Superado hace unas horas el primer trámite para la investidura de Javier Fernández como presidente del Principado -su discurso en la Junta General-, todas las miradas se dirigen ahora hacia ese siempre goloso asunto que es la composición del equipo de gobierno del próximo mandatario.
Desde hace días, quienes nos movemos con más o menos asiduidad en los cenáculos de la actualidad regional venimos siendo sometidos a un auténtico bombardeo de nombres con la condición de 'ministrables' autonómicos. En unos casos, las quinielas coinciden y en otros, por contra, difieren. Lo que si es cierto es que tanto dentro de la militancia de la Federación Socialista Asturiana como desde las filas técnicas de ámbitos universitarios son numerosos los nombres que aparecen bien posicionados para formar parte del "Ejecutivo de los recortes".
Desde esta modesta tribuna me niego a entrar en esa ceremonia de la confusión tan habitual en estos periodos y hacerme eco de todos esos 'aspirantes' toda vez que solamente el propio Fernández y su equipo de más estrechos colaboradores sabrán, seguramente, de qué va la cosa. Muy especialmente si se tiene en cuenta que en ese equipo falta por definir un aspecto tan relevante como la posible presencia de miembros de Izquierda Unida. Toda vez que la coalición ha situado en el viernes próximo la decisión final de su entrada o no en el Gobierno asturiano, la apuesta por las próximas caras del Ejecutivo se antoja más difícil aún, aunque seguramente el futuro presidente ya tendrá al menos el esquema de las dos posibles soluciones.
Quede constancia en cualquier caso que en las conversaciones privadas con algunos de los hipotéticos consejeros se repite sistemáticamente una frase. Como si de una consigna se tratara. Uno tras otro responden a las preguntas con el siguiente remedo de aquella histórica frase: "Ni estoy ni se me espera". De un somero análisis puede deducirse que, si bien esas personas no parecen figurar en el esquema básico para la gestión del Principado, sí al menos han merecido la consideración y la consulta del futuro presidente autonómico. La solución, posiblemente, antes del fin de semana.
tanto escribir para que al final no tenga ni idea, increible, voy hacer un blog corriendo.
ResponderEliminarLa verdad es que yo tb esperaba una "filtración" en el blog. El rigor debería quedar para la prensa y estos yo los entiendo como espacios en los que tienen cabida los chismorreos de los bien informados. Para eso he pinchado aquí, para saber qué se comenta en unos mentideros a los que yo no tengo acceso
ResponderEliminarSi Dolores Carcedo está trabajando sobre el Plan de Ajuste, supongo que debería ser firme candidata a la consejería de Hacienda o de Economía. Digo.
ResponderEliminarTanto presumir de cenaculos pero usted no tiene amigos ni ideas ni opiniones. Presume de saber pero a usted no tienen pensado contarle nada.
ResponderEliminarDejando de lado todas estas absurdas cavilaciones a las cuales , como es logico , no estamos invitados, es de elogiar la rapidez con la que tres partidos han llegado a un punto de encuentro comun para sacar a Asturias de la ruina en la que quedo tras el ¿gobierno? del inefable Cascos.
ResponderEliminarEsta claro que si tres formaciones llegan a acuerdos y una cuarta,el PP, puede apoyar de forma puntual determinadas decisiones , demuestraria que el gobierno de Foro fue malo de solemnidad y nefasto para Asturias.
En mi opinión lo que demuestra, de manera irrefutable, es la antidemocrática materialización de una atrabiliaria colusión de intereses (llámese pacto del duernu o contubernio), para asfixiar a la bestia negra que vino a poner patas arriba el rancio y ruinoso establishment tan profundamente arraigado en estos lares.
Eliminarraitanucu
Dicho lo cual, coincido en que es de elogiar, y de agradecer, el acuerdo que ha permitido salir de la situación de impasse.
Eliminarraitanucu