sábado, 2 de abril de 2011

Obras en casa

Cuando hace algunas semanas la Federación Socialista Asturiana dio a conocer sus listas para las elecciones autonómicas del próximo mes la palabra más repetida en los comentarios sobre su composición fue la de "continuidad"; ello a pesar de que, tras doce años, el cartel electoral es nuevo, Javier Fernández sustituye a Vicente Álvarez Areces. Como ese análisis ya está hecho, vamos a darlo por conocido y no repetirnos.

Este fin de semana ha sido el Partido Popular el que ha hecho oficiales sus candidaturas autonómicas y, si bien el pulso que durante las últimas fechas mantuvieron el 'aparato' del partido que encabeza Ovidio Sánchez y el verdadero poder fáctico instalado en el Ayuntamiento de Oviedo, en la figura de su alcalde, Gabino de Lorenzo, dio origen a algunas fricciones, parece que ninguna de las dos partes ha quedado descontenta.

Decía hoy la candidata popular a la Presidencia del Principado, Isabel Pérez-Espinosa, que sus listas guardan el necesario equilibrio entre "experiencia" y "renovación", y hay que reconocer que en buena parte es cierto, aunque habría que considerar un par de factores importantes en esta afirmación. Por una parte, pese al evidente liderazgo en la organización asturiana del regidor ovetense, es obvio que, tras esa imagen de hombre 'manejable' que no mata una mosca que acompaña inexorablemente al presidente regional, Ovidio Sánchez ha hecho valer el peso que se le supone a su cargo y ha colocado a la mayor parte de su equipo de confianza en puestos de relevancia, algo especialmente importante en unos comicios en los que el peso de Foro Asturias es un factor numérico todavía por despejar, aunque nadie duda que tendrá repercusiones negativas en sus oponentes.

El otro elemento a tener en cuenta y que ha sido relevante a la hora de componer el encaje de piezas en las listas del PP es la desaparición de los diputados díscolos que se han ido con FAC, lo que ha dejado notables huecos en los que acomodar a los nuevos. Los responsables del comité electoral han aprovechado que había que hacer obras en casa para pintar de nuevo y arreglar desconchones que, en otras circunstancias, habrían supuesto un problema añadido en los necesarios equilibrios de fuerzas.

Dando un vistazo por encima al resultado final, hay que convenir en que los diputados con legislaturas a sus espaldas del equipo de Sánchez y que permanecieron fieles a las directrices del partido sin dejarse llevar por la presión del 'tsunami' originado por Cascos, se mantienen en puestos 'seguros'. Fernando Goñi, Joaquín Aréstegui, Carlos Galcerán o Ramón García-Cañal están en esa situación. De Lorenzo, aparte de haber tenido en su mano la exclusividad de designar a la cabeza de cartel, mantiene a José Agustín Cuervas-Mons y a Alfonso Román López, éste al frente de la lista por la circunscripción occidental. Solamente Inmaculada González, a la que parece que se le reserva un puesto de relevancia en la candidatura municipal para el Ayuntamiento de Oviedo, desaparece de los aspirantes a escaño.

Y, luego, viene la renovación, y con ella las sorpresas. No lo es la presencia de María Teresa Mallada, uno de los valores emergentes más cotizados en la 'bolsa' política de las filas populares. En cambio, sí responden a esa condición Francisco Santos, la "apuesta" de Pilar Fernández Pardo, que ha dejado constancia de su relevancia en el mermado PP asturiano logrando para el mencionado la quinta plaza por la circunscripción central, y, sobre todo, la aparición de Susana López Ares en el número cuatro, auténtica 'estrella' a priori de esa renovación, ya que, aunque era conocida su ambición de hacer carrera política, no figuraba en ninguna quiniela para tan altas responsabilidades. Algunos se preguntarán por qué me refiero a esta señora con esa expresión de estrella cuando a muchos ni les sonará siquiera su nombre. Para los que figuren en ese grupo, López Ares era hasta hoy la vicerectora de Estudiantes en el equipo con el que Vicente Gotor gobierna la Universidad de Oviedo, Lo que quizá sea mucho menos conocido para una amplia mayoría es que la nueva candidata ha dado tan importante paso sin 'dar parte' al equipo que hasta ahora integraba; dicho con otras palabras, que ha dejado "tirado" al rector, y lo ha hecho el mes anterior a unas fechas tan relevantes en el calendario universitario como son las correspondientes a las pruebas de selectividad, de las que el Vicerectorado que abandona es directamente responsable.

Y ya que hablamos de mujeres, me interesa, y mucho, destacaren lo que se refiere a ellas, qué es lo que más sorpresa me ha producido en las listas del PP. Aquí sí que la "renovación" se ha tomado mas al pie de la letra. Si tenemos en cuenta que tres de las cuatro incuidas entre los diez primeros puestos (el mínimo que obliga la ley de igualdad) son nuevas para la Junta General, a la ya mencionada salida de Inmaculada Gutiérrez se añade la importante caída de Ana Barrientos, número dos tras Ovidio Sánchez en las dos anteriores convocatorias autonómicas. Quizá la 'tibieza' de la ya veterana política popular en las guerras internas del pasado próximo y la falta de química con la líder gijonesa -agrupación en la que milita-, Fernández Pardo, estén en el origen de su 'destitución'. Cierto que el puesto número siete es de los "seguros", pero desaparece de ese grupo de notables al que hasta ahora pertenecía.

Y si lo de Barrientos es más o menos chocante, mucho más lo es el 'castigo' aplicado a Alejandra Cuétara, bastión de la oposición económica del grupo parlamentario en los últimos cuatro años, otro valor emergente llamado a mayores metas en el equipo que ahora se despide y fija en el equipo básico de Sánchez hasta hace bien poco. Pasarla al número doce con FAC dispuesto a rebajar la nómina de diputados populares a la mínima expresión hacen temer que la otrora joven promesa no lo va a tener fácil para renovar.

En fin, que en toda partes "cuecen fabes" y que, si los enunciados de combinación y experiencia defendidos por Pérez-Espinosa son teóricamente correctos, tampoco se puede negar que en cuanto se 'escarba' un poco aparecen matices, y no precisamente irrelevantes.

Resumiendo, que, al menos en unos planteamientos teóricos muy generales, los socialistas han apostado por la continuidad y los populares por una mezcla de "renovación y experiencia". Ahora falta por saber lo que va a hacer la tercera pata de la mesa con opciones a ser determinante en el futuro gobierno de Asturias. Según los indicios a los que me refería días atrás, la consigna es huir de la 'contaminación' de los políticos con 'experiencia' y apostar ciegamente por la renovación, con todos los riesgos que ya he reseñado en esta tribuna. Si se confirma, serán tres opciones con tres criterios diferenciados. Un triángulo suficientemente interesante como para seguir su evolución de cerca.

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