Tras un corto periodo 'fuera de la circulación' por un descanso vacacional me resulta muy gratificante leer en la edición de hoy de 'El País' una amplia información sobre el previsible retorno de Cascos a la primera línea de la política asturiana. Y es gratificante porque la mayor parte de los aspectos relevantes que el rotativo nacional recoge me suenan a muy conocidos y el que suscribe no es ajeno a ello. No se trata de pavonearse y apelar a aquello de "ya lo dije yo", pero, afortunadamente, lo que se escribe en un blog queda y si alguien tienen interés por comprobarlo puede retrotraerse a comentarios de esta misma tribuna de varias semanas atrás. Desde la premisa principal, que Cascos va a ser con toda probabilidad el candidato a la Presidencia del Principado y que el propio ex vicepresidente del Gobierno ya ha decidido dar ese paso hasta la poca gracia que le puede hacer a Rajoy la hipótesis de tener un 'barón' en esta pequeña comunidad de las características y el carácter del veterano ex ministro de Fomento, pasando por las dificultades que tendría para convertir lo que pueden ser sus deseos en un veto, opción prácticamente inviable, a pesar de que Cascos no se prive de criticar siempre que puede al propio líder nacional y a algunos de sus principales colaboradores, empezando por la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Podría incluso apelar a lo que parece ser el meollo de la información nacional que estos días se está publicando sobre la 'Operación Cascos', que ninguno de los dos quiere dar el primer paso y que ambos desean apuntarse el tanto de que el otro lo pida. Aquí también podría remitirme a un 'viejo' comentario de esta tribuna sobre las metáforas del baile y quién saca a bailar a quién.
En lo que a la política nacional se refiere un dato a tener muy en cuenta en esta inútil guerra de guerrillas es la constatación de que Cascos sigue siendo el mismo y de que no tiene pelos en la lengua para llevar la contraria abiertamente al equipo dirigente de su partido a nivel nacional. Ya fue valedor del tesorero Bárcenas y ahora sale en defensa de Jaume Matas, un 'cadáver' por el que nadie de esa dirección popular ha movido un dedo. En fin, que la 'línea blanda' no va con el político asturiano y mantendrá la contraria a sus 'compañeros' en todo lo que haga falta, y en más
En fin, que por un día me voy a echar el pegote de ser en cierto modo un podo 'adelantado'.
Por lo que a la entrevista radiofónica con la Cadena Cope se refiere y al margen de sus detalles en lo relativo a Asturias, pienso que más importante que las propias palabras, que no añaden nada nuevo a lo que ya sabíamos, sí tiene valor a la hora de analizar lo que pueda pasar precisamente que el veterano político asturiano haya empezado a romper sus silencios y aceptar cada día con mayor frecuencia este tipo de encuentros informativos a los que hasta hace unos cuantos meses se negaba en redondo. Su progresiva aparición en los medios de comunicación se deben sobre todo a una estrategia voluntaria propia y no a la insistencia -que la hay- de los medios de comunicación. Cascos ahora sí quiere hablar. ¡Qué suerte para algunos compañeros de profesión!
Se le echaba mucho de menos, don Marcelino. La prensa nacional, en efecto, ha descubierto lo que los lectores de su blog ya habíamos leido hace algunos meses. Sus vaticinios le acreditan como "cascólogo" y, sin duda, la cascología no es ciencia fácil porque exige estar muy al dia, muy al corriente de las cosas y, encima, sometido a las piruetas de un personaje político único e irrepetible.
ResponderEliminarEn cualquier caso, creo que merecería la pena hacer un estudio muy profundo sobre la estrategia que está siguiendo Cascos para retornar a la politica (¿retornar?, je, je, je... ¿cuando lo dejó?). De momento sus apariciones son muy contadas y excepcionales: entrevista en "La Clave", discurso en el Teatro Palacio Valdés, artículo salmonero en El Comercio, comida con Pepe el Ferreiru, entrevista en La Cope. Todo ello muy salteado, pero con un efecto multiplicador al que contribuyen enormemente los socialistas asturianos que son, junto con los estajanovistas parlamentarios de Ovidio Sánchez, los grandes preocupados de la vuelta de Cascos a las instituciones.
Hablando de Ovidio Sánchez, hoy hemos podido leer que está "entusiasmado" por el retorno de Cascos. Hemos pasado del "déjate de chismes" al entusiasmo. Todo sea por el bien de Asturias. Amén.