martes, 18 de mayo de 2010

Génova descubre sus cartas

Los seguidores de esta tribuna de actualidad no tendrán ninguna duda de que desde la misma he insistido, tanto en los buenos como en los malos momentos, en que la hipotética candidatura de Cascos a la Presidencia del Principado no va a ser, en contra de opiniones más optimistas, un camino de rosas. A medida que el tiempo transcurre es cierto que se han producido hechos formalmente significativos en el allanamiento del camino para que el ex vicepresidente del Gobierno sea cartel electoral el año que viene. El último fue, la pasada semana, la propuesta explícita del presidente regional de los populares asturianos al mismísimo Mariano Rajoy. Hechos como estos hacen crecer la euforia entre los seguidores del ex ministro que corren el riesgo de confiarse y dar por hecho algo que, por el momento, todavía está -al menos así lo creo yo- más lejos de lo que algunos de ellos creen.
Al margen de que el posicionamiento formal de Ovidio Sánchez en Madrid responda o no al sentir mayoritario de los populares asturianos, dentro de la organización regional quedan todavía muchas piedras en el camino, al margen de las que ya todos sabemos y cuyos nombres y apellidos no es preciso repetir tantas veces, dispuestas a poner zancadillas en la presunta alfombra roja del presunto candidato 'oficial'.
Pero lo más significativo -entiendo-, en lo que a obstrucionismo se refiere no está en Oviedo, ni en Gijón, ni en Avilés,..., está en la calle de Génova, donde desde un principio -no lo habré repetido veces- el posible retorno de Cascos pone los pelos de punta a más de uno de los principales gerifaltes nacionales del partido. "A Cascos le tienen más miedo en Génova que en Ferraz", rezaba hace algunas semanal un medio informativo en su edición digital. Y no va muy descaminado.
Ayer, la que parece ser una de las principales opositoras a ese retorno, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, aseguraba en unas declaraciones a una emisora de radio que si Cascos es el candidato que Asturias quiere "tendrá todo el apoyo" de la dirección nacional, aunque apostillaba que si era otra persona, también. Pues bien, si nos guiamos por el manual, Asturias quiere a Cascos porque el presidente de los populares en la región así lo ha hecho saber al líder del partido. ¿Por qué entonces tantas dudas y tantos aplazamientos? Será porque en Madrid no se lo creen demasiado o quizá porque ni por esas quieren volver a ver al ex vicepresidente en puestos de responsabilidad, mucho menos en una 'baronía' que podría reforzar un frente noroeste más que preocupante para la dirección nacional: Feijoo, Herrera, Cascos y, ¿por qué no?, hasta Cantabria, donde los populares suben en las encuestas y Miguel Ángel Revilla siempre está dispuesto a cambiar de alianzas, especialmente si el PSOE no le hace el AVE. No sería éste un buen panorama para una dirección nacional débil.
Decía que Génova ha dejado hace tiempo claro que la 'opción Cascos' no es la suya, por muchas presiones que pudiera recibir desde abajo, y pracxtica un día sí y otro también el doble juego de alguna que otra declaracion aparentemente favorable con algunas bien diferentes en las que apunta sus dudas sobre la idoneidad de que el polémico político regrese y pueda darles el 'coñazo', acostumbrados como están a mandatarios regionales -la 'lideresa' aparte- siempre dispuestos a no molestar.
Por si había alguna duda, en las últimas horas esa misma dirección nacional ha 'filtrado' unos sondeos según los cuales Cascos no es ese candidato ganador que les venden desde Asturias y equiparan sus teóricos resultados con los de Ovidio Sánchez en las últimas autonómicas -no tan malos, por cierto para un aspirante quemado de antemano-. Con la credibilidad que a cada cual puedan producirle esas hipotéticas encuestas, esas cifras, aunque provisionales, avalan esa otra cara desfavorable al ex titular de Fomento y se insinúa que esperan que, de ser así, sea el propio Cascos el que les solucione la papeleta renunciando a su candidatura.
Por cierto, ¿renunciando a qué?. Digo esto porque me sorprende leer a diario cosas como que el político asturiano 'se ha postulado' como candidato, que 'hace campaña' y cosas por el estilo. Será necesario repetir una vez más que 'el padre de la rapaza', mal que les pese a sus detractores y a sus defensores por igual, no ha dicho esta boca es mía en el meollo de la cuestión que nos ocupa. Y si no que alguien me cite una sola frase suya que, 'sensu sctricto', diga que ya ha deshojado la margarita y quiere o tiene intención a presentarse. Parte de la culpa de esta confusión es de los que no quieren que regrese, pero también de algunos de sus incondicionales, algunos muy íntimos, que van por ahí confunciendo sus deseos con los hechos reales. Ya lo dije alguna vez; flaco favor le están haciendo sus amigos propagando que ya ha decidido presentarse y que así se lo ha transmitido. Si lo ha hecho, desde luego, no es a los que lo van pregonando siempre que pueden, y solamente sería a los que no han abierto el pico ni para decir esta boca es mía.
Vamos, que sería mejor que nadie se lanzara antes de tiempo al ruedo y esperara a ver que ficha mueve el interesado, algo sobre lo que yo, al menos, no apostaría por el momento.

1 comentario:

  1. Al hilo de las especulaciones sobre la vuelta de Cascos, ya tuve oportunidad de comentar que a mí no me parece muy práctico adelantar su nominación cuando aún queda un año para las elecciones autonómicas. Dicho ésto, me resulta muy sorprendentes algunas reacciones que emanan de la calle Génova porque suponen un evidente menosprecio hacia una de las grandes figuras del PP (es el arquitecto de una organización que llegó a ser el referente de los partidos populares europeos) y a un personaje que, en defensa del PP, de sus ideas y de sus líderes, se ha dejado muchos jirones de pellejo en disputas realmente duras. Sinceramente, me parece injustísimo que Rajoy tolere los desdenes hacia la candidatura de Cascos (quiero pensar que no los promueve, pero empiezo a tener mis dudas).
    Además, todo lo que vaya en detrimento de la candidatura de Cascos, puede traducirse en una merma de confianza electoral. ¿Le interesa a Rajoy semejante estrategia?
    Finalmente, estoy convencido de la vuelta de Cascos y también lo estoy de que ya tiene un equipo de gente trabajando a destajo en la elaboración del programa electoral y en el diseño de la campaña. Basta leer su intervención de Burgos para certificar que tiene datos muy actualizados; señal de que están trabajando mucho.

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