¿Se imaginan lo que habríamos dicho si hace solamente un año alguien nos hubiera planteado un enfrentamiento electoral entre Francisco Álvarez-Cascos y Mercedes Fernández? Pues que estaba loco. Ni en las mas febriles mentes de los analistas políticos más atrevidos habría tenido cabida tal contienda. Y sin embargo ahora está ya aquí, sobre el tapete, es una realidad. Me diran que Cascos no se va a presentar a esta cita con las urnas, pero eso es solamente cierto a medias, ya que todos sabemos que allí donde Foro Asturias interviene está su líder en cuerpo y espíritu. Por eso, la decisión del Partido Popular de elegir a la hasta ahora síndica asturiana y ex pupila política de su adversario ha cubierto los comicios del 20-N en Asturias con un manto de morbo especial: un duelo a cara de perro entre dos políticos llamdos hasta hace bien poco a entenderse por el mutuo respeto y admiración.
Se podría interpretar, como ya han hecho algunos, que la decisión de Rajoy de apostar por Mercedes Fernández es un intento de 'suavizar' sus malas relaciones con el presidente del Principado y su joven partido. Es posible, pero otros pensamos que desde Génova ya hace tiempo que se ha renunciado a cualquier cosa que pueda parecer una operación de tender puentes y que, por el contrario, han decidido golpear a Cascos allí donde más le duele. Para quienes hayan seguido mis comentarios no les resultará nueva la hipótesis del recurso a la ex diputada por Asturias y ex delegada del Gobierno como la mejor de las opciones para pelear contra Cascos, una vez que la ahora candidata renunciara a acompañar a su viejo camarada en la aventura de cruzar el Mississipi del PP para enfrentarse a sus tradicionales compañeros. Esta fidelidad a las siglas y a su dirección es la que parece haber primado en la decisión de la dirección nacional, abandonando la opción de un "fichaje estrella" que vendía hace sólo algunas semanas.
La formalización del nombramiento de Mercedes Fernández como cartel electoral de los populares asturianos abre la puerta a una contienda que alimenta el morbo de los que seguimos la actividad política. ¿Cómo van a reaccionar uno y otra ante ese nuevo escenario, impensable para ellos hace no tanto tiempo? La actitud de la candidata popular es la que ofrece un mayor interés obvio. Por un lado, esta su reconocimiento nunca negado hacia quien fuera su mentor político, eso sí algo enfriado desde que Cascos decidio dar el paso de abandonar el partido de toda su vida. Por otro, las consignas nacionales del PP, que ya han dejado claro que, si en Navarra o en Aragón es posible entenderse con los regionalismos, con Cascos ni a coger duros de oro, como se decía antiguamente. 'Cherines' podría verse obligada a seguir estos parámetros, una situación que añadiría un punto más de tensión a la próxima campaña.
De Cascos no hace falta decir nada que ya no se sepa. Con su vuelta ha demostrado que cuando alguien se cruza en el camino para lograr sus objetivos no le tiembla el pulso, y eso a pesar de ser un "sexagenario"; que no hay amigos cuando ha establecido su propia 'hoja de ruta'.
De este duelo y de sus posibles consecuencias va a depender, amén de otros protagonistas obvios, el que los comicios del mes próximo tengan ese plus de morbosidad o no. Por el momento, la simple designación nos lo tiene garantizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario