domingo, 11 de octubre de 2009

Los calculos del Gobierno

Me enfrento temprano a la primera página de 'El Comercio' de hoy y leo a cinco columnas, con cierta incredulidad, las palabras de Elena Salgado, responsable económica del Gobierno, con las que asegura que "La salida de la crisis económica la notaremos en la primavera de 2010". ¿Es que a estos señores del equipo de Zapatero no se les agota la facilidad para poner fechas y números a todo cuando el tiempo se encarga poco después de desmentirlo? Parece obvio que la obligación del Ejecutivo y, especialmente, la de su ministra de finanzas es frenar el pesimismo generalizado y lanzar un mensaje optimista para que todos y cada uno de los españoles mantengan la esperanza de que hay luz al final del túnel y que éste sea el de Cosera y no el del Negrón. Aceptada esta premisa, ocurre que los hechos son machacones y acaban por desmentir esos mensajes. Sería conveniente recordar que este mismo Gobierno -bueno, con algunos cambios- fue el mismo que negó 'tres veces' -fueron muchas más- la existencia de la crisis económica cuando ya estaba declarada con carácter pandémico en todo el mundo occidental, que prefirió el eufemismo de la recesión hasta que los números con su machacona realidad nos situaron ante un panorama muy preocupante, cuando no aterrador. También ese equipo se empeñó en negar el crecimiento del paro a medida que pasábamos de los dos millones de desempleado a los tres millones, o más tarde a los cuatro millones. Por decir que no quede, pero la situación real no coincide con las cuentas que hace el Gobierno Zapatero, o al menos con las que manifiesta.
Hay que recordar que esas mismas personas van admitiendo con cuentagotas los datos negativos de cada mes, pero rechazan categóricamente las previsiones que todos los organismos internacionales anuncian para nuestro país (algo parecido hace el presidente asturiano al que los números no le gustan demasiado y repite hasta la saciedad una serie de mensajes-eslogan que sitúan a nuestra comunidad en mejor situación que cualquier otra, a pesar de tener las peores cifras negativas). Parece como si Zapatero y su equipo quisiera recuperar aquel aburrido eslogan de la etapa de Aznar, el de "España va bien" o, haciendo una concesión, "no va tan mal como otros", aunque algunos de esos otros ya se encuentren dibujando el nuevo escenario de una recuperación que ya han empezado a notar.
Lo que debería hacer el Gobierno es diseñar de uan vez por todas una política económica orientada unilateralmente a salir de la crisis, y luego ya vendrá lo demás. Hasta ahora no es esa la sensación que están dando con las medidas para subir los impuestos, la supresión de ayudas que, aunque generalizadas, tenían como beneficiarias a las clases media y bajas fundamentalmente o la incapacidad para lograr una reforma laboral que ataque de frente al que actualmente es el factor más acuciante de esa crisis, el paro y su crecimiento. Si no se logra este objetivo, poner fechas a la salida del túnel no deja de ser una simple labor voluntarista que probablemente el tiempo se encargue de poner en evidencia. Claro que, como decía un veterano compañero, "las palabras se las lleva el viento" (en lo que a medios audiovisuales se refiere) y "la letra impresa duerme el sueño de los justos en las hemerotecas que solamente consultan los investigadores o algún 'rarillo' que otro" (para la prensa escrita).

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