domingo, 15 de diciembre de 2013

Escenarios presupuestarios

Comienza mañana una semana crucial para el futuro del proyecto presupuestario, y lo hace con un halo de fatalismo derivado del posicionamiento público de los portavoces de los distintos partidos de la oposición. Los anuncios de la presentación de enmiendas de totalidad de UPyD y del PP, así como la más que previsible de Foro (a priori de Izquierda Unida no se espera), han llevado al presidente del Principado y a diversos dirigentes de su partido a multiplicar sus lamentos por las esquinas a propósito de la falta de "responsabilidad" de sus interlocutores. Los votos de tres solicitudes de devolución al Ejecutivo de su propuesta de Cuentas, que sumadas arrojan 23 sufragios (el número mágico de esta legislatura), han conseguido que el partido mayoritario transmita la sensación de que ha tirado la toalla, independientemente de sus últimas llamadas de socorro a los diferentes grupos parlamentarios o de su recurso de seguir intentándolo "hasta el último minuto".

He aprovechado las últimas horas para revisar el vigente reglamento de la Junta General del Principado con la intención de comprobrar ciertos detalles que o bien no se están teniendo en cuenta o intencionadamente se ocultan para no dar pistas a los contrarios.

Creía yo, y el reglamento así lo corrobora, que en la sesión plenaria que el Parlamento asturiano va a celebrar el próximo viernes lo que se somete a la consideración de la Cámara son las enmiendas a la totalidad que hayan podido plantear los grupos parlamentarios; no el propio proyecto presupuestario.
Dicho lo cual, tras la defensa y debate de dichas enmiendas, éstas serán votadas una a una y solamente si alguna de ellas merece el apoyo de al menos la mitad más uno de los parlamentarios autonómicos prosperará, lo que haría decaer el proyecto de ley y, consiguientemente, éste sería devuelto al Gobierno.

Pero, y a este punto quería llegar, ¿qué sucedería si cada una de dichas enmiendas de totalidad presentadas por partidos claramente antagonistas no fuera apoyada por el resto? No es una temeridad pensar que PP o Foro rechacen unirse su sufragio al del otro. ¿Y qué decir de la iniciativa de UPyD? ¿Respaldarían los dos partidos de la derecha antes citados la propuesta de Ignacio Prendes? En ese hipotético escenario de inseguridad hasta IU podría arriesgarse a plantear la suya propia y salvar la cara como fuerza política crítica con el Ejecutivo socialista. Me parece que esa es una opción que la coalición de izquierda ha sopesado en función de los movimientos del resto de los grupos parlamentarios.

En definitiva, que aunque el objetivo final de cada uno de ellos fuera el mismo, impedir que siga adelante la norma de ley del equipo de Javier Fernández, podría resultar que los odios y rencillas entre ellos fueran el salvoconducto para que esas Cuentas superaran el obstáculo principal y continuarán su debate parlamentario.

Sería ese un escenario a tener en cuenta, aunque sin perder de vista el que se conjuga en ese objetivo común al que antes me refería, tumbar el presupuesto.

Puestos a apostar voy a hacerlo siguiendo las sabias reflexiones de un buen amigo que sabe muy bien de qué va esto. Habrá tres enmiendas de totalidad (UPyD, Foro y PP) y serán registradas en la Junta General probablemente por ese mismo orden. No es baladí la cuestión temporal dado que, según el reglamento, se debatirán y votarán siguiendo el número de registro. La votación de la propuesta del partido magenta será, así, una especie de banco de pruebas antes de pasar a mayores. El rechazo o la abstención de PP y Foro harán que el Gobierno supere el primer obstáculo. Más complicada puede ser la toma en consideración de la propuesta de Foro, aunque también en este caso apostaría por que no prosperará. Finalmente, en la última intentona, la de los populares, podría llegar el momento de unir fuerzas y apostar por la meta común de echar abajo el proyecto del Gobierno. En este caso, el debate habría terminado. El desarrollo del guión sería perfectamente intercambiable en lo que a los papeles de Foro y PP se refiere. Este libreto, tal y como lo expongo, invitaría a pensar en una estrategia conjunta de los tres partidos, algo impensable en los tiempos que corren. UPyD podría apoyar las iniciativas de foristas y populares aunque ambos no prestaran su apoyo a la propia. Más complicada es la coincidencia entre los dos partidos de la derecha, aunque el fin podría unirles en esta ocasión. Muy complicado, en fin.

¿Y qué decir de IU? Pues que si este escenario apunta a convertirse en una realidad la coalición podría permitirse una postura abstencionista sobre las enmiendas de totalidad de los otros grupos. Sin mayores riesgos de situaciones indeseables, la imagen de su papel de oposición a las Cuentas socialistas  quedaría salvada.

Son éstas las piezas con las que el presidente del Principado y sus principales colaboradores deben estar jugando ahora en el tablero con el que trabajan en el palacio de la calle de Fruela. Saben, o deberían saber, que, al igual que se suele decir en algunos ámbitos deportivos, dependen de terceros.

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