lunes, 10 de febrero de 2014

Hipocresía

Si una característica define el discurso político, en general, y del ámbito político asturiano, en particular, es la hipocresía: La vara de medir se utiliza según convenga, con criterios cambiantes para los demás o para uno mismo, en una práctica discrecional digna de mejores empresas.

Digo esto tras leer las diferentes informaciones sobre la sesión plenaria que hoy ha celebrado el Ayuntamiento de Gijón tras el fallo judicial que obligó a la alcaldesa de la villa a reanudar la sesión suspendida el 27 de julio pasado y convocada a iniciativa de la oposición para debatir el plan de ayudas para la rehabilitación de fachadas. Con independencia del presumible recurso posterior, Carmen Moriyón convocó al Ayuntamiento Pleno cinco después de conocerse la la resolución del juez y hace escasas horas se aprobó la ordenanza correspondiente con los únicos votos en contra del partido que gobierna el municipio.

Hasta aquí todo de acuerdo al lógico procedimiento de la política institucional ajustada a derecho.

Lo que escandaliza es que todos los grupos que no conforman el gogierno local -PSOE, IU y PP- han centrado sus críticas al equipo de Foro en el hecho de que haya tenido que ser un juez quien haya obligado a Moriyón a convocar esta sesión, por encima del asunto de fondo que lo provocaba, la atribución al Pleno de la concesión de las subvenciones a la rehabilitación de fachadas, cosa que, por otra parte, que era simplemente un recurso en el legítimo ejercicio de la oposición.

Aunque la portavocía del primer partido de la oposición, el socialista, correspondió a Begoña Fernández, ha sido su líder quien ha utilizado las redes sociales para remarcar la 'descalificación' de la mandataria local y su equipo por haber tenido que ser obligados a rectificar por un fallo judicial.

Lo que realmente escandaliza son las palabras de Martínez Argüelles, insaciable cada vez que la ocasión se le presenta por conseguir un sillón que los electores no le han otorgado, quien arremeta contra la legitimidad de la alcaldesa. Y escandaliza porque resulta que ésta ha actuado como entendía que era su legitimidad para tomar aquella decisión del pasado verano y no ha buscado vericuetos para escurrir la decisión del juez. Quizá el 'líder' de los socialistas gijoneses prefiere ignorar que sus compañeros de partido en un municipio situado a unos cincuenta kilómetros de distancia llevan dos años 'regateando' las decisiones judiciales para mantenerse en el poder, unas decisiones que no se refieren a la convocatoria de un pleno, sino -mucho más grave- a la anulación de las decisiones adoptadas por sus integrantes. Naturalmente, me estoy refiriendo a Cudillero. Esto sólo tiene un nombre: hipocresía.

2 comentarios:

  1. Hipocresía canalla. Oposición (la hago extensiva a los otros dos grupos) canalla. Y la califico como canalla porque los deseables argumentos acordes con los principios democráticos y el Estado de Derecho han sido sustituidos por la descalificación personal, y porque la necesaria labor de oposición se ha convertido en una auténtica cacería no homologada por las urnas. ¿Hace falta recordar el proceso de "sustitución" del grupo popular?. Por cierto, un proceso de "sustitución" no menos procaz que el del PSOE en Cudillero, que finalizó en un callejón sin salida hasta para el TSJA.

    Pero, por centrarme en el título y no encelarme en la estrafalaria figura del jefe de la oposición, es de una hipocresía infinita censurar ahora desde la oposición un comportamiento similar (pero menos pulcro) al que se llevó a cabo recientemente desde la posición de gobierno municipal. Resulta, además de hipócrita, obsceno.

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    1. Rectificación:
      He querido decir que el comportamiento de Foro ha sido mucho MÁS pulcro que el del anterior Ejecutivo del PSOE. Algo obvio que huelga aclarar a los que siguen la actualidad política local sin condicionantes ideológicos. Disculpen mi error.

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