jueves, 24 de julio de 2014

El regreso del hijo pródigo

A estas alturas de la película a nadie puede caberle duda de que la política, entendida como una práctica profesional, crea adicción. Como la mayor parte de las drogas, quien la ha probado, el que ha saboreado su textura, queda colgado de ella hasta el extremo de manifestar a la luz del día el 'mono' de su ausencia cuando las circunstancias le obligan a dejarla.

El último caso registrado en Asturias es el de Juan Morales, ex portavoz en la Junta General del Principado del Partido Popular en los tiempos de la 'oprobiosa' etapa de Ovidio Sánchez, contra quien llegó a presentarse sin el éxito por él esperado. Poco tiempo después, quien exhibía la vítola de ser uno de los más brillantes parlamentarios de este territorio decidió hacer la guerra por su cuenta a través de una nueva formación, Ideas, que no logró representación institucional y que se disolvió rápidamente como azucarillo en una taza de café caliente. Aquí parecía finalizar la carrera política de Morales, que retornó a la vida civil recuperando su plaza de funcionario público.

Pero, como decía al principio, los 'chutes' dejan huella y el periodo de 'rehabilitación' no siempre evita la recaída en el vicio. Por eso, ahora, este político de casta ha decidido retornar a la que fuera su casa durante muchos años, el PP, y lo ha hecho de la mano de la actual 'lideresa', que tiene en el frontispicio de su discurso la palabra "recuperación" aplicada a todos aquellos que fueron destacados militantes y acabaron por marcharse de aquella tirana 'troika' que formaban Gabino de Lorenzo, Joaquín Aréstegui y el propio Ovidio Sánchez (la mayoría, como es generalmente sabido, al Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos).

Morales ha regresado y lo ha hecho con palabras humildes, con la promesa de trabajar como uno más por la recuperación del partido en el que tuvo sus momentos más relumbrantes. Pero, para quienes conocemos ese sector, resultan difíciles de creer palabras como las que afirman que llega dispuesto "como si es a pegar sellos" o con la "ilusión de un principiante". Podría creerse de otra persona, pero no de un auténtico "animal político", categoría que le han reconocido sus propios adversarios.

La escenificación de su vuelta indica a las claras que el ex portavoz parlamentario no viene a "pegar sellos" ni a militar en la base. Mercedes Fernández es consciente de que necesita figuras destacadas para afrontar esa difícil empresa de recuperar el terreno que le arrebataron los casquistas. Y el 'hijo pródigo' que ahora retorna "a su casa" es un ejemplo relevante de lo antedicho. A nadie se le ocurre pensar que Morales va a ser un número más en la lista de afiliados del PP asturiano. Muy pronto habrá que elaborar listas municipales y autonómicas y me atrevo a apostar que ocupará un lugar de especial relevancia en cualquiera de ellas. No está este hombre allí para hacer bulto. Eso seguro.

Queda por saber si el retornado conoce realmente la situación actual de la organización en la que reingresa. No ha escatimado adjetivos a la hora de alabar el nuevo estilo de 'Cherines', lo cual es lógico si no pretendes iniciar un camino con el pie cambiado. Este PP no es el mismo de sus tiempos de gloria, pero ¿será el campo que Morales precisa para ejercitar sus facultades sin sentirse subestimado?

1 comentario:

  1. ¿Cuántos hijos pródigos más, con todos sus adláteres, necesita el PP para recuperar posiciones?...

    Como no promocionen con el mismo boato, al menos a uno al día, todos y cada uno de los días que restan hasta las elecciones, no lograrán salir del pozo en el que se han sumido por méritos propios.

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