En medio de esa avalancha de información diaria que recogen las páginas de los periódicos o los informativoa de radio y televisión, a veces uno puede extraer pequeños detalles, una frase, que resultan manifiestamente significativos de determinados entornos sociales que no entran dentro de los favoritos de una mayoría de las audiencias. Hoy me quedo con una respuesta de Ricardo Sánchez Tamés, Defensor del Universitario de la institución ovetense, en una entrevista concedida a 'El Comercio'. Dentro de lo que es su trabajo diario, entre otros asuntos, se refiere a conflictos entre profesores y afirma que son cuestiones de difícil o imposible solución que "sólo se resuelven con la jubilación o la defunción". Ahí es nada la frase
El señor Sánchez Tamés, con tres años de experiencia a sus espaldas como Defensor del Universitario y responsable de la puesta en funcionamiento de esta figura institucional, tiene una bagaje temporalmente muy superior como buen conocedor de la Universidad de Oviedo. Sabe, pues, más por viejo que por diablo. Por ello es especialmente llamativo que ponga sobre el tapete el entramado interno de la institución de esa manera. Define, en esas pocas palabras y con sovarronería, el carácter endogámico de la misma y nos hace ver que la Uni a veces se asemeja mucho al mundo de la política, aunque con sus normas y comportamientos específicos. Lo que ocurre es que los protagonistas de ese sector no están nunca en el ránking del conocimiento y la valoración del común de los mortales, como pueden ser los protagonistas de la política, de la judicatura, del gran empresariado o, desde luego, del periodismo. Al fin, detrás del mundo universitario discurre una corriente informativa que no por menos popular deja de ser más interesante.
Una frase es sólo una frase, pero puede ser tremendamente definitoria de un ámbito, aunque éste para mucha gente todavía un perfecto desconocido. Lamentablemente. Seguiremos en contacto.
El mundo intrauniversitario daría para escribir uno de esos culebrones venezolanos,seguro. Ellos dicen que son como todos los colectivos más o menos grandes, pero no creo que sea así, aunque solamente fuera por el tipo de trabajo que hacen. Lo que sí creo es que entras limpio y luego es cuando te contaminas. Seguro que no tienen nada que ver los profesores jóvenes con los veteranos. Me contó un amigo el otro día que lo que supongo sería como una de esas rencillas a las que hace referencia el señor Sánchez Tamés, se solucionó yéndose uno de ellos a otra Universidad. Y si no, que se lo pregunten al señor Agüera, que, después de ser vicerrector, si quiso ser catedrático se tuvo que ir a León, donde sigue, supongo. En cualquier caso de lo que no cabe duda es de que se sienten más especiales de lo que en realidad son. Y unos más que otros
ResponderEliminarUn periodista en la reserva no debe saltarse ni un dia sus reflexiones, aunque hasta Dios al séptimo descanso, porque tus seguidores nos hemos acostumbrado a leerlas todos los dias.
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