jueves, 24 de enero de 2013

Nuestras miserias particulares

Le ha quedado muy aparente al presidente del Principado esa frase, a propósito de la desafección creciente de la ciudadanía hacia su clase política, que reza: "Esa mezcla de crisis y corrupción es un corrosivo poderoso que erosiona la democracia y fomenta el populismo". En su ejercicio literario, Javier  Fernández ha invocado el 'huevo de la serpiente del populismo' al recordar lo que ocurrió en Europa en la primera mitad del siglo pasado. Desde el punto de vista de los titulares, ya digo que le ha quedado redondo.

Naturalmente, el mandatario asturiano no elude relacionar sus reflexiones sobre un problema actual tan acuciante con el llamado 'caso Bárcenas', uno de los mayores escándalos políticos y económicos de los últimos años. Y, de paso, como otros compañeros suyos en otras comunidades y en Madrid, se aprovecha para que cale la idea de que corrupción y derecha es una misma cosa.

No debería el presidente asturiano andar con este tipo de pensamientos en voz alta en los tiempos que corren porque, por mucho que las imputaciones más sonadas en estos momentos estén relacionadas con representantes de los populares, él, como todos, sabe que la enfermedad de la corrupción también ha incubado en sus propias filas; en el pasado y en el presente.

En lo que más cerca le toca, cada día que pasa aumentan nuestras sospechas de que sobre el llamado 'caso Renedo' apenas ha aparecido la punta del iceberg y que la imputación a un ex consejero y algún ex alto cargo podría ser solamente el principio de un sumario mucho más extenso -y ya lo es bastante- con la aparición de responsabilidades más amplias en los mismos niveles o superiores.

Tampoco debería olvidarse el señor Fernández de que otra bola de nieve importante que podría salpicar a su partido es la de la turbulenta gestión del Centro Niemeyer, un caso en el que el juez ya ha decidido imputar a Natalio Grueso, quien fuera su principal responsable para la puesta en marcha y desarrollo inicial. Ahora que los socialistas asturianos vuelven a gobernar se muestran contundentes y decididos en una forma clara de olvidar la trifulca que montaron en su día en defensa de la gestión de esa misma persona y sus colaboradores, atribuyendo su acoso por el entonces Ejecutivo de Foro Asturias a una operación de acoso y derribo hacia un símbolo moderno de Asturias.

Dirá el presidente del Principado que él entonces no tenía responsabilidades de gobierno. Y es cierto. Pero también hay que recordar que en esos tiempos él era el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, fuerza política que sostenía mayoritariamente al Ejecutivo. Es una evidencia que al líder de los socialistas asturianos le gustaría poder borrar algunas de las páginas de la etapa de Vicente Álvarez Areces, bajo cuya gestión se produjeron algunos de los casos enumerados, que podrían ser algunos más. Pero eso no es posible, por mucho que se enmascaré la relación directa con ese oscuro paréntesis protagonizado por Álvarez-Cascos y su partido. Desgraciadamente para él, los cargos llevan aparejadas obligaciones y, en el caso que nos ocupa, existen y son importantes.

Afortunadamente, nuestras miserias políticas derivadas en procesos judiciales no tienen el volumen de un 'caso Bárcenas' o una 'trama Gurtel', pero son las nuestras y no debemos olvidarlas y quiénes son sus responsables últimos antes de escupir para arriba.

3 comentarios:

  1. Desgraciadamente, las palabras bonitas, las frases grandilocuentes y las citas literarias, por muy bien que suenen no resuelven los problemas de los ciudadanos. Lo que los resuelve, o por lo menos lo intenta, son los hechos. Y de hechos vamos muy, pero que muy escasos, y no siempre en la dirección correcta. Es en ese campo en el que queremos que el Gobierno funcione. Menos preparar discursos y más y mejor esfuerzo en la gestión y solución de nuestras miserias particulares, así como en el de nuestro futuro, con reforzada atención sobre el de nuestros jóvenes abandonados a la suerte que corran sus progenitores.

    raitanucu

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  2. Todos son culpables de la crisis, pero el caso Barcenas es muy gordo, porque 22 millones de euros no se roban tan facilmente.
    22 , que se sepa, porque durante tantos años en el PP seguro que el monto total es muy superior. Tal vez, el doble o el triple.
    Se supone que detras de esa cantidad hay un entramado financiero del tamaño del Empire State.
    No solo es la cantidad, sino el saber de donde salio esta.
    ¿Quien es capaz de darle a este payaso cantidades tan grandes como para acumular ese montante? ¿y para que y porque?

    Repito la pregunta.........¿quien le daba tanto dinero a este payaso y porqué?


    MATIAS13

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  3. El Secretario General lo sabe todo.
    Y el ciberpepiño se dedica a gastar el dinero de la PSOE en negarlo por todos los foros.

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