Mientras la lluvia cae a chuzos en la economía española y cada día la situación es más preocupante (a veces da la sensación que estamos manteniendo a un enfermo terminal y de ese cuerpo formamos parte todos, ¡no sé si la mayoría se está dando cuenta!) a algunos nos intranquiliza de forma particular el gran embrollo que nuestros actuales gobernantes han creado con la reorganización del mercado financiero. Muy específicamente, me estoy refiriendo al de la reordenación de las cajas de ahorros.
Pese a los mensajes de tranquilidad emitidos desde el inicio de ese proceso, apoyados muchas veces por voces "autorizadas" -y espero que no interesadas-, somos muchos los que hemos expresado nuestras dudas a propósito del futuro a medio plazo de la operación. En el caso del Principado, el camino no ha estado exento de elementos capaces de alimentar esa desconfianza. Primero, fue la asignación a dedo a Cajastur de la 'machacada' Caja de Castilla-La Mancha, la primera entidad de este tipo que entró en quiebra y que salió adelante gracias al rescate público y la voluntariedad de los responsables de su homóloga asturiana. Después, vino el grueso del proceso de concentración y, tras salvar de milagro el escollo de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, ahora intervenida por el Banco de España, la asturiana asumió la concentración con otras dos entidades menores que, a juicio de algunos, poco o nada podían aportar a ese objetivo de consolidación de un grupo bancario fuerte. En fin, que el trayecto ha dado de sí lo suficiente como para hacer florecer el escepticismo.
Aún sin cerrar la compleja operación, empezamos a vislumbrar en el horizonte presuntos problemas nuevos derivados de todo lo acontecido hasta la fecha. El más reciente, importante aunque algunos quieren presentarlo como anecdótico, es la quiebra y el anunciado cierre del aeropuerto de Ciudad Real, una obra faraónica -más propia de un loco visionario- del Ejecutivo socialista de José María Barreda (por cierto, ¿cuándo se va a tomar alguien en serio la obligación política -y en su caso procesal- de pedir responsabilidades por su nefasta y lamentable gestión al mandatario castellano-manchego?) que no dispone ni de compañías que operen en él -las dos que lo hicieron ya abandonaron tras millonarias subvenciones- y del que, como heredera de la mencionada Caja Castilla-La Mancha, ahora es responsable nuestra (¿o sería mejor eliminar el posesivo?) Cajastur.
Parece ser que la nueva presidenta de la comunidad castellano-manchega y secretaria general del PP a nivel nacional, María Dolores de Cospedal, dentro de la lógica del páramo financiero con el que se ha encontrado, ha recurrido al responsable de la entidad asturiana, Manuel Menéndez, para buscar una salida a la difícil situación.
Cajastur ha sido siempre, en opinión generalizada, una de las cajas de ahorros mejor gestionada y más rentable de acuerdo a su tamaño medio en el anterior panorama. Ahora, este escenario es otro y ya se sabe que el omnipresente señor Menéndez nunca ha sido dado a dar explicaciones, al menos a los millares de asturianos que tiene sus 'perres' en el banco que dirige. Sin embargo, la situación preocupa a muchos de ellos y creo que se merecen conocer a qué se enfrentan realmente en los meses y años venideros. Si hasta ahora la casa estuvo bien cuidada, limpia y aseada, lista para pasar revista en cualquier momento, la entrada de nuevos inquilinos ofrece algunas dudas y no son pocos los que desconfían y creen firmemente en la posibilidad de que pudieran tener que llegar a atarse los machos por culpa del vislumbrado peligro externo.
Me congratula, no se si por casualidad o no, que mi estimado "periodista en la reserva" me haya hecho caso y parece que escribe con más asiduidad, gracias en nombre de todos los que leemos su blog, por lo que un periodista de su trayectoria y experiencia siempre aporta.
ResponderEliminarAhora centrándome en el artículo de hoy, decirle que las operaciones recientes en las cajas de ahorros, como todo lo hecho deprisa y corriendo, han servido para perpetuar a gente en sus poltronas que ahora van de profesionales y ejecutivos independientes pero han sido nombrados lo que son por su afinidad política.
En el caso de Asturias es conocida la afinidad del señor Menéndez con el SOMA/FSA. Las prisas en convertir Cajastur, la nuestra Caja, en Banco obedecía a un interés en mantenerse la cupula directiva, sabedora de que de seguir en su actual estructura no seguirían con el nuevo gobierno. Además el "muerto" de Caja Castilla La Mancha, se advirtió de lo que era y financieramente y comercialmente no se justificaba la operación para Cajastur, las presiones políticas recibidas desde el Banco de España, dirigido sectariamente y desastrosamente por un socialista como MAFO, gobiernos del mismo signo político, en La Mancha, Asturias y Central hacían que la operación saliese si o si.
Alguien se podría preguntar ante dos Cajas intervenidas ( La Mancha y CAM) una operación sale y otra no, la respuesta es clara, en C. Valenciana no gobernaban los amigos de Menéndez y la FSA y en la Mancha si lo hacían en esa fecha. En el caso de ambas los auditores lo eran desde hacía bastantes años Ernest&Young (C. La Mancha) y KPMG (CAM), supongo que los directivos de Cajastur verían ambas auditorías y estos auditores en tantos años tampoco vieron nada. A los auditores tampoco nadie les pide responsabilidades, o son demasiado grandes y con tentáculos muy fuertes para ir por ellos.
Estoy de acuerdo en que se pidan responsabilidades al Sr. Barreda, pero quizá Bono algo tenga que ver (fue muchos años Presidente de esta CCAA) pues Barreda es heredero de lo que Bono hizo y le dejo. Caso curioso es el de los responsables de Caja Castilla La Mancha, el Sr. Hdez. Molto (aquel que dijo a Mariano Rubio "míreme a los ojos" en el Congreso años atrás) por ahí esta y en la cárcel no desde luego, a Mario Conde si lo metieron, porque esas diferencias, Caja o Banco, que más da. Caso curioso era el del Director General de la Caja Manchega, que después del pastel generado y de estar intervenida seguía siendo hasta no hace mucho consejero en CECA (órgano de las Cajas de Ahorro), no se siquiera si todavía lo será, ¿ podría ocurrir algo así en EEUU, Alemania o Francia?
En cuanto a lo de "nuestra Caja" no me gusta nada el cambio que ha tomado, sólo sirve para que unos ejecutivos políticos se profesionalicen cobrando cantidades astronómicas y blinden su futuro riéndose de todos los asturianos. Evidentemente sin el dinero que todos tenemos allí depositado no serían nada.