martes, 20 de noviembre de 2012

¡No escarmientan!

"La ciudadanía espera de los políticos una actitud moral ejemplar en tiempos de obligada austeridad". La frase es del diputado socialista por Guipúzcoa Odón Elorza y la pronunció hace unos meses, poco después de hacerse público que varias decenas de diputados con una o varias viviendas en Madrid cobraban una dieta de 1.823 euros en concepto de alojamiento y manutención. La alfombra la levantó Unión, Progreso y Democracia, que anunció su intención de poner el grito en el cielo para exponer ante los ojos de todos los españoles tamaña felonía.

Ahora, cuando están ya prácticamente listos para su aprobación definitiva los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio próximo, hemos podido conocer que estas partidas permanecen íntegras y que sus señorías seguirán disfrutando de este escandaloso privilegio -uno entre otros muchos- al menos por otro año más.

A los chicos de Rosa Díez parece que les ha pasado el 'afoguín' de entonces y no han recordado cumplir su compromiso de presentar una enmienda al respecto en el trámite parlamentario de las Cuentas. O no se les ha olvidado, pero han preferido dejarlo para otra ocasión, "cuando se aborde la reforma del reglamento de las Cortes", o sea cuando llueva para arriba.

El caso es que, a pesar de algunas prédicas surgidas de las filas propias, los dos partidos mayoritarios, y los minoritarios que están 'al machito' siempre que se puede, han preferido recurrir a la demagogia, la misma que esgrimieron cuando se denunció este 'atraco', y pasar la página para ver si el tema se olvidaba pronto.

O sea que sus señorías van a seguir cobrando por un alojamiento o unas dietas que no gastan -bueno, no las gastan en los fines para las que están concebidas-, podrán seguir disfrutando gratis de la más alta tecnología sin cargo a sus elevados sueldos -incluso algunos permitirse ser despistados y perder los aparatos con sorprendente descuido-, mantener la posibilidad de viajar en primera clase siempre que quieran y no tener que mezclarse con la 'chusma' que vamos en turista, ... En fin, sin renunciar ni a uno solo de los apartados de su amplio bagaje de casta selecta.

Y luego todavía son muchos de estos 'señoritos' los que se escandalizan cuando se da a conocer el cabreo generalizado de la ciudadanía con su comportamiento y, llegado el caso, con su propia existencia. ¡Es que no escarmintan!

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