Mientras desde Génova los dirigentes nacionales del PP, con la esfinge a la cabeza, se empecinan en dejar que el asunto de la candidatura autonómica de Asturias se 'encoñe', en la cúpula de los populares asturianos se aprovecha el tiempo que se les concede para preparar su estrategia ante posibles escenarios adversos para sus intenciones. El grupo que dirige sin fisuras y con absolutismo encomiable el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, mantiene sus posiciones, pero, por si acaso, empieza a preparar el terreno para una hipotética imposición madrileña que convierta a Francisco Álvarez-Cascos en el candidato a la Presidencia del Principado.
Mucho se ha especulado desde que parece que el ex vicepresidente es la opción más probable de Rajoy y su equipo sobre la actitud que adoptarían 'La banda de los Cuatro' y sus acólitos ante tan adverso marco para sus intereses. Mientras oficialmente algunos mantienen que la apuesta por Isabel Pérez Espinosa tiene los avales precisos para que Génova no se atreva a enfrentarse a los dirigentes asturianos del partido, en el 'aparato' se trabaja a destajo para estructurar la estrategia ante un posible aterrizaje del ahora enemigo irreconciliable.
Se ha hablado ya en algunos ámbitos de dimisiones y de rupturas si Rajoy se empeña en imponer al veterano ex ministro de Fomento, pero no parece realista hablar de que quienes se han embarcado en una batalla a muerte contra la candidatura de éste vayan a tirar la toalla tan fácilmente. Por lo pronto, la líder gijonesa, Pilar Fernández Pardo, ya ha fijado públicamente su posición de establecer la Alcaldía de la ciudad como objetivo prioritario para su persona. Podría decirse que se ha plegado a De Lorenzo ante su elección de Isabel Pérez Espinosa, aunque también se asegura que desde la dirección nacional se le ha indicado muy claramente que se retire de la 'terna' asturiana para ocupar el cartel electoral autonómico. Este supuesto no resulta nada descabellado si se piensa que la dirigente gijonesa era, a priori, la opción más conflictiva y la más difícil de desactivar para Rajoy y su equipo si la apuesta de 'La banda de los Cuatro' sigue adelante. Todo lo contrario que la alternativa de Joaquín Aréstegui, mucho más fácil de desactivar por el el carácter y la 'volatilidad' del dirigente avilesino. De la tercera pata, la citada Pérez Espinosa, en la sede central del PP no quieren ni oir hablar por ser la de más bajo perfil político y proclive a un peor resultado que sus compañeros de terna, por mucho que sus defensores se empecinen en adornar su condición de mujer, joven y con el estilo 'renovador' por el que parece apostar el partido desde hace tiempo.
En lo que se refiere al teórico máximo responsable del partido, el presidente Ovidio Sánchez, nadie se cree que si las cosas vienen mal dadas vaya a renunciar al cargo. A fin de cuentas, el veterano dirigente regional pertenece a esa cada día más extendida clase política que ha convertido su actividad en profesión y no piensan en dejarla por mucho que se les empuje. El 'líder' del PP asturiano ha demostrado con creces a lo largo de su mandato que puede tragar carros y carretas e incluso podría 'cargar' con Cascos para seguir en el 'machito'.
Queda por analizar el futuro de quien mueve desde Asturias los hilos de todo este embrollo. De Lorenzo es quien lo dirige todo porque, no en vano, es el más 'listo' de todos ellos. No hay que olvidar que fue capaz de poner ' a caldo' a Ovidio Sánchez antes del último congreso regional para luego ser su principal báculo sin que las relaciones entre ambos se resintieran a la larga, al menos aparentemente. Digamos que se trata de una perfecta simbiosis en la que ambos aceptan su papel aunque en puridad debería ser el contrario. El regidor ovetense ha demostrado también sus dotes de navegante en aguas procelosas hasta en el espinoso tema de Cascos, pasando en horas de defender su figura, calificándole de galáctico, a rechazar con contundencia sus condiciones para ser el encargado de tratar de arrebatar a los socialistas el Gobierno autónomo, incluso con descalificaciones personales. Ante una decisión firme de la cúpula nacional en favor del ex ministro no sería de extrañar que su postura evolucionara hasta posiciones más templadas, por no decir totalmente opuestas a las que mantiene en la actualidad; y todo ello con la mejor de sus sonrisas en los labios.
