En páginas interiores correspondientes a la sección de Economía de la edición de hoy del diario 'El País' leo el siguiente titular: "El Gobierno planea medidas para limitar las indemnizaciones de los altos directivos". Si tuviéramos la paciencia y los medios para rastrear toda la información aparecida en estos últimos años seguramente nos tropezaríamos con la misma frase encabezando otras noticias publicadas en diferentes fechas del pasado próximo. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la supuesta voluntad de gobernantes y legisladores de poner coto al 'sálvese quien pueda' o 'toma el dinero y corre' que han imperado últimamente entre los responsables de instituciones u organismos públicos, entidades financieras o grandes empresas 'estratégicas' a la hora de abandonar el barco estaría, cuando menos, bajo sospecha. Si además nos adentramos en la redacción de la noticia aparecida hoy mismo descubrimos que el Ministerio que gestiona Luis de Guindos "matiza que aún no hay una decisión tomada al respecto".
Llegados a este punto no podemos por menos que sentirnos agredidos en nuestra inteligencia al descubrir que los actuales gobernantes, como hicieron primero los anteriores, planean, estudian, analizan la forma de poner coto a tanta indecencia como encontramos a diario en la actualidad política y económica, pero, entre tanto, esos ex altos ejecutivos o ex altos cargos siguen tratando de hacer valer -y en muchos casos consiguiendo- las cláusulas y condiciones de privilegio de sus blindados contratos del pasado. Por uno al que 'pillan' y afirman que le van a obligar a devolver el dinero son docenas los que dejan la poltrona con los bolsillos repletos de un dinero con el que -por llamarlo por su nombre- se 'premia' su desastrosa y poco profesional gestión.
Si de verdad los gobernantes de turno quieren terminar con esa bofetada cotidiana a millones de españoles que representa el ponerles frente a la actual situación de aprovechados o sinvergüenzas que saben pescar en el rio revuelto de la profunda crisis para llevarse las mejores piezas a su mesa; si de verdad lo quieren -digo-, tienen que empezar, y ya, a obligar a que nadie se vaya con lo que no es suyo, por mucho que un papel firmado recoja, y a que quienes lo hayan hecho devuelvan aquéllo de lo que se han apropiado. Seguir planeando, analizando, estudiando no es sino marear la perdiz y ofender la inteligencia de la mayoría de la ciudadanía, la misma que está pagando lo platos rotos de la recesión. Si no se pasa de la intención a los hechos tendremos que pensar que esta nueva casta de dirigentes que tenemos únicamente piensa que, mientras el escenario sea el mismo, puede que mañana los beneficiarios de esta nueva forma de delincuencia sean ellos mismos.
Los aneriores gobernantes tuvieron su castigo democratico en las urnas , pero estos habiendo armado todas las que armaron y estando envueltos en todos sus turbios negocios tuvieron el premio gordo de 4 años. Esta claro que el pueblo español tiene un severo retraso mental.
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