"Prefiero que me critiquen por no dar plazos que por mentir". Ésta es la frase más repetida hoy por el secretario de Estado de Fomento para enfriar las expectativas creadas por su visita a Asturias para "explicar" el alcance del acuerdo alcanzado el día 27 de julio por su jefe de filas, Pepe Blanco, y el presidente del principado, Vicente Álvarez Areces. Ni fechas, ni nada de nada. El ambiente de la multitudinaria rueda de prensa -¿...?- se quedó helado; incluso el propio mandatario asturiano, al que se le suponía ya conocedor del inconcreto mensaje lanzado por el numero dos del Ministerio; no pudo evitar mantener durante la citada convocatoria una cierta cara de póker. Si 'Pepiño' es medianamente concreto, si lugarteniente no se quiere pillar nio un pelo. En fin, las ilusiones por los suelos. Y eso que Areces sacó fuerzas de flaqueza para respaldar a su correligionario de Madrid y amparar su 'prudente' mensaje con una avalancha de calendarios sobre autovías, puertos y aeropuertos que el ministro le prometió la pasada semana en Madrid. lo que no dijo es que el acto de hoy tenía como objetivo específico las infraestructuras ferroviarias, y de éstas compromisos, nada, más allá de la voluntad de que Asturias también va a tener alta velocidad. ¿Pero cuándo?. No se sabe. Esta región nuestra es especialmente complicada, orográficamente, medioambientalmente y -eso no lo dijo- políticamente.
En Realidad, Víctor Morlán, como insistió una y otra vez, no quiere engañar a nadie. De nada valió que un compañero de 'La Voz de Asturias' le recordara que su ministro había mencionado la fecha de 2015 para que estuviera funcionando el 'AVE del Norte'. pero eso vale para Galicia y para Cantabria, no para Asturias. Y no vale para nosotros porque Morlán se encargó de recordar que nuestras comunidades limítrofes tienen proyectos y Asturias no. ¿Y por qué, señor secretario de Estado? Cinco años largos después de que su partido lograra el poder ya no vale escudarse en Aznar o -mejor- en Álvarez-Cascos.
El farragoso acto de hoy, montado por Álvarez-Areces "a lo grande" -como él mismo lo denominó- solamente sirvió para apagar aún más el entusiasmo de los asturianos, que vuelven a verse en un proyecto de futuro a la cola, por mucho que socialistas asturianos y del Gobierno se empeñen en reiterar una y otra vez lo de la inversión por habitante - que no es baladí, es cierto- y los privilegios de Asturias en este campo.
En realidad, esta cita sirvió para demostrar que Morlán, a pesar de sus cinco años como alto cargo de Fomento, no es muy buen político. Sincero, puede que sí, pero no acertado como tal. Quizá fuera mejor que nos hubiera "engañado" un poquito y conservara el fuego de la esperanza de los asturianos. A fin de cuentas, todos sus colegas y predecesores han puesto fechas a las obras y, en líneas generales, no se han cumplido nunca. Y si no que se lo pregunten a su correligionario, Antonio Trevín, delegado del Gobierno en la comunidad, que no ha tenido empacho en los últimos cuatro años en fijar plazo para cada una de las infraestructuras del transporte pendientes en Asturias. El que lo quiere comprobar está invitado a repasar las hemerotecas.
Morlán se trajo con el al director general de Infraestructuas Ferroviarias -perdón por no citar su nombre, pero no me acuerdo-, un alumno aplicado que con la ayuda de transparencias -antes las llamábamos filminas- dio una lección magistral y técnica de lo que va de la buena voluntad a la realidad de los hechos. El cuadro con las propuestas de actuación para introducir la alta velocidad en la red interior de Asturias es, a la vista de un profano, un auténtico parche, con tres tramos nuevos, y otros muchos viejos, en los que uno combina mercancías y viajeros, otro éstos y cercanías y un tercero solamente para transporte de personas.este señor y Morlán se esforzaron con fruición en explicar que un nuevo trazado íntegro de alta velocidad sería contraproducente, aunque esto no valga para otras comunidades. Orografía, medio ambiente. ¿Acaso las otras autonomías del Norte tienen diferentes estas variables? En fin, un prodigio de razonamientos lógicos y técnicos que sólo valen para esta "importantísima" región en la versión de Fomento.
El secretario de Estado se esforzó todavía un poco más y dijo textualmente que Asturias, lo queramos o no, ya tiene alta velocidad. ¿...? La tiene porque disponemos de un tren Alvia para comunicarnos con Madrid. Ahora sí que lo estropeó todo. Señor Morlán, ¿de que me vale que me entregue usted un BMW si me obliga a circular con él por una calella?
Podría seguir escribiendo la crónica de un despropósito, pero no vale la pena insistir en las penosas explicaciones de los hombres de 'Pepiño' para justificar que, en lo que a trenes se refiere, de compromisos con fecha, nada. Bueno, algo sí. A finales de 2012 circulará "un" tren de alta velocidad y "uno" de mercancías por los túneles de Pajares. ¿Uno de prueba?
En el haber de los representantes de Fomento solamente se puede mencionar la sinceridad de los problemas de lo que son los sucesivos y largos trámites administrativos de una gran infraestructura, algo con lo que aquí ni hemos empezado, y el compromiso -con súplica de ayuda por parte de políticos y medios de comunicación- de hacerlos todos lo más cortos posibles. Pero sólo eso.
Con una cierta cara de idiota, sólo me queda apelar a lo que decía mi gran maestro Francisco Carantoña: que lo hagan unos u otros y que tarde más o menos, pero que lo hagan y que podamos verlo. Pues eso. Seguiremos en contacto.
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