En cualquier escenario, lo que parece evidente es que Gabino no va a dejar el terreno libre a nadie. Todos esos 'runrunes' sobre un posible abandono de la cabeza de cartel para el Ayuntamiento de Oviedo en mayo del año próximo sólo pueden ocurrírsele a quienes no conocen bien al personaje. En el escenario que él mismo ha confeccionado en Asturias o en otro más adverso y contrario a sus intereses, De Lorenzo sería el candidato del PP a la Alcaldía de Oviedo. El astuto 'cerebro' de los populares asturianos es consciente de que si dejara el terreno libre les pondría muy fáciles las cosas a sus adversarios internos, que ya tienen preparado el recambio si se lo ponen a tiro, incluso con más de una alternativa, al menos dos. Que se sepa, los 'casquistas' -por llamarlos de alguna manera- ya han colocado en la línea de salida al actual presidente del Centro Asturiano de Oviedo, Alfredo Canteli, con el que De Lorenzo ya trató de contar para su candidatura hace cuatro años, y la ex diputada nacional Alicia Castro, con un peso específico en Oviedo -como el anterior- capaces de sostener el peso mayoritario de los popuares en la capital del Principado.
El actual regidor es consciente de ello y, si lo de Cascos prospera, él mantendría en cualquier caso el número uno de la lista municipal ovetense del partido. Hay quien dice que Gabino está cansado después de tantos años y que su deseo es empezar seriamente a pensar en retirarse, pero, de ser así, nunca sería para dejar su 'reino' a los adversarios. De ponerse las cosas mal y confirmarse la apuesta de Génova por Cascos, De Lorenzo seguiría siendo el candidato de Oviedo y, si en su fuero interno apostara por una pronta retirada, sería a costa de mantener el poder colocando en los primeros puestos de su lista municipal a uno de los incondicionales suyos, probablemente Agustín Iglesias Caunedo, o la propia Pérez Espinosa, de no prosperar su opción a liderar la candidatura autonómica. Luego, con Cascos en el Principado -si gana, cosa mucho más complicada que hace unos meses, más por el enconado conflicto interno que por los méritos de sus adversarios socialistas- podría renunciar, aunque mantendría el control del municipio, e indirectamente, del 'aparato' del partido, mientras siga siendo el actual como se por lógica tendría que ser, por un tiempo al menos, dejando asegurada su influencia a través de uno de los 'interpuestos' antes apuntados, que tomaría el bastón de mando municipal en Oviedo para dejar 'descansar' a su incuestionable jefe de filas.
Nadie se explica el giro copernicano de Gabino de Lorenzo que, como bien recuerda nuestro periodista en la reserva, en estos meses pasó de calificarlo de "galáctico" a tratar de hundirlo, incluso con salidas de tono que pretendían ser dañinas en lo político y en lo personal, pero que acabaron volviéndose en contra de su autor.
ResponderEliminarPero si, ahora, en aras a una decisión favorable a Cascos, el alcalde de Oviedo pega otro bandazo, a lo que tendríamos que estar atentos es a la reacción de Cascos. No me parece que el ex-vicepresidente se acomode tan fácilmente a los impulsos extemporáneos y nocivos de este tipo de personajes. Su proyecto para Asturias no puede estar sometido a que las cargas de profundidad vengan de su propio partido.
¿Solución? Soprende que Rajoy no haya aprovechado las múltiples oportunidades brindadas por la dirección regional del PP para mandarlos a todos a su casa. Ahora, cuando quedan unos meses cruciales para exponer un programa político para Asturias (que Cascos y su gente ya tienen elaborado), es muy tarde para soluciones drásticas. Es más, cualquier decisión va a ser mala.
Una vez más, como en los viejos tiempos, Rajoy va a tener que pedirle ayuda a Cascos. Es decir, que huele a victoria de Cascos por goleada y eso equivale a mover algunas de las principales piezas del tablero popular regional.
No se puede ignorar que la razón del cambio de criterio de Gabino ha sido debido a que Cascos no quiere que le salpique el caso "Villa Magdalena".
ResponderEliminarMarcelino tenlo en cuenta.
Te lo asegura un viejo compañero.
Y el futuro de Gabino ha sido decidido hace diez días en Benia: se retirará por razones de salud de la vida pública.
ResponderEliminarGabino metió dos zorros en el gallinero:
ResponderEliminarAlberto Mortera -quien antes de ser comprado por Gabin- en el "Bar Sevilla" de Oviedo conspiraba con tus amigos Álvaro Cuesta y Antonio Massip para poner entre rejas cuanto antes a Gabino en Villabona.
El otro zorro en el gallinero es "Felechosa" quien hasta vendió agua del grifo embotellada como si fuera de Cuevas.
¡Menudos elementos, motorín!
En mi opinión, Gabino es ya un cadáver político. A él y a su gente la increpan por la calle, en una situación que recuerda la guerra de Irak. Lo diferente es que ahora viene de los propios votantes peperos.
ResponderEliminarLa verdad es que Rajoy lo tiene mal. Para nombrar a Cascos tiene que cortar todas las cabezas regionales (¿motosiera?) y afrontar una campaña así es todo un envite.
Sin embargo, si Cascos gana el pulso tendrá una catapulta, un efecto "primarias" de aupa. Ha salvado varias bolas de partido y la fuerza que trasladaría ser el candidato difinitivo le haría imparable, aun contando con la contraprogramación de La Nueva España.