lunes, 25 de marzo de 2013

El hombre tranquilo

Al menos en política, todo eso de los aniversarios y fechas acaba por reducirse al desarrollo de un guión repetitivo en el que quien cumple periodo pone de relieve sus 'logros' y los grupos de la oposición resaltan sus 'fracasos'. No es nada nuevo y se repite indistintamente tanto si los gobiernos son de un signo como de otro.

Quienes ahora celebran su 'onomástica' son el actual presidente del Principado, Javier Fernández, y los miembros de su Ejecutivo autonómico. Al máximo mandatario asturiano le ha tocado la 'celebración' por tierras americanas, donde ha estado de gira en compañía de un grupo de sus colaboradores y un puñado de empresarios, y lo ha hecho, como cabía esperar de él, con un balance autocomplaciente en el que la vitola es "la estabilidad institucional" lograda en estos doce meses.

Aquí, a miles de kilómetros de distancia, pisando la tierrina, le ha correspondido el papel de glosar los éxitos del Ejecutivo socialista al 'número dos' del partido. Jesús Gutiérrez, como buen representante de las cuencas, ha puesto terminología de paisanos al mismo eslogan al poner el acento de este último periodo en una forma de gobernar "tranquila", frente a la "bronca" de la derecha, antes de Foro Asturias y su líder y ahora del Partido Popular y su 'lideresa'.

En realidad, este recurso a la tranquilidad, a la paciencia, a la estabilidad, viene siendo la seña de identidad en el discurso socialista en esta región desde el mismo comienzo de la legislatura, siempre como contrapunto al convulso periodo de gobierno de Francisco Álvarez-Cascos.

En el otro platillo de la balanza, los dos partidos de la derecha también han respondido adecuadamente al guión convenido con aquello de "un año perdido" o "el peor de la última década". Seguramente no existe otro libreto, ni aquí ni en Katmandú.

Pero, más allá de estos guiones, la realidad es que el balance objetivo de los últimos 365 días es más bien pobre, por no decir paupérrimo. Javier Fernández accedió a la Presidencia del Principado con el claro compromiso de dar un golpe de timón a la recesiva economía regional, y es precisamente en este terreno donde los números son machaconamente adversos al mandatario. La tasa de paro, el estandarte de las políticas del Ejecutivo en este último año, no solamente no se ha reducido sino que ha aumentado peligrosamente; la actividad económica retrocede de forma acelerada con cierres de empresas, expedientes de regulación de empleo y una merma acumulativa en la captación de ingresos, amén de la sangría que supone en lo que a recursos humanos se refiere, el exilio exponencial de nuestros jóvenes en busca de alguna actividad que aquí no encuentran.

En suma, las grandes cifras económicas, las que en saldo positivo permitirían establecer un punto de inflexión en la crisis galopante, no han mejorado en forma alguna; al contrario, son cada vez peores y más preocupantes.

Y esta batalla, precisamente, está en el frontispicio del actual Gobierno asturiano desde sus primeros pasos. Todavía estos días lo han reiterado el propio Javier Fernández y su 'número dos' en La Federación Socialista Asturiana.

El recurso al logro de la calma institucional valió al principio, toda vez que veníamos de un auténtico campo de batalla ajeno a los intereses de los asturianos. Pero ya no sirve como argumento doce meses después. Como tampoco es excusa suficiente, aunque sea cierta, la política antiasturiana del Ejecutivo de Mariano Rajoy. A fin de cuentas, aunque con peores formas externas, sirvió a quienes ahora gobiernan para afear la gestión del anterior ejecutivo autonómico.

Cumplido este aniversario, el presidente, su gobierno y quienes desde fuera de él le sostienen en el cargo tienen la obligación de presentar unos logros capaces de devolver un ápice de confianza a sus paisanos. Y eso no se puede conseguir solamente con buenos gestos y paciencia, aunque tampoco sobren estas características. Conocíamos que Javier Fernández es un "hombre tranquilo" tanto dentro del partido como en la política institucional, pero no basta. Asturias tiene que sacar la cabeza del pozo en el que se está hundiendo y esa es tarea del Ejecutivo de turno, porque para eso llegaron al poder.

3 comentarios:

  1. En definitiva, seguimos hundiéndonos, eso sí, con supina "tranquilidad", una vez desalojadas aquellas cruentas batallas cainitas. No son pocos los que se dan por satisfechos con esta balsámica sensación de yerma tranquilidad. Puxa Asturies.
    :-(
    raitanucu

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  2. Si nosirve la calma, ni la tranuilidad que da un gobierno estables ¿que coño es lo que le vale a usted? ¿las barricadas para conseguir las cosas?
    ¿Porque no se deja de escribir chorradas y carga contra el año nefasto de Cascos en su lucha partidista para controlar las derechas en Asturias?
    ¿porque no carga contra Rajoy y su subida del iva que ha cerrado miles de pequeñas tiendas?
    ¿se ha manifestado usted contra Suzuki o contra los recortes en la mineria?
    ¿le parece bien la asfixia de Rajoy en lospresupuestos o en la bajada del deficit a toda costa aunque suponga cientos de despidos de funcioanrios necesarios?
    ¿que aporta usted a parte de quejas? ¿ha salido a la calle a manifestarse de algo? ¿ha salido usted a defender en la calle a Asturias o solo se dedica a escribir lo que le mandan?
    Salga a la calle y deje de levitar. Gobiernan los que quiere el pueblo y se quedan fuera los aprovechados y los oportunistas de la politica. Ccomo debe de ser.

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  3. Y para muestra un botón... contradicciones e incoherencias incluídas.

    raitanucu

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