lunes, 23 de mayo de 2011

¡Yes, he can!

¡Yes, he can! Lo decía ya bien entrada la madrugada el propio Francisco Álvarez-Cascos. La ilusión existía y el objetivo era ganar, pero ni los más optimistas de su partido, él incluido, pensaban que el éxito pudiera ser tan espectacular. Sólo cinco meses antes no existía más que un embrión de nueva plataforma política que contaba únicamente con el currículo y la personalidad del ex vicepresidente del Gobierno, y en las primeras horas de hoy las perspectivas de que FAC pase a gobernar el Principado de Asturias son prácticamente seguras, salvo catástrofes de última hora (incluso el voto emigrante podría arrebatarle un escaño, pero mantendría la mayoría absoluta sumando los suyos con los del PP).

Cascos pudo y ganó esa única encuesta verdadera a la que todos -su partido incluido- se agarraban para alejar fantasmas de los sondeos que proliferaron a lo largo del periodo de campaña en el que estuvieron permitidos por la ley electoral. A sus resultados hay que unir la rendición incondicional que anoche hizo el PP asturiano (y el nacional, de paso), las mismas personas que trabajaron a destajo para impedir que fuera su candidato y que propiciaron que el ex ministro construyera -por algo es ingeniero de caminos, canales y puertos- en un tiempo récord una opción ganadora. Todo parece indicar que ni sus más acérrimos enemigos en el seno del partido en el que militó toda su vida hasta enero pasado van a poner inconvenientes para que sea el próximo presidente del Principado. Isabel Pérez Espinosa, 'chapeau', fue la primera en dar la cara y poner en bandeja el pacto que "han pedido en las urnas los asturianos". Luego, fue el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, el que se unió a esta estrategia, admitiendo que pactará "con cualquiera". Hasta la que probablemente es su principal 'bestia negra' -y a la inversa-, la presidenta de los populares gijoneses, Pilar Fernández Pardo, se ha puesto a disposición de la nueva línea de un PP hundido en Asturias mientras veía como sus compañeros del resto de España arrasaban y se hacían con todas las comunidades en liza, excepción hecha de Extremadura.

Cascos ya tiene en sus manos todos los materiales necesarios para abordar una nueva alta responsabilidad en España, en esta ocasión en su tierra natal; de convertirse en el Manuel Fraga asturiano. Ahora, le corresponde responder a este nuevo escenario con generosidad, aparcando inquinas y rencores, como aseguraba en la madrugada de hoy que va a hacer, y esperar acontecimientos. Siempre he defendido que los dos problemas reales que el líder de Foro Asturias podría tener en esta etapa serían precisamente Gabino de Lorenzo y Pilar Fernández Pardo y ya queda constancia de la actitud de ambos ante el vuelco electoral de anoche.

En el caso del regidor ovetense, es más que posible que siga siéndolo dentro de algunas semanas -sigue siendo el más vota y el que tiene más concejales, aunque haya perdido la mayoría absoluta-, cuando se constituyan las nuevas corporaciones municipales. Si FAC es capaz de pasar por este trago, es más que probable que el veterano político ovetense, en el plazo de unos meses se retire a sus territorios de Benia y deje paso a otra persona, pero antes tiene que ser alcalde. El orgullo por encima de todo.

Más fácil parece el caso de Gijón. Con el argumento de los desastrosos resultados de anoche, a Fernández Pardo le resultaría muy fácil presentar su renuncia inmediatamente, lo que allanaría el camino del acuerdo local. Quedarse a disposición de Cascos, aunque no sea físicamente, sería una purga demasiado dura para la líder del PP gijonés. No me imagino a 'Pilipe' recibiendo instrucciones de una 'neófita inexperta' -ella que ya es, a pesar de su edad, una auténtica veterana en los vericuetos de la alta política- como es la aspirante de FAC a la Alcaldía, Carmen Moriyón.

En cualquier caso, estamos ante un proceso complejo y las cosas no son tan fáciles 'a prori'. Cascos sí fue contundente en la madrugada de hoy para dejar claras dos cosas: que sus organizaciones locales y comarcales van a tener manos libres para pactar o no y que, en el conjunto de Asturias, "no vamos a cambiar votos por territorios", lo que se traduce en que, efectivamente, no va a haber intercambio de cromos entre los dos partidos de la derecha asturiana. Eso es lo que ha dicho y ahora su compromiso está en letra impresa. El tiempo se encargará de darle o quitarle la razón. El vencedor del 22-M se enfrenta ahora -como también recordaba anoche- a un nuevo reto. La victoria de ayer no era el final de nada, sino el principio de todo. Cuando arrasó en el congreso constituyente de FAC -un congreso con algunos claroscuros, pero de resultado indudablemente exitoso-, este periodista en la reserva aseguraba que entonces empezaba para él y su partido la parte más difícil del camino. Ahora digo más. Desde hoy comienza para Cascos y sus correligionarios una nueva etapa, y si la anterior era complicada la actual es, como en el viejo circo, la del "más difícil todavía". Ese es el reto: unir a la mayoría en el trabajo para resolver los verdaderos problemas de Asturias. Con ello se ha comprometido y de esta manera ha asumido una tremenda responsabilidad. En sus manos y en las de los suyos está responder a la confianza que ayer le dieron los asturianos o defraudarlos, como antes hicieron los perdedores de la jornada electoral de ayer.

2 comentarios:

  1. ¿Pardo renunciando? Ja, no lo veo. Estos están pegados a la poltrona, aun que sea la de la oposición. ¿No va a haber dimisiones en el PP asturiano?

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  2. Espero que detrás de Pilar y Gabino salgan Aréstegui, Goñi, Caunedo y compañía, a buen entendedor.

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