martes, 31 de enero de 2012

Asturias le importa un bledo a Génova

De que la rotura de hostilidades entre la cúpula nacional del Partido Popular y Francisco Álvarez-Cascos era una evidencia palmaria han dado fe en estos últimos meses las declaraciones progresivamente intemperantes de los dirigentes nacionales del primero. El desafío del actual presidente asturiano en funciones al presentar candidatura propia en Madrid en las últimas legislativas de finales del pasado año fueron el elemento definitivo para acelerar esa respuesta.

Se preguntaba hoy Cascos si la dirección nacional de su ex partido sabe lo que sus representantes en este territorio están haciendo. Como podemos creer cualquier cosa de él menos que es tonto, prefiero pensar que la expresión se trata de un convencionalismo obligado. No podemos imaginar que la oposición feroz que los populares vienen ejerciendo en la Junta General del Principado desde que Foro formara Gobierno en el Principado sea de origen 'abertzale' y ajeno a los designios de la quinta planta de la sede nacional de los conservadores. Queda pues claro que el apoyo a la 'camarilla' que maneja desde hace años el partido, con el actual delegado del Gobierno (sí, del Gobierno de Rajoy) al frente, ha sido y es pleno, bendiciendo el acoso y derribo a quien han situado como incuestionable enemigo número uno, aunque hace algo más de un año pudiera resultar inimaginable.

Las primeras declaraciones de dirigentes nacionales del PP sobre la decisión de Cascos de adelantar las elecciones autonómicas a marzo no hacen sino ratificar esa deriva exponencial.

Sin embargo, con vistas a los comicios de marzo, todos los contendientes deberán empezar a hilar muy fino si no quieren que se les escapen unos millares de votos y, en consecuencia, medir cada palabra o declaración que emiten en estos momentos.

Quizá obligados por las prisas y la sorpresa, el caso es que un dirigente no identificado, pero que dijo hablar en nombre de la ejecutiva nacional de los populares, se expresó ayer más con tono de fastidio que de desacuerdo político al afirmar que el mayor inconveniente para Rajoy y su equipo de la medida adoptada por su ex compañero de filas era que los comicios asturianos podrían desviar de alguna manera el 25 de marzo el foco de la cita con las urnas en Andalucía (el mismo día que en el Principado). Con ello no hace falta ir a estudiar a Salamanca para interpretar que los conservadores tienen todo su empeño puesto en los comicios autonómicos de aquella comunidad sureña (cosa muy legítima por lo que se juegan) y, por ende, que los asturianos les importan más bien poco, aunque no renuncien a sacar un buen resultado. Algo, por otra parte, que no debería asombrar a nadie ya que, tras ampulosas palabras desmentidas por los hechos, al actual líder nacional del PP y a su equipo les importa Asturias un bledo. Y si no esperen un poco y lo verán.

1 comentario:

  1. Cuando dices "rotura" de hostilidades en la primera línea entiendo que quieres decir "apertura" o algo así, no?

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