miércoles, 3 de abril de 2013

Palabras de moda

Nuestra sociedad necesita periódicamente ir enriqueciendo su vocabulario. Este proceso no siempre se corresponde con la efervescencia propia del lenguaje diario; los medios de comunicación contribuyen asiduamente, unas veces con más fortuna que otras, a la incorporación de términos que, si bien han tenido como origen más habitual el lenguaje anglosajón hasta llegar a un proceso inequivocamente colonizador, en otros momentos han optado por palabras provenientes de otros idiomas, incluso de las variables que en otros lugares del mundo presenta el nuestro propio.

Podría decirse que precisamos cada semana, cada mes, renovar ese vocabulario con términos que enraizan en la actualidad informativa, incluso algunos que forman parte ya del uso cotidiano habitual en nuestras conversaciones, pero que adoptan una nueva significación al estar relacionados directamente con personas o situaciones de la vida pública del día a día.

Son palabras de moda, que se instalan en nuestras conversaciones con naturalidad aunque hasta ese momento apenas recurríamos a ellas para expresarnos. Y de la misma manera que llegan, se olvidan al cabo de cierto tiempo y vuelven a lo más recóndito del baúl de la memoria o retornan a su lugar de procedencia dejando tras de sí solamente viejos titulares de periódico.

Sería interesante que algún analista realizara un estudio pormenorizado sobre este tipo de actitudes. Material no le va a faltar a nada que repase lo que ha sido nuestra vida social de unos cuantos años para acá.

En este momento, probablemente -artículos y preposiciones aparte- no haya un vocablo que sea el tan utilizado cotidianamente por millones de españoles. Se trata del término de origen argentino "escrache", tomado prestado del país hermano para simbolizar las actividades de la plataforma antidesahucios frente a la clase política manifestando su descontento en el ámbito de su vida privada. Un recurso absolutamente razonable desde el punto de vista de que un sólo témino sirve para manifestar un proceso complejo y posiblemente sin un sinónimo corto en el español habitual.

Lo malo es que la concentración ante el domicilio de un cargo público por su contribución a que las cosas hayan llegado al punto en el que están ya se compatibiliza con lo que hacemos a diario en las tiendas, en los bares, el los lugares de recreo. Ahora todo el mundo encuentra en sus conversaciones rutinarias la forma de colar "escrache" en sus frases. Da igual que venga a cuento o no. Es una palabra de moda y no se puede quedar uno estancado. Hace unas semanas no había forma de entablar una conversación sin que algún interlocutor te soltase la palabra "sobre", a propósito de la presumiblemente delictiva actividad del ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas. Se comenzó, como es habitual, por los chistes, para pasar pronto a convertir el término en recurrente, precisándolo muchos hasta para hacer su compra en la carnicería.

Se trata de un proceso que, al parecer, es normal y que va a seguir eternamente, con la consiguiente renovación periódica, pero yo me niego a que alguien desde fuera decida en qué forma voy a estar expresándome en los próximos días. Por eso prometo no volver a utilizar el término "escrache" de aquí en adelante, y ello a pesar de mis simpatías sinceras hacia esa plataforma que ha tenido que coger el toro por los cuernos para tratar de resolver un problema sangrante que los mismos políticos que lo han originado se niegan a solventar, por mucha verborrea que quieran echarle al asunto.

6 comentarios:

  1. Scrache esta tan de moda como IMPUTADO, LADRON O HIJO DE LA GRAN PUTA.
    El scrache solo señala a los cobardes que se esconden en su casa o a los ladrones que echan a otros de la suya.
    Lo dicho, HIJOS DE LA GRAN PUTA. Un aplauso a los que señalan a los cobardes.

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  2. Normalmente, los señalados por los Stop Desahucios suelen ser unos mangantes,lo que podria señalar, a los primeros, como los próximos nominados a un Premio Principe.

