miércoles, 21 de abril de 2010

Candidatos

Los días pasan rápidamente y los grandes partidos políticos asturianos mantienen su 'hoja de ruta' con respecto al calendario para la designación de sus candidatos a la Presidencia del principado en 2011. La lógica insistencia de los compañeros de profesión no obtiene resultados específicos, si bien, de vez en cuando, alguna frase de los mandamases permite entrar en el terreno de la interpretación a base de hilar muy fino.
Este es el envoltorio. Sin embargo, dentro de esos partidos hay una fuerte ebullición y, aunque no definitivos, se van perfilando los carteles y trabajando sobre opciones alternativas, si es que se puede hablar a estas alturas de ellas.
En lo que al PP se refiere todo indica que las cosas están cada vez más claras. No sé si la marea 'creciente' de apoyo a la vuelta de Francisco Álvarez-Cascos es tan impresionante como él parece percibir o simplemente sigue un curso normal; lo que sí es evidente es que lo que en un principio era un grupo de incondicionales de su anterior etapa de actividad política ha pasado a configurarse como un núcleo importante del partido en el que caben los dirigentes que no le tienen ninguna simpatía tanto como los 'conversos' que nunca estuvieron en su onda pero, apartados por la actual dirección regional, salen de sus cuevas para sumarse a los halagos de forma entusiasta y reclaman al 'salvador'. Sigue el recelo de la dirección nacional, pero también en este ámbito a la vuelta del político asturiano le están saliendo fuertes valedores cada días; sin ir más allá, recientemente lo han manifestado su viejo mentor Manuel Fraga y la 'lideresa' madrileña, Esperanza Aguirre, que nunca ha ocultado su amistad con el ex ministro. Vamos que la merea sí que crece.
Más complicadas son las cosas entre los socialistas asturianos. Si nos atenemos a lo que hay en estos momentos sólo hay un candidato y éste es Javier Fernández, su secretario general. Aunque el actual hombre fuerte del partido a nivel nacional manifieste que "hay que oir a Tini" a mí me parece que no pasa de ser una frase educada, toda vez que casi todo el mundo sabe que no es su candidato y que participó en la reunión en Madrid en la que Zapatero apostó de forma clara por Fernández.
Pienso más bien que tras ese "oir a Tini" late más la búsqueda de una salida acorde con su historial para al actual presidente asturiano que la opción de incluirlo en una baraja de posibilidades para presidir el cartel electoral autonómico.
Al margen de declaraciones más o menos crípticas, el primer punto de referencia importante para saber qué puede pasar en la FSA es la presumible crisis de gobierno que Zapatero hará al finalizar la desangelada Presidencia española de la UE. Aun en la hipotesis de que el presidente del Gobierno decidiera minimizar esa crisis o retrasarla hay un hecho que puede marcar el futuro y las dudas de los socialistas de Asturias. Todo apunta a que, pase lo que pase, el actual ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, dejará el Ejecutivo pronto para ser el número dos de José Montilla en la lista del PSC para los comicios catalanes de este año. Pues bien, son rumores, pero muy extendidos, los que apuntan a que Álvarez Areces podría pasar a ocupar esa cartera. De ser así su sustituto, que ya fue de número dos en las últimas autonómicas asturianas, tendría unos meses para vender su imagen desde una plataforma privilegiada cual es la propia Presidencia del Principado. Unos meses en el cargo le valdrían más para llegar a los asturianos que dos años en los que el partido pudiera ponerle en el mercado.
Si el ministerio fuera uno de los trenes que le pasasen a Tini, siempre quedaría otras soluciones quizá no tan brillantes políticamente pero sí más ventajosas desde el punto de vista práctico. Una presidencia de alguna gran empresa pública no sería mal bocado para el actual mandaatario asturiano. A ello también apuntan algunos de sus compañeros y otros, van más lejos en sus apuestas y le sitúan al frente de la legación española de algún importante país de Hispanoamérica.
Así, pues, por el momento, no parece que a Javier Fernández se le cuestione su condición de candidato a la Presidencia el año próximo, máxime desde las esferas que tienen capacidad para hacerlo. Ni siquiera la guerra interna desatada y cada día más evidente a nivel público en la influyente UGT parece que pueda intervenir en esa decisión venida de lo más alto.
La única duda -ya la apuntaba días atrás- la podría plantear la confirmación de que los populares apuestan por Cascos. Sus posibilidades de victoria superan a las de cualquier otro candidato de su partido y eso, naturalmente, preocupa en las filas socialistas. Después de tanto tiempo sin dar el paso adelante, no creo que a Javier Fernández fuera capaz de tragarse el marrón de hacerlo para perder una elecciones en su feudo, un feudo, por otra parte, tradicionalmente de la izquierda -ya sabemos que lo de Marqués tuvo componentes ajenos a la lógica política y que contó con la ayuda de sus propios adversarios más que con la de sus compañeros-. Tampoco a Areces le gustaría perder ahora unas elecciones y menos frente a su eterno enemigo Cascos, pero el mandatario asturiano no tiene tantos remilgos como el líder de la FSA y afrontaría sin problemas ese riesgo. Tini confía en sí mismo más que sus propios camaradas y seguro que, si le dejasen, Cascos no sería un obstáculo para presentarse para un cuarto mandato. En esta tesitura es donde aparecen las dudas sobre el candidato socialista. Fernández es el elegido, pero ¿y si deciden que es mejor que, de perder, lo haga Areces y, si por el contrario volviera a gobernar, el mérito sería de la FSA y de todos sus dirigentes? En este punto es en el que nos encontramos, aunque la solución definitiva la tenemos cada vez más cerca.

