Dios las cría,... y ellas se enfrentan. Tras la amenaza nada velada de la 'lideresa' del PP asturiano a la dirección de su partido en Gijón, su presidenta ha asegurado que cumplirán las directrices de la cúpula regional y dirán no al presupuesto del Ayuntamiento de Gijón para el año próximo, si esa es la orden que reciben desde la celle de Manuel Pedregal.
Podría parecer lógica esta postura si no fuera porque la presidenta de los populares gijoneses ha repetido en varias ocasiones que el proyecto de cuentas que han elaborado junto con el gobierno municipal de Foro le parece bueno para la ciudad y para sus vecinos.
Sin embargo, dice estar dispuesta a echar abajo ese proyecto si el mandato de doña Mercedes Fernández, que nunca se ha molestado en explicar por qué ese presupuesto es malo, más allá de que quien lo presenta es el partido del actual enemigo número uno, Francisco Álvarez-Cascos, y que la verdadera razón de su oposición es que Foro se quede en minoría y PIERDA un debate tan relevante como el de las cuentas públicas del municipio para 2013.
Toda la argumentación de la señora Fernández Pardo se justifica en que ella se limitará a cumplir con la disciplina de partido y pasará la pelota al tejado de su irreconciliable adversaria interna, que tendrá que explicar a los gijoneses por qué les condenan a estar sin presupuestos por una decisión de partido.
Vano argumento por parte de una persona de la que la dirección regional del PP hace tiempo que ha escrito su esquela y ha arrumbado al limbo a la espera de certificar su defunción política. ¿O es que cree que actitudes como la que ahora dice asumir van a rehabilitarla ante sus enemigos internos?
El "espíritu de Gijón" vendido por un plato de lentejas... ¡frías! ¿Qué espera obtener ahora doña Pilar con esta sumisión?, ¿ganar algún punto en el seno de su organización? Esos los tiene todos perdidos ya, teniendo en cuenta sus resultados electorales y el arrinconamiento al que ha sido reducida por el grueso oficialista, por sus particulares cuitas con la actual "jefa". ¿Espera acaso doña Pilar que pague doña Mercedes los platos rotos de dicho sometimiento, y que a su vez ella misma pueda resultar beneficiada, siquiera por los gijoneses, en el impensable supuesto de que se le permitiera concurrir de nuevo a las municipales? Considero a doña Pilar más lista que todo eso. Por eso no entiendo su claudicación.
ResponderEliminarLo de doña Mercedes merece comentario aparte, que no voy a emitir sencillamente porque no pasaría la censura.
raitanucu