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  3. Una cosa es "señalar" (de manera arbitraria, por cierto), y otra bien distinta acosar, intimidar invadiendo el terreno de la vida privada, aunque el "señalado" pertenezca a una de esas organizaciones sobre las que se vierten coloquialmente gruesas calificaciones. No confundamos los términos, ni su significado. Siendo inicialmente loable la acción de la PAD, en situaciones de cruda injusticia social, algunas de sus actuaciones de "señalamiento" han desbordado los límites razonables y admisibles.

    A mí el término (escrache) me molesta lo justo, asumiendo que se aplica al acoso o intimidación de representantes políticos en relación con su actividad, sea esta por decisión personal o colegiada. Por eso no entiendo muy bien el reparo del "reservista" (y de otros opinadores) en pronunciarlo ante un fenómeno muy concreto; sobre todo cuando a continuación manifiesta que se trata de "Un recurso absolutamente razonable desde el punto de vista de que un sólo témino sirve para manifestar un proceso complejo y posiblemente sin un sinónimo corto en el español habitual". ¡Pues eso!, que resulta mucho más sencillo decir "escrache" que "manifestaciones de descontento que invaden el ámbito de la vida privada de los políticos". ¿O no?

    La moda no deja de ser un reflejo de la actualidad. ¿O era a la inversa?...

    :-(

    raitanucu

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  4. La palabra en custion suena a cosa rota o rajada. Supongo que tan rota y rajada como nuestra sociedad actual.
    Todos tenemos opcion de elegir en que bando estamos y todos seamos del partido que seamos debemos de rendir cuentas al pueblo y a la sociedad. En otras palabras, que el gobernar debe de ser un trabajo que dignifique, no que te señale por la calle.
    Ni los que señalan son etarras, ni los "temerosos", son judios con una estrella amarilla en el pecho, cada cosa en su sitio.
    Si la UE ha dicho que lo que hacen los bancos es injusto y los que gobiernan :diputados,senadores, alcaldes, concejales, consjeros, etc, no haecen nada para aliviar la pena y la angustia de los mas desfavorecidos pues merecen todos los dias un escrache, hasta hacerles ver que su opcion, la que escogieron , es la peor possible, la mas injusta y la mas dolorosa para los mas humildes.
    Todos los que defienden, por tanto, la actual situacion han escogido el bando que mas perjudica al ciudadano, por tanto SCRACHE.

    MATIAS13

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  5. Yo sigo diciendo que hay que tener cuidado con los límites que no se deben traspasar. Y manifiesto mi coincidencia con las palabras de alguien que lo expresa mejor que yo, y que reproduzco a continuación:

    "Evidentemente, todos desearíamos que no se llegara al extremo del escrache. Si los políticos del PP y del PSOE hubieran sido más sensibles a las demandas populares en esta cuestión, la PAH no habría llegado tan lejos. El problema que plantea el escrache es que, en este caso, la frontera entre la protesta legítima por un lado y la intimidación, la coacción y la vejación por otro es muy delgada. La protesta puede degenerar rápidamente en formas de comportamiento que resulten democráticamente cuestionables (...) En el caso del escrache, creo que hay razones instrumentales para que la PAH no siga por esa vía. Al fin y al cabo, la radicalización de las tácticas no es necesaria en este momento: la PAH ha conseguido recoger 1.408.854 firmas a favor de su Iniciativa Legislativa Popular, ha obtenido el espaldarazo de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo y tiene en estos momentos gran proyección mediática. Con esos activos, sería una pena darle un pretexto a la derecha para lanzar una de sus campañas de destrucción masiva." ('De la desobediencia al escrache' - IGNACIO SÁNCHEZ-CUENCA)

    raitanucu

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  6. Diga lo que diga este Ignacio Snchez yo le recordaria que lo verdaderamente vejatorio es expulsar a una familia de su casa cuando el banco ha sido salvado por todos nosotros y cuando se podrian buscar otras soluciones razonables.
    Se pueden tener muchas firmas pero no han servido para nada. Por tanto, no valen como excusa para tenerles callados.
    La vejacion viene de los politicos no de los desahuciados.

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