No por apuntada en varias ocasiones la decisión de la dirección autonómica del Partido Popular de 'derrocar' a su junta directiva en Gijón y sustituirla por una comisión gestora ha dejado de sorprenderme. Y más que por el hecho en sí, por el momento y el escenario elegidos. Creo haber comentado anteriormente que la organización de los populares en la villa de Jovellanos tendría un congreso ordinario, la opción estatutaria regular y ortodoxa, solamente si a Mercedes Fernández le salían las cuentas de que podría ganarlo. La batalla era contra Pilar Fernández Pardo y su previsible opción a renovar, pero la aparición de otra candidatura en apariencia poco controlable, llevó a la 'lideresa' asturiana a formalizar su golpe de mano rápidamente y no dar lugar siquiera a eso que a ella le gusta llamar 'guirigay' y que otros prefieren identificar con la democracia interna.
Pero mucho más sorprendente que esa manifestación de autoridad fue la reacción inicial de los 'represaliados, con 'Pilipardo' al frente. Los primeros días tras la intervención de 'Cherines' y su equipo parecieron dibujar un panorama de calma y resignación ante una medida considerada por muchos excepcional e indeseable. El aterrizaje de Ángeles Fernández-Ahuja, encargada por la presidencia regional de configurar y presidir la gestora local, parecía discurrir por los territorios de una rendición incondicional poco acorde con el funcionamiento interno de los partidos políticos.
Pero no todo era tan fácil. Al final, cuando parecía que la dirección gijonesa del PP había entregado armas y bagajes, Fernández Pardo hizo honor a los usos y costumbres y reapareció echando un pulso en toda regla a sus todavía compañeros de Oviedo. Supongo que el paréntesis asumido evita la tentación de pensar en un calentón y más bien apunta a un análisis de reglamentos, normativas y demás para calcular posibilidades de dar la batalla frontal fuera del cuadrilatero de un congreso que se le ha negado.
"Usurpación de poder" o el rechazo a la "legitimidad" de la comisión gestora son algunos de los argumentos de la dirección local para plantar cara a Mercedes Fernández y los suyos. Unos argumentos que indican a las claras que 'Pilipardo' se ha pertrechado para adentrarse en el campo de batalla plenamente consciente de lo que se juega. Algo parecido, se supone, a lo que debe haber pensado su oponente interna al adoptar la decisión de ponerla 'de patitas en la calle' y recomponerle el grupo municipal.
Así las cosas, el combate entra en uno de los asaltos decisivos, que se agranda por el ultimátum de Fernández Pardo exigiendo la disolución de la gestora y la convocatoria inmediata del reglamentario cónclave de los populares gijoneses. Se trata de dos púgiles que, por actitud y manifestaciones, parecen estar muy convencidas de su legitimidad, de su razón y de sus apoyos. Pero en estos combates siempre tiene que haber un vencedor y un vencido, y ni siquiera se contempla un triunfo 'a los puntos'.
Si partimos de que nadie se imagina que 'Cherines' pueda rectificar en cuestión de días una medida de la trascendencia de la adoptada la pasada semana, habrá que asumir que 'Pilipardo' ya ha decidido cuál es el camino a seguir. Su ratificación de apoyo a los presupuestos municipal del gobierno municipal de Foro Asturias señalan de manera diáfana que su grupo municipal va a echar el resto el viernes próximo, con apoyo o sin él. En este marco, todos los indicadores señalan en una única dirección: el grupo mixto. Y, para el futuro, ¿quién sabe? Alguno puntábamos hace meses que, como la ciencia ficción de un tiempo se convierte en machacona realidad con el paso de los años, la utopía de una alianza entre Fernández Pardo y Francisco Álvarez-Cascos puede llegar a concretarse en la conjunción de militancia en un único partido, pero no en aquel en que ambos se hicieron 'mayores'.
Es de suponer que la señora Pardo es la unica representante elegida libremente, con lo que, una gestora solo hace que pervertir lo que votaron unos cuantos incredulos.
ResponderEliminarPoner una gestora solo porque cae mal una persona que ha cosechado unos resultados elecorales que han supuesto concejales en un ayuntamiento, es algo tan absurdo como que quien lo exige sea una persona que ante los ojos de los demas es una eterna perdedora que basa su poder en rodearse de grupitos de amiguitos que piensan de la misma forma sectaria.
Todo esto ocurre, mientras hay 6 millones de parados, un monton de promesas incumplidas, y una gran cantidad de sinverguenzas dentro de un partido ,como el pp, que tiene muchos sobres aun sin abrir.
Es increible, ver como se despellejan entre ellos, por el poder, mientras todo se derrumba alrededor.
No veo a Pardo en Foro, mientras Cascos siga al frente.
ResponderEliminarLo del grupo mixto cobra fuerza, efectivamente, sobre todo si, como pienso, el siguiente paso de la comisión gestora, una vez aprobados los presupuestos pasado mañana, será el de retirar la portavocía a Pardo.
Toda esa maniobra tan largamente pergeñada, a la que se dedicaron tantas horas (estériles) soportadas por los contribuyentes, para un resultado carente de relevancia, más allá de la precipitada desintegración de un partido en descomposición.
raitanucu