Aunque sin el tono triunfalista de Mariano Rajoy, los socialistas asturianos también han decidido no irse de vacaciones sin dejar constancia de las excelencias de su último año de gobierno. Y lo han hecho por boca de su portavoz parlamentario, Fernando Lastra, quien ha calificado este último periodo de "útil, intenso y productivo", y ello a pesar de que no exista tipo alguno de pacto "vergonzante" entre su partido y el PP de Mercedes Fernández. Podemos creérnoslo o no. Allá cada cual.
Balances aparte, lo que resulta evidente es que nuestra clase política ha decidido tomarse unas 'merecidas' vacaciones para hacer como cientos de miles de españoles y disfrutar de las delicias del verano. Les vendrán bien para reponerse del 'esfuerzo' desarrollado en los pasados meses pero, sobre todo, para empezar a pensar que, a la vuelta del estío, tendrán que ponerse ya con la ardua tarea de confeccionar listas para las municipales y autonómicas de mayo próximo.
Antes, por si acaso a alguien se le olvidaba, hay que aprobar presupuestos, labor siempre ingrata sin mayorías absolutas y que exigen flexibilidad de cintura y capacidad de diálogo. Quizá por eso, y porque son los últimos de la legislatura, el presidente del Principado ha aprovechado la inauguración de la Feria Internacional de Muestras de Asturias para reclamar de los distintos partidos de la oposición eso que suele llamarse "responsabilidad", o más pomposamente "altura de miras", en la necesaria colaboración para que 2015 tenga una Cuentas nuevas y no otra prórroga como el pasado año. Javier Fernández es consciente de que las condiciones para un acuerdo con Izquierda Unida y con Unión, Progreso y Democracia no son mejores que el pasado año (más bien al contrario), por lo que solamente le queda el recurso a la colaboración 'desinteresada' con el Partido Popular. Aunque el Ejecutivo de Mariano Rajoy no pare de poner palos en las ruedas de los objetivos del equipo de gobierno socialista.
Decía antes que el objetivo que bulle en las mentes de los dirigentes de las diferentes fuerzas políticas será, a partir de ahora, el encaje de los carteles y nombres de sus candidatos para la cita con las urnas de la próxima primavera. Y lo hacen con más dudas que nunca, a mi modesto entender.
El partido del gobierno debería tener las cosas muy claras ya, pero la continuidad de Javier Fernández me parece que está aún en el aire. El líder de los socialistas asturianos se muestra bastante quemado, de ánimo y físicamente. El susto recibido hace algunos meses para su salud y las guerras diarias con las distintas oposiciones y con su propio partido puede que le están pasando factura a una persona que siempre se ha mostrado reacia a ocupar el primer plano. No hay que olvidar, tampoco, que el PSOE ha aceptado el proceso de primarias como procedimiento habitual para elegir a sus candidatos, y aunque no veo a otro dirigente dispuesto a enfrentarse a Fernández, su retirada facilitaría la aparición de aspirantes. Tengo para mi que el dirigente asturiano lleva tiempo preparando a su actual número dos en el Ejecutivo, Guillermo Martínez, aunque su padrinazgo podría ser insuficiente para unir a las bases socialistas.
Más claro parece tenerlo el Partido Popular donde el liderazgo de Mercedes Fernández, aunque criticado 'soto voce' por algunos dirigentes, está fuera de toda duda. Y ello a pesar de que, desde que aterrizó en su cargo, no cuenta precisamente por éxitos su mandato. La inaceptable parálisis de su organización en Gijón podría pasarle factura no sólo en las municipales. Habría que contar, eso sí, con el reaparecido Juan Morales, que probablemente ocupe una de las primeras plazas en la circunscripción central y podría repetir de portavoz, con 'Cherines' de presidenta del grupo parlamentario. Ya le gustaría a ésta poder situar a su 'hijo pródigo' para cartel local, pero en Oviedo no creo que nadie se atreva a tocar a Agustín Iglesias Caunedo y en Gijón, tal y como está la organización local, no sé como podría caer un 'paracaidista' por mucha buena vitola que traiga.
Más complicado se le presenta el trabajo a Izquierda Unida. Desvencijada la dirección con sus repetidos enfrentamientos, no puedo ni imaginarme de candidato a Manuel González Orviz, por más que ostente el título de coordinador general. De la otra facción, ni pensarlo. Así que sólo quedaría el recurso de convencer a Gaspar Llamazares para que sea otra vez el rostro de la coalición en Asturias. Una opción presumiblemente dificultosa. Eso, o recurrir una vez más a Jesús Iglesias, felizmente instalado en el Senado, aunque no hay que olvidar que lo hace en representación del Parlamento asturiano, por lo que tras los comicios podría quedar otra vez descabalgado.
En la orilla opuesta se sitúa UPyD. Nadie cuestiona que su candidato repita. Ignacio Prendes, que podría dejar de estar en solitario en la Junta General, al menos formalmente, ha sabido ser 'gobierno' y oposición, lo que le avala ante los suyos y ante la 'lideresa' nacional de esa fuerza política.
Tampoco me imagino un lista de Foro Asturias Ciudadanos sin Francisco Álvarez-Cascos. Aunque a éste hace tiempo que dejó de interesarle la política asturiana (se le ve más por el concurso hípico gijonés que por el Parlamento), es bien consciente de que el producto necesita una etiqueta que venda y esa sólo puede ponerla él. El día que decida retirarse de nuevo será el inicio de la descomposición de una fuerza política sin demasiado espacio que ocupar.
Todos ellos, claro está, viven muy pendientes del que parece haberse convertido en el enemigo común, el emergente Podemos. Pablo Iglesias vive una relación de amor con las encuestas que saca de sus casillas a la izquierda, sobre todo, pero también a la derecha. Creo haber dicho ya que, tras los éxitos iniciales, el futuro partido político de los "indignados" tiene un reto decisivo con la elaboración de sus candidaturas para mayo. Son muchas listas y muchos nombres para una organización con estructuras aún precarias. Su condición de 'favorito' hará que multitud de arrivistas y descabalgados de otras fuerzas políticas traten de aterrizar allí para luchar por una plaza. No voy a citar nombres concretos pero me imagino que algunos están en la mente de quienes siguen la política regional.
La condición 'asamblearia' de Podemos hace que todavía sea prematuro hablar de nombres, pero no me extrañaría ver en las primeras plazas a caras conocidas. Y si no, al tiempo.
Pensando en mayo... unos para demoler el bipartidismo, y otros para asumir un matrimonio político atrabiliario (no les quedará otra opción para salvaguardar el bipartidismo, a falta de mejores pretendientes), ineludible para preservar prebendas y privilegios de casta.
ResponderEliminarResultará, todo ello, muy divertido.