martes, 6 de diciembre de 2011

Metepatas

El paso del tiempo y el cambios de las circunstancias sociales hace que muchas veces se vayan perdiendo del acerbo popular un buen número de palabras que han sido protagonistas involuntarias del pasado próximo de aquellos que contamos ya nuestra edad por abundantes décadas. Uno de esos vocablos que me retrotrae a años de adolescencia y juventud y que en los tiempos que corren no recuerdo haber escuchado más es el de "metepatas", gráfica expresión con la que calificábamos otrora a aquellos que intervenían a destiempo en una conversación o se manifestabán sobre aquello que no les correspondía.

La entrañable palabra me ha venido en esta ocasión de nuevo a la memoria a propósito de las frecuentes intervenciones públicas del actual presidente de la Junta General, que nos tiene acostumbrados desde que tomara posesión a manifestarse abiertamente de forma partidista y parcial en numerosos asuntos de la política regional desde una posición más propia de su otro cargo, el de secretario general del Partido Popular asturiano y, por tanto, como adversario directo y tenaz del Gobierno autónomo y del partido que lo sustenta.

Decía que han sido ya numerosas las veces que a Fernando Goñi se le ha afeado que no sepa casi nunca concentrarse en su condición de cargo institucional que no debería 'enfangarse' un día sí y otro también en la batalla partidista, que para la misma ya hay bastantes guerreros de parte y parte. Por contra, su condición de presidente del Parlamento autónomo podría aconsejarle abstraerse de la refriega y concentrarse en su función institucional de árbitro, algo que no está reñido con su militancia a la hora de votar o con sus posiciones ideológicas irrenunciables.

Podría el presidente de la Junta General mirarse en el espejo de sus antecesores y aplicarse el cuento. Y para referencias no hace falta que se quede en quien hasta el pasado mes de junio ocupó esa plaza, la socialista María Jesús Álvarez. También puede tomar como ejemplo a su compañero en las filas populares Antonio Landeta, modelo de imparcialidad durante su mandato.

El especial enconamiento que la aparición de Foro Asturias y su triunfo electoral en mayo pasado ha traído a la política asturiana tiene también su reflejo en la pérdida de papeles, como la del mencionado, algo inusual hasta la fecha en el ámbito autonómico. Habrá quien crea que el 'estilo' de Fernando Goñi tiene algo que ver con instrucciones directas de sus compañeros dirigentes en las filas populares, aunque hay miles de razones para dudarlo. Tampoco creo que sus inoportunos protagonismos tengan nada que ver con el hecho de que su acceso al despacho principal del Palacio de la calle de Fruela esté sustentado más en los votos socialistas que en esos minoritarios diez escaños con que le pudieron apoyar los suyos. Más bien habría que pensar que sus continuos recursos a estar fuera de papel tienen que ver con su 'particular' personalidad política, por decirlo de una manera suave.

Aunque queda legislatura por delante, nada hace pensar que esta anómala situación tenga trazas de corregirse. En cualquier caso, quede constancia de que lo deseable sería que, también en esta situación, el cambio llegara. Entretanto, si la extemporaneidad de Goñi volviera a repetirse es posible que más de un veterano se sintiera impelido a decirle en voz bien alta: "Fernando, no seas metepatas".

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