Tras el congreso constituyente de Foro Asturias comenté en este tribuna que era entonces cuando podían empezar los problemas para la nueva formación política hasta ese momento en una fulgurante y extraordinaria carrera. El tiempo ha ido transcurriendo, los carteles electorales municipales han ido apareciendo y, en parelelo, surgiendo los primeros problemas serios. La idea de FAC era, en su teoría, ejemplar y suponía un giro de ciento ochenta grados en la práctica política asturiana, en particular, y española, en general. Pero, por desgracia, las ideas y las intenciones son una cosa y la cruda realidad otra bien diferente. La utopía no existe y no se puede entrar a una partida de jugadores profesional con el espíritu puro de la victoria del neófito.
A medida que avanza el tiempo, la designación de candidatos para los comicios del 22 de mayo han ido provocando en el seno del partido de Cascos más grietas que en el central de Fukushima, fruto -como muchos habíamos aventurado- de la avalancha de militantes con cierta experiencia que acudieron a la llamada del 'nuevo orden' con la secreta esperanza de alcanzar, por primera vez o de nuevo, una importante baza para ser cargo institucional. La frustración de estas ambiciones está en la base de los múltiples conflictos internos que vienen surgiendo en las distintas organizaciones comarcales del nuevo partido, y son precisamente aquéllos que se han quedado sin la opción al 'puestín' los que más están 'revolviendo', ya sea entre secretas conspiraciones o con abiertas discrepancias.
El caso es que, desde enero, el globo de Foro Asturias ha ido creciendo extraordinariamente hasta alcanzar hace algunas semanas un punto de inflexión a partir del cual ha empezado, a mi modesto entender, a desinflarse. Ya no se trata tanto de que a las primeras de cambio se hayan marchado un centenar de descontentos, hecho en sí mismo poco relevante para las auténticas aspiraciones de FAC, sino de que el virus de las prácticas de los partidos tradicionales ha empezado a diagnosticarse en su cuerpo social. Fruto de esta nueva situación es que también la euforia inicial de esa nueva clase política sin historial se ha enfriado y ya no es raro escuchar por las esquinas frases de desanimo, pesimismos confesos en voz baja, de quienes hasta hace poco levantaban la bandera de la moral de triunfo.
La teoría es una cosa y los hechos otra bien distinta. Y esto es lo que tal parece que le está ocurriendo al partido de Cascos, que ha iniciado su andadura desde un proyecto idílico y se va encontrando poco a poco con los oscuros designios que parecen guiar toda práctica política, por muy innovadora que se presente. Las ideas van por un lado, pero las personas son humanas y, como tales, imperfectas, cuando no perversas.
Ahora falta por ver cómo el líder indiscutible lidia este difícil astado y se multiplica -si es que está dispuesto a hacerlo- para ir tapando todos los huecos y apagando todos los fuegos que se van produciendo en su 'casa'.
Aunque todavía FAC puede estar a tiempo de resolver algunos de sus problemas, está por ver si sus responsables son capaces para afrontar con éxito tal empresa. Negar la realidad como salida a la nueva situación tampoco sería una opción inteligente.
Una prueba de esta cambio en la tendencia de la gráfica de expansión de la nueva fuerza política son los sondeos. Todos sabemos que hace ya tiempo que, al menos los grandes partidos, los que tienen más y mejores medios, disponían de datos demoscópicos, y también sabemos todos por qué nunca se han hecho públicos: porque no les era favorables y por los altos niveles de apoyo al proyecto de Cascos. Aunque vamos a seguir sin conocer oficialmente la evolución de la intención de voto, ahora ya se filtran -y como tales filtraciones hay que poner en cuarentena sus números- algunas previsiones de reparto de escaños en el próximo Parlamento asturiano, y siendo más que razonablemente buenos para un partido que hace cuatro meses ni existía, están muy lejos de las prospecciones que se barajaban hace un par de meses, hasta el extremo de, en algunos casos, llegar a cuestionar el papel, si no vencedor, sí de árbitro de FAC en la política asturiana de los próximos cuatro años.
Debo dejar claro que estamos hablando de militancias y de encuestas manejadas por los principales interesados en la contienda y que, al final, será el voto de cada asturiano el que decidirá quién es quién en ese futuro político regional. Foro Asturias siguen teniendo su patente de marca, la única de la que dispone desde que inició su andadura allá por enero, que es la figura de su líder. Sin embargo, ni siquiera Cascos puede ser ese 'superhéroe' capaz de vencer a 'todas las fuerzas del mal' y da la sensación de que ha sido el propio interesado el que no ha sido capaz de sopesar el verdadero alcance de sus fuerzas.
El tiempo se encargará de decir muy pronto si aquel proyecto capaz de concitar la ilusión por el cambio de muchos millares de asturianos todavía tiene vigencia y puede llegar al puerto que se propuso en sus bases fundacionales o el globo de desinfla y se aleja de unos objetivos que en ningún caso pueden ser simplemente los de tener presencia institucional en Asturias, no en el caso de una empresa que se había fijado como objetivo las más altas metas imaginables.
Vale Marce. Ya veo que lo de Pilipardo molestó mucho. Se molestan, luego existo. Cordial saludo. Ya nos hablamos. Alberto
ResponderEliminarLa elaboración de las listas electorales es, desde siempre, el momento más conflictivo en la vida política porque los compañeros se convierten en feroces rivales entre si mismos. De Grecia parea acá, y seguro que anteriormente, nada nuevo en la Historia de la Humanidad.
ResponderEliminarEn el caso de FORO ASTURIAS hay, como apunta Marcelino en su post, factores añadidos: partido nuevo (aun no tiene tres meses de vida), aluvión de afiliados (entre los casi 10.000, muchísimos debutantes en una militancia política) y un liderazgo sólido y firme en la dirección regional que todavía no tiene, como es natural, homólogos locales.
En las próximas horas finalizará el plazo de presentación de candidaturas y, con ello, este brote de sarampión político inevitable y generador de tensiones internas (en el PSOE, en el PP, en FORO y en todo partido con más de media docena de militantes).
Ahora llegará otra fase menos dada a la polémica y al chau-chau pero, atención, de muchísimo mayor interés para el ciudadano: las propuestas concretas. Aquí, si hablamos de "globos desinflados", no podemos meter al PSOE y al PP en el paquete: ya están pinchados; ya no cuelan; ya han perdido todo el crédito para muchos ciudadanos. Es el momento para un cambio y para revitalizar la vida política regional. Y en FORO ASTURIAS, lo sé de buena tinta, hay 20.000 pulmones que están emezando a insuflar el programa.
Un saludo y gracias por el blog.