Tremenda la foto de primera página de la edición de hoy del diario 'El País'. Una instantanea que ya ha corrido como un reguero de pólvora por todas las redes sociales suscitando una catarata de críticas sin contención. Se trata, por si acaso alguno no lo sabe todavía, de la imagen de dos diputados del Partido Popular en la Asamblea de Madrid compitiendo con su 'smartphone' e 'ipad' respectivos al 'Apalabrado', un 'instructivo' juego de ordenador. Si mal está este tipo de prácticas en cualquier momento, lo que no tiene perdón de dios es que los dos parlamentarios se solacen en prácticas de ocio mientras la Cámara a la que pertenecen y de la que cobran trata la normativa que derivará en la privatización de un buen número de hospitales y centros de salud de la comunidad que su propio partido preside.
La imagen, aunque indignante, no es otra cosa que un episodio más en la larga carrera de despropósitos de una clase política que, luego, se escandaliza cuando los sondeos sitúan a sus representantes como uno de los principales problemas del país, solamente superados por la lacra del desempleo, que -alguno dirá, y con razón-, provocan esas mismas personas.
Los susodichos diputados regionales del Partido Popular han "reconocido" su error y se han "disculpado". Cómo si de esa manera se arreglara todo. Parecen olvidar ellos, y quienes los sitúan en sus listas para 'rellenar', que en los instantes en que la cámara fotográfica captó su desliz estaban "trabajando", aunque la realidad indica que muchos de esos representantes 'populares' solamente tienen activado el mecanismo del brazo cada vez que toca votar siguiendo las indicaciones del jefe de fila. E incluso así a veces se equivocan. Estaban "trabajando" y cobran por ello. Y muy bien, por cierto; un sueldo y otras retribuciones exageradamente por encima de cualquier media de los trabajadores españoles.
¿A alguien se le ha ocurrido preguntarse qué habría pasado si en lugar de dos cargos institucionales en un parlamento se tratase de dos administrativos de cualquier empresa privada? No hace falta haber estudiado en Salamanca para responde que se irían de inmediato "a la p... calle". Y así debería ser en este caso, si todavía quedara un ápice de vergüenza.
En mi opinión, deben dimitir, y si no lo hacen, deben ser cesados y sustituídos inmediatamente.
ResponderEliminarraitanucu