jueves, 18 de octubre de 2012

Si quieres sardinas, ruge

En los tiempos de conflictos sociales que España está viviendo este otoño son numerosas las voces que se alzan clamando por el diálogo y que rechazan la opción de una huelga general como paso inminente en la cronología del descenso a los infiernos. Desde luego que hay razones para apelar a que tal convocatoria acostumbra a traer perjuicios de carácter general para la economía, amplía la mala imagen del país hacia el exterior y casi nunca reporta una compensación efectiva al trabajador; por contra, suele tener repercusión monetaria en su bolsillo. Buena parte de estos argumentos se cimienta sobre algunas de las últimas experiencias vividas en España.

Sin embargo, la opción de renunciar a la protesta bajo el pretexto de que "no se va a conseguir nada" representa una conformidad que únicamente facilita las manos libres al legislador para continuar aplicando de forma implacable esas políticas 'de austeridad' que se vienen demostrando incapaces de revertir la tendencia a la recesión continuada y, sobre todo, crear empleo. Sería algo parecido, en versión más relevante, que aquellas llamadas a la desmovilización porque las protestas y manifestaciones en la calle tampoco suelen tener en su cuenta de resultados una mejora de la situación que denuncian.

Nadie en su sano juicio puede querer una huelga general 'per sé', pero tampoco se puede pretender que las ciudadanos se encierren en la resignación y esperen a ver si dentro de unos años las urnas cambian la tendencia (ya se ha demostrado que no es así; más bien al contrario).

Andrés Rábago, conocido como 'El Roto', que hoy mismo ha recibido con el mayor de los merecimientos el Premio Nacional de Ilustración, en su viñeta de este mismo día en 'El País', ilustra con agudeza e inteligencia la situación a que me refiero. En la imagen aparecen dos gatos, uno de ellos con un pez en la boca, que le dice al otro "Déjate de maullidos; si quieres sardinas ruge". No se puede decir más con menos palabras.

2 comentarios:

  1. Por supuesto que una huelga da una mala imagen a un pais ya que genera sensacion de descontento y descontrol general, pero asimismo , tambien demuestra el malestar del ciudadano contra algo en concreto.
    No hace mucho, se manifestaban miles de personas frente al Congreso precisamante por la mala labor politica de ahora y de estoa años atras, pues bien, esa situacion y otras similares, han llevado a una segunda huelga general.
    Lo malo, es que habra una guerra de cifras y como el gobierno aprovecha las ultimas leyes aprobadas en donde el despido libre es el axioma a aplicar en estos casos pues puede que el segumiento no sea el pretendido.
    Lo que esta claro es que una tras otra hacen que la bola aumente su tamaño a razon del recorrido generado , la fuerza del empuje ejercida y una caida libre al abismo.

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  2. Hay quien defiende como alternativa una huelga a la japonesa: trabajando el doble. Todos sabemos que en nuestra cultura y estructura productiva (especialmente en las grandes industrias) eso es una utopía.

    Así que para expresar y hacer bien patente el cabreo general, en vez de aceptar la situación como "de normalidad", lamentablemente sólo queda un camino.

    raitanucu

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