A lo largo de varias décadas de desempeño de la profesión periodística, he procurado huir como de la quema de uno de los elementos que habitualmente frecuentan el mundo de la comunicación y las noticias. Me estoy refiriendo al rumor, parte consustancial de los ingredientes que acompañan esa gran ensalada sin aliñar que es la información en bruto.
Sin embargo, previa advertencia de tal condición y de la necesidad de no convertir esos contenidos en palabra de fe, han sido varias las ocasiones en las que no me he resistido a dar a conocer los pormenores de ese condimento informativo; unos pormenores que, en muchos casos, si no certifican un hecho, sí que lo enriquecen y lo complementan en forma de un aditivo más que ayuda a entender las circunstancias que rodean a la noticia en estado puro (si es que tal existe).
Valga este largo preámbulo para constatar que, de un tiempo a esta parte, son manifiestos los tambores de guerra en el seno de la Agrupación Municipal Socialista de Gijón. Pasados dos años desde el fracaso electoral de esta fuerza política en el ámbito local, ya son legión los militantes que, generalmente en privado, no ocultan la decepción sufrida con la gestión realizada en este tiempo en el Ayuntamiento de Gijón por Santiago Martínez Argüelles. Muchos lo expresan sin tapujos y constatan la pobreza de la labor realizada como principal partido de la oposición. Otros, más condescendientes, apelan al hecho de que su actual líder local fue preparado para ser alcalde y no jefe de la mayoría de enfrente. En todos los casos, se refleja una cierta desilusión que lleva aparejada la evidencia de que este escenario no puede prolongarse más y que, de seguir así, el que el PSOE vendía como efímero gobierno municipal de Foro podría tener muchas opciones de repetir en 2015, a nada que el Partido Popular pague en las urnas sus múltiples errores locales y regionales (caso Pilar Fernández Prado y la actual gestora de longevidad indefinida) y, no menos importantes, los derivados del desgaste de un Ejecutivo estatal que mira para otro lado cuando de los problemas de este territorio se trata o, lo que es peor, interviene para tratar discriminatoriamente y con desprecio a sus ciudadanos.
Queda un año y medio para enderezar la nave y, salvo sorpresas, la bicefalia asumida por 'Santi' en el socialismo local no se ofrece como la fórmula adecuada para recuperar el poder ostentado durante más de treinta años en la villa. Estos son unos hechos que, si empíricamente no pueden ser demostrados, sí que están patentes en la vida ciudadana diaria a nada que uno muestre el menor interés por conocerlos.
Y de los hechos, a la 'sugerencia'. Conscientes de que las perspectivas no son halagüeñas, son bastantes los militantes que han empezado a moverse, y no precisamente en las filas de la oposición interna que en el último congreso local aglutinó José Antonio Garmón. Desde dentro de la propia comisión ejecutiva hay personas que plantean la necesidad del cambio, de optar por un cartel diferente al planteado en 2011 y empiezan a aparecer los nombres.
El más repetido es el de la ex consejera de Cultura Mercedes Álvarez, persona de confianza en su momento de Vicente Álvarez Areces, a quien, por cierto, numerosas fuentes sitúan como muñidor de la operación. El ex presidente del Principado, es sabido, no se ha conformado con el papel secundario al que su partido le ha relegado en el Senado y no piede ocasión de aparecer en primer plano de cualquier acto o involucrarse en proyectos de todo tipo, siempre con una connotación netamente intervencionista.
Otro aspirante al que se nombra con frecuencia es José María Pérez, uno de los ediles más valorados en los sucesivos mandatos de Paz Fernández Felgueroso como alcaldesa de la villa y que actualmente vela armas en la misma tienda de campaña que los 'mandamases' Jeús Gutiérrez y Fernando Lastra (centuriones fieles de Javier Fernández), y lo hace con un notable éxito, hasta el extremo de ser considerado una de las promesas con mayor proyección en el socialismo asturiano. Y eso que 'Josechu' lleva ya demasiado tiempo con esa condición de promesa sin dar el paso para convertirse en una baza segura. ¿No quiere o no le dejan?
Una y otro, y algunos más que aparecen en el candelero con menor fuerza, constituyen la esencia del rumor en este momento. Puede que haya base o que se deba solamente a las intrigas palaciegas en las que se mueven los partidos políticos. Sea lo que sea, es evidente que los tambores de guerra han empezado a sonar y tocan a relevo.
Vás bien, Marcelo, como siempre. Lo que no tengo claro es que Josechu vaya a soltar el momio del escaño por una aventura en Gijón con final incierto. Lo evidente es que las aguas se mueven.
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ResponderEliminarSeñor Raitanucu: En contra de mi costumbre voy a romper mi silencio tradicional en este apartado para aclararle algunas cosas. En primer lugar, que soy detractor de la censura y ello me ha llevado a dejar abierto este canal a cualquier opinión durante los últimos años, cosa que usted habrá podido comprobar como asiduo del mismo. En segundo, y más importante, respeto todas y cada una de las opiniones que puedan expresarse en este blog como espero que se mantenga el respeto adecuado con las mías propias. Por fin, informarle de que el hecho de haber recurrido hace pocas semanas a la visión previa de cualquier comentario para darle luego de paso ha sido la consecuencia de acabar con una práctica que, aunque tolerada hasta ahora, me desagrada profundamente. Me refiero a la insistencia en la polémica entre seguidores del blog que, a mi entender, han utilizado el mismo para embarcarse en guerras personales que, en algunos momentos, han llegado al insulto directo, Y no me estoy refiriendo a mí personalmente, sino entre ustedes. Creo que no es esa la función de este tipo de tribunas y la imposibilidad de evitarlo por otros medios me ha llevado a aceptar ese 'colador' que, dicho sea de paso, espero no tener que convertir en un verdadero filtro reductor. Espero que entienda mis argumentos y le prometo que, mientras usted o cualquier otra persona exponga sus criterios dentro de unos parámetros de serenidad y respeto, los veran reflejados en la parte de abajo de mis comentarios. Un saludo afectuoso.
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