El candidato socialista a la Alcaldía de Gijón sacó adelante, sin apenas oposición, el pasado fin de semana la lista de las personas que le acompañarán en su objetivo de recuperar el bastón de mando local para su partido. Y para ello ha adoptado una medida a mi juicio inteligente cual es la renovación de la mayor parte de la candidatura que el PSOE presentó hace cuatro años encabezada por Santiago Martínez Argüelles. Había entonces demasiados nombres repetidos, mucho calienta-asientos por mucho que algunos -siguiendo una práctica hasta ahora practicada con profusión- intercambiarán cromos entre la Casa Consistorial y el Parlamento autonómico.
José María Pérez no tiene fácil presentarse como un Pedro Sánchez de la política local. No es un perfecto desconocido ni un renovador merced a sus doce años de presencia en la Plaza Mayor como concejal y los últimos cuatro como diputado regional. Sin embargo, ha escogido el camino de rodearse de caras nuevas, en parte jóvenes y sin experiencia institucional, para dar así carpetazo al interregno protagonizado por Martínez Argüelles y que ha significado un duro batacazo en la historia de los socialistas gijoneses. Pasar página y presentarse con una imagen nueva. Esa parece ser la intención del candidato al desechar la continuidad de ediles con pedigrí y rodearse de gente sin demasiada historia y, por lo tanto, con vía libre para hacerla.
Claro que todavía quedan algunos incombustibles como Begoña Fernández -¿cuántos años lleva esta mujer en las instituciones?- o Celso Ordiales -el 'comisario' del aparato del partido en el grupo municipal-, sin olvidar el retorno de José Ramón Tuero, otro veterano rescatado del equipo de gestión confeccionado hace tres años por Javier Fernández. Pero tampoco podía esperarse una 'revolución' en toda regla. El PSOE hace tiempo que abandonó tales prácticas.
Ahora, lo único que le inetresa al binomio Pérez-Martínez Argüelles es encontrar la llave para abrir de nuevo la puerta de la Alcaldía a un partido que ha transitado durante este último mandato como un boxeador sonado desorientado por el 'derechazo' al mentón de un Foro Asturias Ciudadanos que le arrebató el mando de la ciudada cuando creían que tenía para ellos rango vitalicio.
Y no es que los socialistas gijoneses vayan de rompedores con su estilo "renovador". No. Si nos fijamos en otras listas del propio partido en diferentes municipios, esa media del 80% de caras nuevas -un par de puntos arriba o abajo da igual- se repite como si de una consigna emanada de instancias superiores se tratara. Es un a modo de "pedrosanchezismo".
De momento, el PSOE local ha adelantado sus propuestas 'físicas' para los comicios de mayo y su candidato va desgranando aquí y allá algunas de las de carácter programático, algo que parece importar bastante menos al electorado, cuando debería ser lo único de verdadera relevancia. El enemigo, ya lo han dejado claro en las manifestaciones del día a día, es el actual partido en el gobierno local, conscientes quizá de que el PP ha quedado en la villa hecho unos zorros meced a la desastrosa gestión que en los últimos años ha realizado desde Oviedo la líder regional. A nadie, ni al PSOE ni a Foro, parece preocuparle apenas lo que pueda hacer el partido de Mercedes Fernández en esta ocasión. Si acaso, Santiago Martínez Argüelles y José María Pérez tienen el retrovisor puesto en aquellos que tratan de adelantarles por la izquierda, que ya no es Izquierda Unida, también 'renovada' con el diputado autonómico Aurelio Martín, sino ese vástago rebelde de Podemos que es Xixón si puede.
Tal como yo lo veo, Marcelino, no se trata tanto de renovar las caras, como de renovar una forma de hacer política a la contra, de carácter marcadamente sectario y partidista.
ResponderEliminarY con las piezas que se pretende hacer el juego, desde el propio Pérez (un verso ágil y suelto, aunque no precisamente convincente), y pasando por el 'comisario' Ordiales, Begoña Fernández y José Ramón Tuero, sólo espero más de lo mismo que nos ha venido ofreciendo la FSA-PSOE a nivel regional y local. Máxime, teniendo en cuenta la proximidad de un resentido (con ánimo de revancha) Martínez Argüelles, al frente de la agrupación socialista local.
Así que auguro la misma vieja política decadente, aunque se renueve parcialmente el plantel. Entre todos la mataron (los que llegaron hace cuatro años y los que van a llegar ahora) y ella sola (la FSA-PSOE) se murió.