martes, 17 de julio de 2012

Pedir perdón

Será por lo negro que se está poniendo todo o por la consciencia de que, incluso con ese panorama, hay límites que no se pueden traspasar. El caso es que ahora les ha dado a todos por pedir perdón.

Hace unos días fueron los responsables de la entidad resultante de la fusión de las cajas de ahorros gallegas los que hicieron pública una extensa nota publicitada a los cuatro vientos en la que admitían las malas prácticas de Caixanova y solicitaban el perdón a los afectados. Al final fue peor el remedio que la enfermedad, ya que la disculpa originó un alud de comentarios indignados en las redes sociales apuntando, con sabiduría popular, que antes de admitir sus errores era exigible la devolución del dinero.

Otra sonora rectificación ha tenido como protagonista a la diputada del PP Andrea Fabra, que se ha ganado a pulso el 'copyright' de una frase utilizada a diario por miles de españoles. El "que se jodan" ya va a quedar tristemente asociado a esta parlamentaria castellonense. Tras las primeras excusas infantiles -"iba para los socialistas"- y un inapropiado orgullo alimentado por el capote de todo el partido en el que milita, esta joven política ha tenido que ir bajando el diapasón de la grosería hasta dejar constancia por escrito de su equivocación y del posterior arrepentimiento. Lástima que su contricción resulte más falsa que la de un asesino en serie ante el juez de turno.

Cómo será la cosa que hasta el presidente del Gobierno, en sus intervenciones de los últimos días, transmite constantemente un sentimiento de culpabilidad y bajo las llamadas a la comprensión por los recortes brutales que está aplicando a diestro y siniestro aparece realmente ante nuestros ojos como un pecador impenitente que requiere el perdón, no se sabe muy bien si de un ente todopoderoso y supremo o a las víctimas de sus tropelías.

Sería deseable que unos y otros se dejaran ya de tanta disculpa y peticiones de indulto a la ciudadanía y se pusieran manos a la obra en la tarea que tienen encomendada. El perdón vendrá después.

3 comentarios:

  1. Dejémoslo en contrición, amigo reservista, no vaya a ser que se alboroten aquellos tutores espirituales.

    raitanucu

    ResponderEliminar
  2. es que, qué bonito, lo último que nos faltaba oír...Un saludo para el blog.

    ResponderEliminar