miércoles, 23 de junio de 2010

Trevín, un profeta fracasado

El dìa 14 de febrero de 2007, el diario 'El Comercio' recogía el su primera página el siguiente titular: "Antonio Trevín asegura que el AVE tendrá paradas en Oviedo y Gijón". En páginas interiores el delegado el mismo rotativo abría la sección de 'Asturias' con las declaraciones del día anterior del delegado del Gobierno en el Principado y en titulares recogía que éste aseguraba que el nuevo ferrocarril "tendrá en Asturias el ancho internacional" y reiteraba que "la línea de alta velocidad será como la de Sevilla en el tramo entre Lena y Gijón". Son titulares textuales de ese día.
Ahora que está en el ambiente la polémica por el anuncio de Fomento de que todas estas afirmaciones se han ido al limbo de los justos y se condena a esta comunidad a renunciar a esos objetivos, viene muy bien recordar este tipo de comparecencias públicas y la capacidad de quienes tienen las máximas responsabilidades políticas de hacer manifestaciones que el tiempo se encarga de desmentir. Siempre he recomendado a quienes se interesan por la actualidad que, de vez en cuando, se 'peguen un garbeo' por las hemerotecas y revisen informaciones pasadas -no tan lejanas-, especialmente ahora que la era digital permite consultar los periódicos atrasados sin necesidad de 'pegarse' con la Administración para no tener que echar abajo una puerta -la de la Hemeroteca Provincial- cerrada con siete candados. Y es que, como bien decía un destacado profesional del periodismo, la memoria es frágil y las palabras se las lleva el viento.
Me he limitado a recoger unas manifestaciones concretas de un día específico (es un ejemplo captado al azar en un momento determinado), pero los que estén interesados en el tema pueden hacer esa 'visita' que antes recomendaba y se encontrarán con contundentes afirmaciones que ponen presupuesto y meta a las grandes obras de infraestructuras. En este cometido nuestro delegado del Gobierno es un gran especialista y se podría escribir un libro con los desaciertos de sus predicciones (los interesados en la 'trevinología' pueden revisar también sus palabras de los últimos años sobre los distintos tramos de la autovía del Cantábrico). Me dirán que va en el suelo y que el pregonero tiene que anunciar lo que dice su jefe, pero nadie se cree que la prodigalidad de Trevín a la hora de hacer 'anuncios' con datos muy concretos van más allá de buscar titulares llamativos para hacerse un hueco en cada momento entre los 'protagonistas' de la historia. Lo que ocurre es que el 'pregonero' al que me refiero se ha transformado en un especialista de los 'fallos de cálculo' que le convierten en esa persona con la que nadie jugaría a la lotería o a las quinielas. Desde luego, como demiurgo el incombustible político que mayor número de cargos relevantes ha ocupado en la historia democrática de esta comunidad se ha mostrado como un desastre de profeta con menos probabilidades de credibilidad que el mismísimo Nostradamus.

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