Al magen de lo que a todos y cada uno de los ciudadanos nos corresponde de sufrir la crisis económica, las instituciones no son ajenas a la misma. Si nos atenemos a las declaraciones de quienes las representan la situación es bastante diferente de la realidad del día a día. Lo políticamente correcto es decir que "estamos mal", pero... La cruda verdad es que la frase que no se pronuncia oficialmente pero que nos puede decir cualquier funcionario "no vigilado" es que "no hay dinero. Esta es la situación real y afecta a todas y casa una de las proyecciones de la cosa pública. Ya no es sólo que se estén elaborando los Presupuestos del principado para el año próximo con criterios de 'tijera'; es que a octibre de 2009 no hay un duro del que echar mano. Y este triste escenario vale lo mismo para los compomisos sociales de un gobierno de la izquierda que para los gastos diarios.
Todos sabemos, y esta asumindo, que las administraciones públicas pagan con retraso; lo hacen pero ¿cuándo?... Sería interesante, aunque labor ímproba, hacer un balabde las deudas del Principado y de los ayuntamientos con algunas empresas. En una conversación privada con un funcionario éste admitía que lo mejor que podían hacer los responsables de estas empresas era recortar sus suministros a la espera de empezar a recibir pagos de las deudas pendientes.
Y para que vamos a hablar de las políticas sociales. La gran bandera de los gobiernos socialistas en este aspecto es la ley de dependencia. A diario asistimos atónitos -los que sabemos la realidad del día a día- al hecho de que el reconocimiento de derechos es una cosa y el cobro de las prestaciones otra bien distinta. Entre ambos media un plazo temporal excesivamente amplio que lleva a que un buen número de beneficiarios se mueran antes de percibir las ayudas. Las proclamas oficiales van por otros derroteros y a diario nos encontramos con anuncios triunfalistas que. si en en casos individuales -los que se venden a la opinión pública- pueden ser ciertas, no se corresponden con la situación real del amplio colectivo afectado. Y para que hablar de otros anuncios electorales como los 400 euros de descuento en el IRPF -a nivel nacional- o la supresión del cheque bebé - en el regional. Son solamente algunos ejemplos de una política social que la crisis ha modulado y amenaza con ir recortando mientras la salida de la misma no sea más que un voluntarismo de los respectivos gobiernos.
Valga todo lo anterior para poner en entredicho la política oficial de manifestaciones públicas. Una cosa es la intención y otra bien distinta la aplicación real. Lo cierto es que la consigna "off the record", aunque machacona a fuerza de matemáticas, es que a estas alturas del año, con menor recaudación de impuestos y una caja llena de telarañas, a la hora de la verdad "no hay dinero" hasta los próximos Presupuestos.... y entonces ya veremos.
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