El presidente del Principado, preocupado como no podía ser de otra manera en la búsqueda de soluciones al laberinto económico en el que nos encontramos, ha recurrido a una fórmula bastante empleada en política institucional cual es la creación de un comité integrado por un grupo de personas que suman en sus currículos el conocimiento y la experiencia.
Extraña, a priori, este tipo de decisiones porque transmite la sensación de que una administración del tamaño de la del Principado no dispone de materia gris suficiente para abordar fórmulas con las que afrontar las negativas cifras que sitúan a Asturias a la cola de España. Sin embargo, como parece que esta nueva figura no va a suponer -eso dicen- desembolso alguno ni en sueldos ni en dietas, habrá que dar la bienvenida a lo que en términos gubernamentales se conoce como un grupo de "sabios". Todo lo que sea sumar conocimientos e ideas para luchar contra la crisis no puede ser rechazable tal y como están las cosas. Si, además, repasamos la lista de los seleccionados no cabe duda de que la gran mayoría, si no todos, pueden aportar su valioso granito de arena en esta batalla común por un horizonte con futuro.
El novísimo comité de "sabios" va a empezar a trabajar de forma inmediata. Falta hace. Y, aunque su régimen de convocatorias es de frecuencias más bien altas, se da por hecho que va a estar activo continuadamente, listo para trasladar al Ejecutivo de Javier Fernández cualquier posible colaboración orientada hacia la recuperación económica y social de este territorio.
Ya que se les presupone, a sus integrantes, la "independencia", tanto de criterio como financiera, habrá que convenir en que, en algunos momentos, sus orientaciones no van a ser complacientes con el Gobierno del Principado, ni van a discurrir por los senderos partidarios por los que este Ejecutivo, como cualquier otro, acostumbra a transitar. Habrá que saber entonces qué es lo que va a hacer el presidente asturiano y su equipo. Es obvio que, por su propia naturaleza, las sentencias de este comité no van a tener carácter vinculante. No podía ser de otra manera. Sin embargo, si tuviéramos la certeza de que las fórmulas aportadas por este grupo de "sabios" fueran consideradas como un papel más para archivar, solamente estimable en la medida en que circule por la misma vía que traza la 'hoja de ruta' del Ejecutivo asturiano, de darse esta circunstancia -digo- habría que convenir en que la creación de órganos, comisiones y comités está pensada más como un brindis a la galería que como un verdadero instrumento de ayuda real en la acción de gobierno. Esperamos y deseamos que no sea así. Por el bien de Asturias y de los asturianos.
Lo logico, seria que nuestros politicos, sean de la familia que sean, trabajaran cohesionados, pero como parece imposible, porque ni en la derecha se ponen de acuerdo o se llevan a matar, pues, oigamos a este comite de sabios.
ResponderEliminarNo creo, que molesten ni cobren tanto, como a los que votamos y luego nos desilucionan dia a dia.
Si los políticos siguen los consejos de los sabios, ¿para qué queremos a los políticos?... Sustituyámoslos por los sabios. Y si no siguen sus consejos, ¿para qué nos sirve esta pantomima, además de para cabrearnos más?
ResponderEliminarraitanucu