Como teníamos pocos conflictos institucionales en este comunidad ahora viene el oscurecido señor delegado del Gobierno y los amplifica con una declaraciones que apuntan a un hipotético apoyo del Partido Popular al proyecto presupuestario que acaba de presentar el Gobierno socialista de Javvier Fernández.
Somos legión los que hemos comentado en uno u otro momento que el hecho de haber sido relegado al despacho de la plaza de España no podía confundirnos y hacernos creer que Gabino de Lorenzo era un político amortizado. Desde la 'cueva' empezó sus primeros compases en el actual cargo con alguna intervención pública ajena a sus competencias (aunque mejor sería decir que contradictoria y desconocedora de éstas). Posiblemente llamado a capítulo, su figura pareció eclipsarse en el objetivo de su partido de no restar ni un ápice el foco a su entonces estrella emergente, la actual presidenta Mercedes Fernández.
Pero De Lorenzo ha sido terrateniente y capataz con mando sobre los destinos del PP en Asturias durante mucho tiempo. Y eso no se olvida. Pasar a la sombra no entra dentro de la 'hoja de ruta' de este tipo de personajes públicos.
Ahora, unas declaraciones aparentemente inocentes han revolucionado, y de qué manera, el panorama político del Principado. Que cuando el presidente autonómico se encuentra contra la pared en su primordial objetivo de sacar adelante las Cuentas para el año próximo salga a la palestra un personaje como el ex alcalde de Oviedo y le lance un salvavidas inesperado para afrontar su incómoda situación no deja de ser una gran sorpresa.
Se había hablado bastante de la posibilidad de que el triunfo que Javier Fernández se guardaba en la manga para tener su presupuesto para 2014 pudiera ser un acuerdo con el Partido Popular, remedando aquel viejo mito del "pacto del duernu", cuyo muñidor, todo sea dicho, habría sido precisamente De Lorenzo, en su condición, entonces, de auténtico y único hombre fuerte de los populares.
Pero, ante todo, habría que hablar de los efectos devastadores que esta nueva salida a escena del delegado del Gobierno ha tenido de puertas adentro. Los dirigentes y cargos de esta fuerza política han recibido las palabras de su compañero cual si de una bomba incendiaria se tratara. Las elusiones públicas sobre la carga del explosivo nada tienen que ver con las manifestaciones en privado.
En primer lugar, De Lorenzo ha dejado 'con el culo al aire' a la 'lideresa' del PP en Asturias. Sus argumentaciones sobre el sustrato de contención del déficit, en la línea marcada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que alberga la propuesta presupuestaria socialista apenas se sostiene desde el punto de vista de las relaciones partidistas y partidarias. Dar un voto de confianza al proyecto antes de que haya habido tiempo siquiera para analizar sus cifras es cuando menos temerario.
Pero también desde el punto de vista interno la representación del ex regidor ovetense ha tenido la falta de delicadeza de restar cualquier posible protagonismo a un consenso a quien ahora es su jefa de filas indiscutible en la comunidad. Claro que a estas alturas del partido ya todo el mundo sabe que la operación de Rajoy para acabar con el deteriorado triunvirato entreguista que configuraban el propio Gabino de Lorenzo, Ovidio Sánchez y Joaquín Aréstegui, apoyados en el fiel escudero Fernando Goñi, nunca fue del agrado del primero, que aceptó a regañadientes trasladarse a un discreto segundo plano a la espera de mejores tiempos para medrar.
Con una UPyD obligada a instalarse en una actitud ultramontana y una IU dispuesta a "frayar" a todo aquel que se le ponga por delante, la opciones del Ejecutivo socialista de alcanzar la meta de tener unas nuevas Cuentas el año próximo parecían evaporarse. A priori, el contenido de las observaciones de Gabino de Lorenzo podría antojarse institucionalmente, en otras circunstancias y en otro país (ahí está el ejemplo de Alemania), lógicas y adecuadas, pero todo hace indicar que podrían traducirse en un nuevo bidón de gasolina arrojado al incendio institucional en el que parece estar instalado nuestro territorio.
Lo dicho. Que éramos pocos....
... y parió la abuela; si tú no puedes traspasar las líneas de lo políticamente correcto, yo no tengo esas ataduras, pero es una acertada expresión coloquial en relación con la inoportuna irrupción del Conspirador Mayor del Principado.
ResponderEliminarSi Ignacio Prendes ha reconocido (en mi opinión, innecesariamente) que su rechazo a los Presupuestos, antes de analizar su detalle, no ha sido políticamente correcto, el mismo juicio merece el "aval" de "la abuela".
Pero, abundando en tus consideraciones sobre la trascendencia del personaje, hoy hemos tenido ocasión de comprobar cómo doña Mercedes ya ha modulado sus declaraciones de ayer mismo en relación con este episodio. ¡Patético al cuadrado!
Se avecinan jornadas de diversión sin límites.