3 comentarios:

  1. Resulta inexplicable que un partido con tanta experiencia electoral como el PSOE, haya metido la pata con el adelanto ¡a más de un año y medio vista! de su candidato en detrimento de un presidente autonómico. Para mí la clave hay que buscarla en los cenáculos madrileños que frecuentan Alvaro Cuesta, Pepe Blanco y demás. Aunque parezca mentira, muchas de las decisiones políticas que influyen en la vida de los ciudadanos se toman así: en cenáculos y conspiraciones de mesa y mantel.
    Es obvio, a tenor del "nuevo perfil" que trata de ofrecer Fernández, que su candidatura a la presidencia del Principado no tiene vuelta atrás. De ahora hasta las elecciones (¡trece meses aún!) vamos a quedar empachados.
    Mas empacho, si cabe, con lo de Cascos. Curiosamente a éste, media precampaña se la está haciendo la FSA y la otra media, como bien apunta nuestro periodista en la reserva, "salen de sus cuevas" para sumarse al evidente apoyo que su retorno tiene en las bases y el electorado del PP.

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  2. Blanco y Garzón comparten los riesgos de la sobreactuación, de exagerar un gesto que luego queda en entredicho al no verse repetido en otras circunstancias.
    ¿Han visto lo que hacia el señor ministro este fin de semana? Apoyar en un mitín al recién nombrado con todo ungimiento y respaldo candidato socialista por Castilla y León, su chico de los recados, Oscar Lopez.
    Ya ven, pasado Pajares resulta que la máquina socialista ya oficializa estar en tiempo de campaña.

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  3. Efectivamente Blanco ha mitineado en apoyo del candidato socialista en Castilla y León, pero es que allí el PSOE está en la oposición desde hace más de veinte años mientras que en Asturias es el partido en el gobierno. Por eso coincido en que el PSOE se ha creado un problema al amagar con sustituir a Areces y hacerlo, encima, con casi la mitad de la legislatura autonómica por delante. De ahí que tenga sentido el rumor del que se ha hecho eco el Periodista en la Reserva: en el PSOE tratarán de dar una salida airosa a Areces en las próximas semanas (¿un ministerio? Difícil. Mas bien creo que una gran empresa pública). Eso colocaría a Fernández como presidente del Principado en este año que resta de legislatura, tiempo suficiente para darse a conocer un poquitín más... entre los propios socialistas, que ya es decir.
    En el PP tienen tambien un problema con la probable llegada de Cascos: éste no va a tragar con buena parte de los cachazas acomodados que el PP tiene en el parlamento regional, ni tampoco tragará con Aréstegui o Pardo al frente de candidaturas locales.

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