Hace escasos minutos se ha desvelado la incógnita que en los últimos días traía a mal traer a todo el mundo político asturiano. Pilar Fernández Pardo se va, y se va del todo, deja la política institucional. Como ha comentado mi compañera Chelo Tuya nunca antes la atención de Oviedo estuvo tan pendiente de un pleno del Ayuntamiento de Gijón. Y la ocasión lo merecía.
El caso es que la que fuera dirigente del Partido Popular en Gijón desde hace más de diez años ha decidido tirar la toalla, pero lo ha hecho con gallardía. Creo que un repaso a las numerosas equivocaciones que en ese periodo ha tenido la dirigente local no sería en este momento procedente. Su retirada es, desde el punto de vista formal, impecable. Se va del Ayuntamiento sin dar 'coces', aunque sí deje constancia de su disconformidad con la dirección regional de su partido; no se apropia del acta y se le devuelve al PP; no implica a ninguna de sus compañeros, aunque uno ya le tomó la delantera hace unas semanas y otro, Pablo González, adoptó en el pleno de hoy idéntico camino que su presidenta. En fin, que el escenario no podía ser más favorable para su imagen pública ante los gijoneses.
Esta actitud, por otra parte, deja aún más en evidencia, si cabe, el autoritarismo de la presidenta regional, Mercedes Fernández, y su equipo, que han tratado sin éxito de pervertir las instituciones, en este caso el Consistorio gijonés, desde los 'oscuros' despachos de la ovetense calle de Manuel Pedregal. Ahora, la 'lideresa' asturiana tiene prácticamente las manos libres para, a través de su gestora títere, tomar las riendas del partido en la villa de Jovellanos. Está por ver la factura que sus decisiones de estas últimas semanas le puedan pasar. A buen seguro que la cuenta será de las de restaurante de lujo. La gestión diaria, primero, y sobre todo las urnas serán las encargadas de dictar sentencia.
De momento, su rival ha salido por la puerta grande y ella se queda en chiqueros.
Nunca me ha convencido la gestión de Pilar Fernández Pardo; pero, aun desde el convencimiento de que no disponía de demasiadas posibilidades, he de reconocer que ha optado por la más honrosa (casi se podría calificar de excepcional (pese a la precedente de su compañero de bancada) entre la casta política. La Política mejoraría mucho si otros y otras dispusieran de un mínimo de responsabilidad y vergüenza política, y siguieran el mismo camino.
ResponderEliminar¡Boina!, doña Pilar.
raitanucu
A Foro se le descomponen los apoyos, malo,malo.
ResponderEliminarSupongo que todos estos renuncios son pactados: yo renuncio a decir lo que se ti y tu no me pones a parir por abandonar el barco. Algo parecido supongo que seria lo hablado.
ResponderEliminarNo tengo, afortunadamente, sus mismas ideas pero le deseo lo mejor para que supere su problema lo antes posible.
MATIAS13