Si no fuera porque está en juego la credibilidad de las instituciones, la farsa del Ayuntamiento de Cudillero lleva camino de convertirse en una astracanada. Cuando a todos nos consta que un amplio espectro de las personas que integran la que acostumbramos a llamar clase política serían capaces de 'matar' por acceder a un cargo, en el municipio pixueto van al revés y los concejales del partido socialista, mayoritario en las últimas elecciones, se deshacen en argumentos para no aceptar el bastón de mando de la Alcaldía.
Todo ello después de que el Tribunal Constitucional haya echado abajo la elección del regidor en la persona de Ignacio Fernández, dirigente que no figuraba en la lista sometida a las urnas en la última convocatoria electoral, tras renunciar todos los que sí lo estaban.
La mayoría municipal sabía el riesgo que corría cuando decidió tomar la calle del medio y colocar al frente del Ayuntamiento a 'Nacho'. La decisión del Alto Tribunal lo ha puesto de manifiesto. Aunque lo peor de todo no es tanto la obligada interinidad del actual periodo en el concejo como la repercusión que tal episodio pueda tener en la credibilidad institucional presente y futura. Al margen de lo que dice el Constitucional, parece evidente que decisiones como la tomada por el PSOE abren un peligroso espacio de discrecionalidad que colisiona claramente con las vigentes leyes en la materia.
Tienen argumentos los partidos de la oposición para pedir a la Federación Socialista Asturiana que dé explicaciones sobre una actuación dudosa, en un principio, e ilegal, actualmente. No se puede suplantar la normativa estatal por la derivada de las oficinas partidarias, obediente de forma exclusiva a los intereses particular de tal o cual fuerza política.
Decía más arriba que la historia lleva camino de convertirse en astracanada cuando, tras el revés legal, los socialistas pixuetos, amparados por la dirección regional del partido, se han lanzado a una agresiva campaña interna cuyo único objetivo es vencer la resistencia de alguno de sus concejales para que acepte acceder a la Alcaldía. Nos imaginamos a sus dirigentes siguiendo el rastro de sus ediles por calle y bares para 'convencerles' de que den marcha atrás en sus renuncias y se 'sacrifiquen por la causa'. Conociendo el funcionamiento interno de las fuerzas políticas, es de suponer que será cuestión de horas la aparición de un 'converso'. ¿Quién? Da igual, parece. Sólo importa que alguno ceda. Y ello aunque estemos hablando de que esa persona va a ser el regidor del municipio. Otra perversión del sistema, aunque en este caso se mantenga dentro de la legalidad.
Intentar a estas alturas, como está haciendo ahora Francisco González, secretario general de la agrupación socialista de Cudillero, quien durante muchos años fuera alcalde del concejo y ex diputado regional hasta ser imputado por el Tribunal Superior asturiano, intentar -digo- atribuir la situación a contubernios externos y estrategias secretas de la oposición ya no es de recibo a estas alturas de la película.
La gestión socialista del Ayuntamiento pixueto está bajo sospecha desde el propio periodo de mandato de 'Quico' y toda esa serie de anomalías que han jalonado la historia reciente del municipio tienen un único responsable, el partido que ha gobernado con mayoría absoluta durante muchísimos años. Apelar ahora a elecciones anticipadas como solución al embrollo es una salida de pata de banco, porque ninguna ley lo permite. Eso o que, una vez intentado saltársela a la torera, prefieran intentarlo de nuevo.
Para colmo en Villaviciosa deberemos de pagar por ir a tomar el sol.
ResponderEliminarPrimero se gastaron 800 000 euros en restaurar un edificio "historico" en donde durmio o jodio una noche un rey y ahora nos hacen pagar 3 euros por ir a Rodiles