma tribuna que Mercedes Fernández tenía una clara hoja de ruta, la misma que va cumpliendo con precisión relojera, y que en ella, tras la cita congresual, figuraba el difícil asalto al único castillo que se le resistía, el de su partido en Gijón. A partir del lunes, siempre siguiendo el metódico programa establecido, las prioridades se enfocarán a derribar las murallas que defiende como puede su enemiga irreconciliable Pilar Fernández Pardo.

Como adelanto, 'Cherines' ha venido lanzando sistemáticamente una continuada serie de avisos para navegantes a la organización de su partido en Gijón, un listado que se ha recrudecido en las últimas horas con 'amenazas' de gestora incluida y que hoy mismo se ha concretado en la afirmación que sitúa al PP gijonés como un "islote al margen" de la organización regional, posibilidad que rechaza como opción de futuro inmediato.

La presidenta regional argumenta con el hecho de que no fue capaz de lograr en los días precedentes ni un solo aval a su candidatura en la villa en que nació y donde hizo sus primeros pinitos en la política. Todos se los llevó un Manuel Pecharromán que, al final, no ha tenido la opción siquiera de disputarle la Presidencia en el cónclave del fin de semana. Y tal parece que eso es algo que 'Cherines' está dispuesta a cambiar, y hacerlo ya.

Bien deben saber en Gijón como se las gasta la nueva 'lideresa' cuando sus dirigentes se han apresurado a manifestar que someterán al criterio de la dirección regional todas las decisiones, incluido un acuerdo presupuestario con Foro Asturias en el Consistorio de la Villa de Jovellanos.
Lo que parece evidente es que en el frontispicio de los objetivos inmediatos de Mercedes Fernçandez y, por supuesto, del equipo nacional de Mariano Rajoy figura abordar y hundir el buque insignia y una de las pocas bazas electorales que le quedan al partido de Francisco Álvarez-Cascos. Destruir al 'hijo pródigo' para hacerle ver lo erróneo de su conducta justifica los medios, por cuestionables que estos sean.

El problema ahora está en saber si el estandarte que 'Pilipardo' y los suyos han enarbolado durante meses, ese que acuñaron como 'El espíritu de Gijón' -como alternativa posibilista al de sus compañeros regionales y de otros grandes municipios-, sigue vigente o está en venta. Lo que se está jugando es que el municipio pueda tener o no presupuestos para el año próximo, unos presupuestos que, antes de las guerrillas partidistas internas, parecían estar bien amarrados.

Los gijoneses, desde luego, no tenemos por qué pagar el precio de conflictos fratricidas y, si así fuera, en nuestra mano estará demandárselo a los responsables en unas elecciones que, aunque pueda parecer lo contrario, están a la vuelta de la esquina.

En todo caso, a la dirección local deberían darle igual las amenazas. ¿O es que todavía no se han enterado que desde Manuel Pedregal se les considera amortizados?

El 'jalogüín' socialista

Estando ya a muy pocas horas de la cita para el cónclave de la Agrupación Municipal Socialista de Gijón, los dos candidatos a sustituir a José Manuel Sariego en la Secretaría General han hecho públicos los equipos con los que aspiran a alcanzar la dirección de los socialistas locales. Y lo primero que llama la atención en lo que al candidato 'oficial' se refiere es la, no por habitual menos extraña, por aquello de las llamadas a la renovación y al cambio, proliferación de nombres que se han mantenido intercambiando responsabilidades de partido o institucionales a lo largo de muchísimos años.

No encaja esta práctica con el recurso permanente de boca para afuera a la renovación o el relevo generacional que parece imperar en las filas socialistas en estos tiempos que corren. No voy a referir expresamente algunos nombres que han ocupado escaños desde la primera corporación municipal o en el parlamento autónomo; incluso, más de uno también ha ejercido en uno o varios mandatos la responsabilidad a la que ahora opta Santiago Martínez Argüelles. Están en la mente de cualquier gijonés por poco dado al seguimiento de la 'cosa pública' de su territorio.

Está en su derecho un partido político de promocionar o mantener a aquellos de sus militantes que más le convienen; faltaría más. Sin embargo, si de lo que se trata, como predican sus dirigentes, es de recuperar la credibilidad, de convencer a sus militantes de base y simpatizantes de que la situación exige nuevos impulsos, sacar del armario, o mantener en el 'ropero' a todas las viejas glorias de la organización, impulsa, más que a la confianza, a pensar en que los socialistas locales prefieren apostar por su particular 'jalogüín' -ahora que estamos en tiempo de ello- en una muestra mas que confirma la política endogámica interna de la 'tribu'.