Todavía caliente el debate sobre la 'reforma' de las asignaciones salariales de los miembros de la Junta General del Principado de Asturias, con un desenlace que estadísticamente ha enfadado a una mayoría de asturianos, la semana que concluye ha estado marcada por el conocimiento de algunas de las principales cifras del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014. Este documento ha venido presidido por la palabra 'recorte', medida argumentada sobre la base de la interminable recesión económica que está viviendo el país. Servicios sociales, educación, sanidad, ciencia,... son sectores que han visto como se les aplica la tijera, en algunos casos en porcentajes escandalosos.
Pero las Cuentas del Estado son infinitamente más voluminosas que El Quijote o el mismo Diccionario de la RAE y su extensión permite que día a día vayamos conociendo aspectos dignos de remarcar. Como, por ejemplo, que la partida que destinan a los partidos políticos experimenta un crecimiento del 27,9%, una cifra absolutamente indecente si se la compara con las mencionadas "aminoraciones" en los dineros destinados a servicios básicos. Se argumenta que este notable incremento en las asignaciones a las fuerzas políticas viene derivado de la convocatoria de elecciones europeas prevista para el año próximo. Pero, ¿quién dijo que tuviéramos que premiarles con tantos millones para que ellos concursen en unos comicios que, convocatoria tras convocatoria, sirven para mostrar el absoluto desinterés de la ciudadanía por participar en la configuración de ese llamado Parlamento Europeo? Los españoles, y supongo que otros muchos ciudadanos de la Unión, percibimos la Cámara de Estrasburgo como un hotel de lujo al que se retiran una parte de la semana cientos de políticos que participan (cuando lo hacen) en debates filosóficos en cuyos hipotéticos resultados se cisca la Comisión Europea, en cuyas decisiones se ciscan, a su vez, los gobiernos de los países más fuertes de la UE. Aunque simplista, podría decirse que nada de provecho surge de la Cámara de Estrasburgo por mucho que las direcciones de los partidos se esfuercen en garantizar los sueldos millonarios de aquellos a quienes premian por sus servicios del pasado o exilian para evitar que sean molestos en sus filas.
España y los españoles no pueden permitirse esos dispendios cuando el desempleo se mantiene como una enfermedad rebelde contra la que nadie parece encontrar vacuna; cuando los científicos ven como se desmantelan sus laboratorios por falta de presupuesto; cuando un modelo sanitario envidiado en todo el mundo se hace saltar por los aires entregándolo a manos privadas u obligando a los pacientes a pagar una parte de servicios básicos o medicamentos imprescindibles. Dedicar millones de euros a financiar a la fuerzas políticas en estas condiciones solamente puede merecer el calificativo de obsceno. Queda el trámite del debate parlamentario del proyecto presupuestario, pero a nadie se le escapa que, entre la mayoría del Partido Popular y los intereses particulares del resto de las fuerzas políticas, ese incremento impresentable de la partida destinada a los partidos no va a sufrir modificación alguna.
Y como empecé por Asturias voy a terminar también aquí. El diario regional 'La Nueva España' publica hoy que un cálculo de la cantidad que corresponderá a cada diputado de la Junta General el año próximo, cálculo derivado de la división de los 6,98 millones de euros que el presupuesto del Parlamento autonómico dedica a sus señorías. La cifra es de 155.000 euros por cada uno de los 45 ocupantes de la Cámara considerando los salarios, el pago a asesores y las asignaciones a los grupos parlamentarios.
Creo que todos estos números no precisan de más comentarios. Realmente estamos ante una actitud indecente y obscena.
Ante una pluma tan afilada como la suya, no estaría de más que un día dispensara una de sus muy acertados artículos, a la "salvajada" que se esta cometiendo con los enfermos de cáncer entre otros, tomando como base los recortes presupuestarios. Descriminaciones, mentiras, manipulaciones y situaciones obscenas como las vividas el día 12/9 y 4/10 en el Parlamento Asturiano, donde la mentira es la única bandera de este gobierno minoritario. Un saludo.
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