Los votantes del PSOE y los del PP prefieren a Ciudadanos para un acuerdo de gobierno. Así la asegura en su apertura de primera página de hoy 'El País' apoyándose en una encuesta propia. En el primer caso, la apuesta se hace frente a a ese otro binomio que los socialistas podrían ensayar con Podemos; en el segundo, porque parece que a los de Rajoy no les queda otro posible aliado con garantías para aunar una mayoría suficiente. Naturalmente, la encuesta se refiere a la organización estatal de ambas fuerzas políticas y para un escenario inmediatamente posterior a las elecciones legislativas del otoño próximo.
Sin embargo, como en tantas otras ocasiones anteriores, aquí, en Asturias y con un reparto de escaños real (el que arrojaron los comicios del 24 de mayo) la condición de laboratorio ofrece ahora la posibilidad de convertir las voluntades de los hasta ahora dos grandes partidos en una de esas diferentes fórmulas de gobierno. Las votaciones realizadas en el pleno de la Junta General del Principado el pasado viernes han situado al partido de Albert Rivera como una pieza básica para resolvar el complejo resultado de las urnas. Se dirá que aquí existe una variable que no se da en el conjunto del Estado, que es Foro Asturias Ciudadanos, pero, tras el 'sorprendente empate' de hace un par de días, dicha variable se ha sumado el núcleo del que se degajo hace algo más de cuatro años y, siglas aparte, sitúa a los populares en el mismo nivel que presentan los socialistas en solitario.
Tanto Javier Fernández como Mercedes Fernández se han apresurado a cortejar a los de Nicanor García conscientes de que sus tres votos pueden darles el control ejecutivo si los otros dos intérpretes, Podemos e Izquierda Unida, se empecinaran en no dar su brazo a torcer para apoyar al candidato del partido más votado. Algunos no podemos evitar echar la vista atrás y recordar la relevancia del solitario voto del único diputado de Unión, Progreso y Democracia -ahora en Ciudadanos y ocupando escaño en el Parlamento autonómico- para la investidura de Javier Fernández tras la anticipada cita con las urnas provocada por el fracaso del Ejecutivo de Francisco Álvarez-Cascos.
Se avecinan días intensos donde los dos aspirantes a la Presidencia que han pasado el primer corte van a tener mucho trabajo para arrimar el ascua a su sardina. Más fácil lo tiene el Fernández socialista, que puede convencer a los de Rivera pero también tiene esa otra carta en la manga de persuadir a Podemos e IU, o a uno de ellos. Al primero, no tan fácil, como lo certifican las palabras de su número uno en la Junta General, que tan pronto muestra una dureza irreductible como lanza esperanzadoras coletillas de posible futuros más halagüeños para el aspirante del PSOE.
Eso sí, ninguna de las posibles 'novias' se manifiesta dispuesto a entrar en las prisas que expresa Javier Fernández, ni tampoco los menos acuciantes avisos de Mercedes Fernández. Todos han expuesto con nitidez no estar dispuestos a acelerar el paso cuando lo exigen quienes los necesitan, especialmente después de que sus 'romeos' no mostraron interés alguno en cortejarles hasta que se vieron ante escenarios peligrosamente negativos para sus intereses.
El número uno en Asturias del partido de Pablo Iglesias, Emilio León, ha sido quien más nítidamente lo ha expresado al afirmar que no están dispuestos a asumir las urgencias que les han entrado ahora a los socialistas. También ha dicho que habrá investidura y que nadie debería estar preocupado por la hipótesis de unas elecciones anticipadas, pero es evidente que con guiones bien diferentes a los que habían elaborado los dos 'finalistas' en la carrera por la Presidencia del Principado.
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