jueves, 2 de mayo de 2013

El ocaso del bipartidismo

Dentro del intenso seguimiento demoscópico que viene haciendo últimamente 'El País' sobre la evolución del criterio de nuestra ciudadanía con respecto a la política, le ha tocado hoy turno a tomar el pulso en la Comunidad de Madrid, auténtico buque insignia y bastión inexpugnable para el Partido Popular en los últimos tiempos.

El sondeo que el diario capitalino ofrece en su edición de hoy no hace sino constatar la desviación de voto que se manifiesta, estudio a estudio, tanto en el conjunto del Estado como en buena parte de las autonomías, de los dos grandes partidos políticos españoles a otros opciones hasta la fecha minoritarias, como IU o UPyD.

Como impresión inicial queda la caída en picado del PP, que después de muchos años pierde la mayoría en la comunidad. Es el fruto lógico de las políticas desarrolladas por la anterior presidenta, Esperanza Aguirre, reforzadas si cabe por su sucesor, Ignacio González, al calor de los continuados recortes sociales impuestos por el Ejecutivo de la nación, de su mismo signo. De esta tendencia se supone que participarán también otras de las autonomías gobernadas por los populares, pero también aquellas en las que, como en Asturias, hacen desde la oposición un seguidismo de sus 'superiores' de Madrid aprovechando torticeramente para descargar parte de sus responsabilidades en la fuerza o fuerzas políticas que gobiernan.

Si el Partido Popular no cambia sus políticas, y todo hace indicar que no tiene intención de hacerlo, llegaremos al final de la legislatura con un deterioro en la gestión tal que ni toda la palabrería de sus dirigentes va a poder frenar el rechazo de la ciudadanía. Muchos pensamos que, en una lógica estrategia de gobierno, Rajoy y los suyos pensaban descargar la tijera sobre los dos primeros años de mandato para lograr que en la segunda mitad los números les favorecieran, aunque fuera sin llegar tan siquiera al punto de salida. Desde el punto de vista de 'mercado' eso funciona normalmente. Los datos preocupantes que se van superponiendo con el día a día apuntan a que ese presunta mejoría del final de los cuatro años de gobierno solamente anida en la mente calenturiante de los responsables de los ministerios económicos.

Tan importante como el desplome del PP en la Comunidad de Madrid aparece en la encuesta de 'El País' el práctico empate que se produce con la caída notable del PSOE y el no menos notable crecimiento del voto de IU, que se sitúa a poco más de un punto porcentual y un diputado de sus 'camaradas' de la izquierda.

Mientras en Ferraz se afanan por elegir entre el el escenario menos malo y el peor (líder, primarias,...) el desfondamiento de la credibilidad socialista parece no tocar fondo, apuntando ya algunos observadores al famoso 'surpasso' por el que los eco-comunistas podrían convertirse en dos años en la referencia de la izquierda y la alternativa a las fuerzas de la derecha.

No por cuantitativamente menor resulta irrelevante el espectacular crecimiento del partido de Rosa Díez, al que el estudio da 16 diputados y le convierte en la llave de la gobernación en el territorio madrileño (¿les suena eso a los asturianos?).

A la espera de que el diario capitalino nos facilite otros estudios de nuevas comunidades o la evolución del voto en el ámbito estatal, deberían tomar buena nota esa orquesta de 'virtuosos' sin partitura, como alguien gráficamente ha descrito al equipo de Rajoy, o la jaula de grillos que se apiña en torno al raído liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba, de que los caminos que transitan no son los más adecuados para recuperar la confianza de los españoles y de que el bipartidismo está empezando a ahogarse en sus propios excrementos.

3 comentarios:

  1. Afortunadamente.

    En todo caso, sólo es posible hablar de tendencias de voto que, al final, en el momento decisivo de votar, siempre han conseguido neutralizar (hasta la fecha) los incondicionales de "las dos Españas". ¿Hasta cuándo? ¿Será posible escapar de esta inercia cainita y devastadora? ¿Qué más tienen que hacer(nos) estas dos mafias, dicho sea coloquialmente, para obtener la reprobación fehaciente, irrefutable, de los ciudadanos supuestamente soberanos?...

    raitanucu

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  2. Es tan reprobable que haya dos Españas como aprobable el resptar la decision popular de que coexista el bipartidismo.
    El problema no es que haya dos Españas, el problema es que en cada una gobierna un INUTIL y por extraño que parezca le seguiremos votando hasta el infinito o mas alla.
    Votamos a Rubalcaba cuando su persona deriva de los tiempos de la transiscion y votamos a Rajoy o a Cascos cuando sus personas derivan de aquella patada en los morros que recibieron tras las mentiras de Irak y sus 100 muertos posteriores.
    Siguen los mismos , no por sl sistema, sino por nuestra culpa.

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    1. El problema que señalas (que en cada una gobierna un inútil) es un problema menor que tiene fácil solución: negar el voto a los inútiles. El problema verdadero, el problemón, más que extraño saturado de idiocia, es que enormes rebaños sigan votando por inútiles. Y alguno confiesa que lo seguirá haciendo hasta más allá del infinito. Con muchos como tú, resultará verdaderamente complicado salir del pozu. Ya no es aceptable ni siquiera reconocer la culpa; resulta obligado compensarla rompiendo la rancia incercia de voto. Para ello se requiere ser capaz de desprenderse de grilletes ideológicos y atávicos sectarismos. Sólo se requiere libertad de pensamiento y una mínima capacidad de análisis.

      raitanucu

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