miércoles, 19 de mayo de 2010

La bola de cristal

Hay días en los que uno lee algunas noticias que o te las tomas a broma o son para coger uno de esos cabreos de campeonato. Una de ellas es de la que ayer se hacían eco algunos medios informativos según la cual dos de las principales agencias internacionales de evaluación económica internacional han dejado los complicados programas macroeconómicos de sus supercomputadoras y los sesudos análisis de los más prestigiados 'gurñus' del mundo mundial para tomarse un respiro y jugar con sus vídeoconsolas.
Goldman Sachs, referente incuestionable de Wall Street, se permite desgastar sus complejos mecanismos prospectivos para proclamar que Brasil será la selección campeona del Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Por su parte, otra de las grandes consultoras, JP Morgan, se apunta al mismo juego y proclama que la triunfadora de la competición será la selección de Inglaterra.
Ya digo que la cosa tendría su gracia si no fuera porque esos dos todopoderosos 'oráculos' están en esta etapa de crisis económica internacional dictando con sus informes periódicos el futuro de muchos países del Primer Mundo e influyendo más o menos directamente en los ajustes y decisiones de sus respectivos gobiernos.
Si los caminos para salir de la gran depresión son los que puedan marcar esos mismos 'prestigiosos' gigantes de la orientación demoscópica y tienen la misma credibilidad que sus vaticinios futbolísticos, habrá que pensar que nuestra recuperación económica y la posibilidad de ver una luz al final del túnel depende, probablemente, más que de un superequipo formado por algunos de los mejores economistas mundiales de una bola de cristal.

1 comentario:

  1. Con la que ha caido y está cayendo en el mundo "gracias" a la pericia de este tipo de organismos de control y empresas especuladoras, lo lamentable no es que se dediquen a pronosticar sobre eventos deportivos. Lo triste es que los medios de comunicación les sigan dando eco en las páginas más leidas. El periodismo también debería tener un papel para filtrar a quienes nos han arrastrado al pozo de la crisis.

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